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FLASH SE SINCERA

Ezra Miller confiesa su momento #MeToo: "Me dieron vino y era menor de edad"

El actor de 'Animales fantásticos y dónde encontrarlos' se sincera en su última entrevista.

Por David Pardillos Rodríguez 7 de Noviembre 2018 | 17:55

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Ezra Miller no es el clásico chico de Hollywood. A pesar de estar en dos de las sagas más famosas del mundo, el actor se mantiene fiel a sus orígenes y lleva una vida alejada de los focos en su granja "poliamorosa" en Vermont. No es fácil imaginarse al Flash de 'Liga de la Justicia' cultivando la tierra con sus propias manos, pero la realidad es que la vida de Ezra Miller dista mucho de la de una estrella.

'Las ventajas de ser un marginado'

Al contrario que su personaje en 'Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald', Miller no esconde ningún secreto. En una entrevista para The Hollywood Reporter confiesa que sufrió en sus propias carnes en un momento similar al que han denunciando tantas actrices con el movimiento #MeToo, con un director y productor involucrados: "Me dieron vino siendo menor de edad. Me dijeron «¿Quieres aparecer en una película sobre la revolución homosexual?» y yo pensaba «No, sois unos monstruos»".

Miller no oculta su desprecio y reticencia hacia la industria, quizá por eso se mantiene tranquilo y feliz en la casa de sus sueños, su granja en Vermont, lejos de todo. No obstante, Miller ha sido capaz de todo y ahora se va a convertir en el primer superhéroe no heterosexual (dando por hecho que el Magneto de Ian McKellen es un villano) con 'Flashpoint', ya que el intérprete se considera a sí mismo como queer: "No me identifico como un hombre. Tampoco como una mujer. Apenas me identifico como humano".

Su vida lejos de Hollywood

El actor se ha mostrado tal y como es, ya que no es fácil saber de él por las redes sociales salvo por su grupo, Sons of an Illustrious Father. Mientras vive en su granja "poliamorosa" llena de "amigos y consejeres espirituales" que fuman marihuana, Miller prefiere hablar de los combustibles fósiles antes que de sus películas. De hecho, su visión acerca del mundo del cine y todo lo que lo rodea, es bastante crítica: "Si te paras a mirar el mundo, el culto a las celebridades y sus fanáticos es lo que manda ahora. A veces veo las noticias y pienso «Oh, es mi gente. Todos estamos mentalmente enfermos. Guay»".

Miller es ahora mismo una de las grandes estrellas emergentes, pero en su camino hasta convertirse en todo un icono de la contracultura inconformista más joven ha pasado por proyectos muy arriesgados. No guarda precisamente buen recuerdo de sus inicios con su primer manager ("Era un espantoso reptil del que prefiero no dar su nombre"), pero sí de su etapa indie junto a Lynne Ramsay ('Tenemos que hablar de Kevin'), a la que considera la mejor directora actual y cuyo despido de 'La venganza de Jane' no le hizo ninguna gracia: "Los hombres poderosos no saben lo mucho que quieren someterse a una mujer, a un poder femenino, pero deberían. Les advierto porque lo están fastidiando todo", sentenciaba el actor de 'Las ventajas de ser un marginado'.

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