Nada es lo que parece en 'La casa entre los cactus', un hipnótico thriller psicológico que adapta la exitosa novela homónima de Paul Pen y que llega a los cines este 16 de septiembre. Ópera prima de Carlota González-Adrio y filme de clausura de la sección Made in Spain de la 70ª edición del Festival de San Sebastián, la película convierte a Daniel Grao y Ariadna Gil en un hermético matrimonio cuya paz se verá enturbiada por la llegada de un amenazante forastero. Una propuesta que pone en evidencia que no todo vale para ser padres. "Es una clara demostración de que el fin no justicia los medios", señala el actor de Sabadell.
Esta adaptación cinematográfica de la novela de Pen, quien participa activamente en esta versión al firmar como guionista, cambia el escenario y los protagonistas pasan de ser un matrimonio estadounidense que vive en un área remota de México en los años 60 a una pareja española que resida en medio del bosque en Canarias en los años 70. Cambios que meramente cosméticos que no varían la trama, en la que Grao y Gil encarnan a Emilio y Rosa, padres de lo que parece ser una familia perfecta compuesta por cinco hijas con nombres de flor (Lis, Iris, Melisa, Lila y Dalia) y cuya tranquilidad se verá amenazada por la llegada de un misterioso desconocido, interpretado por Ricardo Gómez.
"Es complicado hablar de la película sin desvelar nada. Solo puedo decir que creo que [Rosa] es uno de los personajes más complejos que he hecho. Es una mujer que funciona de una forma muy distinta a la lógica general tiene el ser humano, tanto ella como Emilio funcionar de una manera particular. Todo lo ven y lo construyen con una perspectiva compleja, incluso en su forma de relacionarse con los demás. Carecen de empatía, tienen una serie de cosas que los hacen muy distintos", declara Ariadna Gil en una entrevista concedida a eCartelera, en la que señala cómo de importante fue el trabajo entre actores con la directora del filme a la hora de construir esa atmósfera de misterio presente en todo el metraje.
"Era algo esencial para la historia y que nos planteamos mucho durante el proceso de creación, qué enseño, qué no y cómo lo hago. Hay un espacio suspendido en el que no puedes contar demasiado, pero, por el hecho de desvelar poco, termina revelando mucho más de las acciones de los protagonistas. Fue un elemento que me atrajo mucho de la narración original cuando la leí. Al final, son unos personajes situados en un lugar extremadamente distintos y cómo la apariencia puede ocultar completamente la personalidad de un personaje. Nada es lo que parece y podemos llegar a conclusiones erróneas si nos dejamos guiar por la apariencia", expone González-Adrio.
Un hermoso escenario natural convertido en un lugar claustrofóbico
En esa neblina de intriga que envuelve el largometraje al público, se evidencia un retrato que muestra la cara más incómoda de lo que pueden llegar a realizar ciertas personas para formar una familia. "Ningún acto puede justificarse con la excusa de querer ser padre. Puedes decir que quieres a tus hijos y los cuidas, pero eso no explica todo el comportamiento que tiene un progenitor. Por eso digo que la película maneja dos lenguajes. Por un lado, está el thriller, ese suspense que mantiene expectante al público y, por otro, no deja de ser una alegoría de la familia como ente", argumenta Daniel Grao.
Prueba de ese juego de dos caras es el escenario elegido para el filme, Canarias. La cinta muestra una casa en medio del bosque, un lugar idílico, envuelto en la naturaleza y que aparenta sensación de campo abierto pero que, finalmente, deja una amarga sensación de claustrofobia y cautiverio. "Me resulta más interesante ver la angustia o el suspense a plena luz del día en un sitio espectacular que en un sótano y de noche, que es lo que hemos visto mil veces. Creo que hay algo que ahí que tiene un punto especial en un escenario que no es el habitual", comenta Ricardo Gómez.
"Remite, una vez más, al concepto de familia. Es un retrato con unos padres estupendos y unas hijas ideales, pero que esconde un ambiente opresor. Esa mezcla es la que hace más interesante 'La casa entre los cactus', que puede ser terrorífica y bucólica al mismo tiempo", agrega Grao. "No solo es el lugar, sino que es también los personajes los que aportan esa sensación de muro", señala González-Adrio. "Es un paraíso y una cárcel a la vez. Paradójicamente, puede ser las dos cosas", concluye Gil.
Dirigida por Carlota González-Adrio y escrita por Paul Pen, 'La casa entre los cactus' está protagonizada por Daniel Grao, Ariadna Gil, Ricardo Gómez, Zoe Arnao, Aina Picarolo, Anna Ruiz Solera, Carla Ruiz Solera, Judith Fernández y Marga Arnau. Producida por Jesús Ulled Nadal, Elvira Morales Sales y Cristóbal García. Una producción de DZ Largometrajes y Audiovisuales, Cine 365 Films, La Terraza Films, Virtual Contenidos e Ikiru Films. Disponible en salas de cine desde este 16 de septiembre, de la mano de Filmax.
