De 'Descalzos por el parque' a 'Capitán América: El soldado de invierno', los mejores papeles de Robert Redford

Con 'La jauría humana' Robert Redford hizo su primera gran carta de presentación en Hollywood, pero quedó eclipsado por un reparto de estrellas consagradas en las que sobresalía Marlon Brando. Es por ello que la lista comienza con 'Descalzos por el parque', el primer gran papel del californiano que protagonizó esta alocada comedia romántica junto a Jane Fonda.

Adaptación del clásico de Broadway de Neil Simon ('La extraña pareja'), la película cuenta la historia de dos recién casados y muy locamente enamorados que se mudan a un piso al que le faltan varias reformas, como una metáfora de su matrimonio (que limita a ambos y sufre roturas a la mínima). La pareja irá descubriendo que la convivencia no siempre es tan idílica como uno imagina y que a veces hay que anteponer el amor a los intereses personales. La historia de toda la vida, pero con dos actores sensacionales, sobrados de carisma y que a partir de esta película tendrían un gran ascenso en sus respectivas carreras.

Para muchos la mejor película de su carrera, 'Dos hombres y un destino' fue sin duda la película que consagró a Robert Redford como una de las grandes estrellas de su generación. Y el reto no era del todo fácil, pues tenía delante a todo un mito del cine como es Paul Newman y la tarea de encarnar al forajido Sundance Kid. El resultado fue un western atípico pero inolvidable, lleno de humor pero también con escenas que emocionan, en especial la secuencia final.

Como demostraría posteriormente, a Redford el papel de forajido le venía como anillo al dedo, asaltando todos los bancos del estado hasta llegar a Bolivia y pasándoselo en grande junto a Butch Cassidy. Aunque estaba libremente basado en el personaje histórico del fugitivo conocido como Sundance Kid, el personaje de Redford no deja de ser una versión joven del Forrest Tucker que interpreta ahora en 'The Old Man and the Gun', un ladrón que sorprende por su amabilidad y gracia más que por la violencia con la que ejecuta sus golpes.

En su segunda colaboración con el director Sydney Pollack, junto al que más tarde firmaría 'Tal como éramos' o 'Memorias de África', Redford dejó uno de sus papeles más recordados (y no lo decimos sólo por el famoso gif). 'Las aventuras de Jeremiah Johnson' cuenta la historia de un hombre que ha desertado de la guerra (en concreto aquella en la que se enzarzasen EEUU y México entre el año 1846 y 1848) para vivir en las montañas, sirviéndose únicamente de lo que la naturaleza le ofrece. Pero también tendrá que enfrentarse a las inclemencias del tiempo nevado, a la peligrosa fauna que le rodea y, sobre todo, a las tribus indias que comandan la zona. Una vez más como forajido, pero esta vez sólo, Redford plasmó como nadie el calvario de pretender vivir a la intemperie y enfrentarse a la naturaleza mucho antes de que Leonardo DiCaprio se alzase con el Óscar por 'El renacido (The Revenant)'. Una película preciosa en cuanto a la forma en la que escenifica todos los espacios naturales donde tiene lugar la historia y que puso a Redford en una situación delicada (en uno de sus primeros papeles puramente dramáticos) de la que salió mucho mejor parado que su personaje en la película.

De nuevo con Paul Newman a su lado, y de nuevo con George Roy Hill detrás de las cámaras, Redford brilló más que nunca en 'El golpe', una vuelta a su faceta más bromista y socarrona en una de las películas con mejor guión de todos los tiempos (aún se enseña en muchas escuelas de cine). En ella se nos cuenta la historia de un timador de poca monta, Johnny Hooker, que quiere dar el gran golpe de su vida y para ello necesitará de la ayuda del experto estafador Henry Gondorff (Paul Newman). Juntos elaborarán el plan más descabellado nunca visto y pondrán en práctica todas las artimañas, tretas y trucos posibles con tal de desplumar al rico Doyle Lonnegan (Robert Shaw).

Si en 'Dos hombres y un destino' Paul Newman era la estrella y Redford el aspirante, aquí el actor californiano eclipsó al ganador del Óscar por 'El color del dinero' con un personaje astuto, muy gracioso pero con un lado sentimental que salía a relucir a mitad del film. Redford ya era una estrella pero fue con 'El golpe' con la que tuvo su primer gran éxito comercial que le permitiría tomar una senda mucho más independiente desde ese momento.

En su cuarta colaboración con Sydney Pollack, el actor californiano nos dejó un trepidante thriller político mucho más real de lo que parecía. En él daba vida a un simple funcionario de la CIA con un peculiar trabajo: leer libros en busca de algún código o mensaje secreto. Un día llega a la oficina y se encuentra con que todos sus compañeros han sido asesinados y es el único superviviente de una masacre cuya causa y autor desconoce. Tras intentar regresar a su casa y comprobar que es víctima de una persecución, el protagonista emprende una huida a la vez que intenta recabar información hasta dar con el responsable de toda la conspiración que se cierne sobre él y el país.

Es muy común la frase de que a veces la realidad supera a la ficción, pero muy certera a la hora de describir cómo 'Los tres días del cóndor' adelantó gran parte del escándalo que estaba por venir durante el mandato del presidente Richard Nixon. Como en su película inmediata a ésta, Redford hace una especie de denuncia a los organismos políticos que ostentan el poder. Lo hacía, eso sí, a través de un personaje que tan pronto era un inofensivo chupatintas como se encontraba secuestrando a Faye Dunaway y disparando contra sus perseguidores (entre ellos el siempre siniestro Max von Sydow) al más puro estilo James Bond.

Al igual que en 'Los tres días del cóndor' y 'El candidato', Redford utilizó su poder en la industria cinematográfica para hacer una serie de películas críticas con el régimen imperante cuya máxima expresión es 'Todos los hombres del presidente'. Basada en el caso real que depararía en el Watergate, Carl Bernstein (Dustin Hoffman) y Bob Woodward (Redford) son dos periodistas de The Washington Post que, tras investigar un caso político de escasa importancia, descubren un sospechoso hilo del que empiezan a tirar hasta encontrarse con una conspiración política en la que la Casa Blanca, en la figura de Richard Nixon, está del todo implicada. La película de Alan J. Pakula obtuvo cuatro premios Óscar, entre ellos el de mejor guion. Pero lo mejor del filme fue su repercusión en gran parte del público, al que consiguió concienciar al mostrarle todo lo que estaba sucediendo de una manera que, sin las actuaciones de sus dos estrellas (y la inestimable ayuda de Gargante Profunda), probablemente no hubiera sido posible.

La vena más romántica hasta entonces menos conocida de Redford terminó de explotar en este melodrama que terminó alzándose con el Óscar a mejor película en 1985. 'Memorias de África' cuenta la historia de Karen Dinese (Meryl Streep), una mujer que se ve obligada a viajar a África Oriental para vivir allí junto a su nuevo esposo, el barón sueco Bror Blixen (Klaus Maria Brandauer). Su decepción y hastío inicial por la vida llena de ataduras que le espera, pronto se ve interrumpida cuando comienza a conocer de verdad la tierra que pisa y la gente que le rodea. Karen se enamora de África por encima de su marido, pero también del cazador inglés Denys Finch Hatton (Robert Redford), el cual lleva una vida del todo opuesta, sin ataduras pero con el mismo sentimiento de amor por la tierra que pisan.

'Memorias de África' nos volvió a mostrar al Redford de toda la vida, alejado de la civilización occidental y buscando la paz en su propia libertad, pero con un matiz aún más romántico. Su compenetración con Streep en la pantalla es, junto a la excelsa fotografía de los paisajes africanos, uno de los grandes baluartes de la película de Pollack, en la sexta colaboración entre el director y el californiano.

Robert Redford se estrenó en el siglo XXI con este intenso thriller de Tony Scott('Enemigo público') que protagonizaba junto a Brad Pitt, con el que ya había trabajado en 'El río de la vida' y a quién muchos señalaban como su gran sucesor. 'Juego de espías' trata sobre el veterano agente de la CIA Nathan Muir y el joven e intrépido Tom Bishop, que ha sido acusado de espionaje y está a punto de ser ejecutado en una cárcel de china. A través de una serie de flashbacks se nos irá contando la relación de mentor y discípulo entre ambos personajes y de por qué, en su último día de servicio, Muir pondrá las relaciones de EEUU y China en peligro con tal de salvar la vida del chico en el que ve reflejado su joven yo. Redford asumió con esta película su nuevo rol y el relevo generacional de héroes que ante él se presentaba en una figura que no podía asemejarse más a la suya, la de Brad Pitt.

Si no fuera por 'The Old Man and the Gun', la mejor despedida de Redford hubiese sido con este sencillo pero emotivo film de J.C. Chandor ('El año más violento'). Sencillo porque está construido en una única localización (un barco) y emotivo porque nos muestra a un ya envejecido Redford pero que parece no haber cambiado un ápice en su cabezonería por dejar atrás todo. Del desierto a las frías montañas pasando por la sabana africana, aquí el actor se enfrentaba a la crueldad del océano, con la cual se topa después de que su barco sufra un choque y comience a hundirse. 'Cuando todo está perdido' constituye una gran joya en la filmografía de Redford en el sentido de que se trata de un film puramente crepuscular, y que como decimos podía haber sido la carta de despedida del actor a la vez que uno de sus mejores y más complicados papeles (por toda la carga física y sin apenas diálogos que entraña) en toda su carrera. Pero, como su personaje en la película, Redford no se dio por vencido tan pronto.

A muchos les sorprenderá ver esta película cerrar la lista pero también fue sorprendente la interpretación que dejó Redford en un papel nunca visto hasta la fecha: el de villano. Y es que, a falta de ver 'The Old Man and the Gun', el de Alexander Pierce es no sólo uno de sus más sonados últimos papeles, sino también uno de los más interesantes de todos. Y es que, acostumbrados a verle como el clásico héroe americano, como el forajido de la ley, aquí se pasa al otro bando para dejar de ser perseguido y convertirse en el perseguidor de Steve Rogers (Chris Evans), el Capitán América, una figura que no en vano recuerda a la de muchos de los personajes de Redford. Pero además, 'Capitán América: El soldado de invierno' es también una de las películas más atípicas de todo el Universo Cinematográfico de Marvel, recordando a los grandes thrillers políticos llenos de espías dobles, persecuciones y traiciones que el propio Redford protagonizaba en los setenta.