Tras elegir a Johnny Depp para recibir el Premio Donostia, el festival de San Sebastian anuncia que también homenajeará a Marion Cotillard con un galardón honorífico que será entregado el 17 de septiembre en la ceremonia de inauguración. En nuestro país, Cotillard acaba de estrenar 'Annette', la última película de Leos Carax y que protagoniza junto a Adam Driver. Cotillard recogerá el premio en persona el mes próximo en una gala que tendrá lugar en el Auditorio Kursaal. La ceremonia contará con público y las entradas se pondrán a la venta el 12 de septiembre.
En la nota de prensa, el Festival destaca la carrera de una actriz que "ha brillado con intensidad en producciones europeas y estadounidenses que la han llevado a desempeñar con igual talento roles dramáticos, cómicos y de acción". Cotillard nació en París en el seno de una familia de artistas en 1975 y tras varios papeles en televisión saltó pro primera vez a la gran pantalla en 1994 con 'L'histoire du garçon qui voulait qu'on l'embrasse' de Philippe Harel. A lo largo de estos 27 años de duro trabajo, Cotillard ha ganado un Oscar, el Globo de Oro, un BAFTA y dos César (y otras cinco nominaciones) entre otros galardones, y ha trabajado a las órdenes de Michael Mann, Christopher Nolan, Steven Soderbergh, James Gray, los hermanos Dardenne, Arnaud Desplechin, Nicole Garcia, Tim Burton y su pareja sentimental, el director y actor Guillaume Canet.
Además de moverse entre Hollywood y el cine europeo, Cotillard es una firme defensora de la preservación del medio ambiente y ha coproducido el documental de Flore Vasseur 'Bigger Than Us', que pretende sensibilizar al público sobre cambio climático y su impacto medioambiental y podrá verse en un Proyección Especial Premio Donostia el sábado 18 de septiembre en el Victoria Eugenia de San Sebastián.
Todo cantando
En 'Annette', actualmente en cines, Cotillard ha demostrado sus dotes no ya para cantar, eso lo sabemos desde 'La vida en rosa (La môme)' y 'Nine', sino para hacerlo mientras fuma, nada o mantiene relaciones sexuales (parece que incluye el primer número músical durante un cunnilingus). Según explica a Indiewire, en esta película todas las canciones se grabaron en vivo ante las cámaras: "Fue muy estresante porque cantar en vivo implica una acción corporal que normalmente no haces mientras cantas. Cuando cantas, todo tu cuerpo está involucrado... Por lo general, cuando cantas, no estás nadando boca arriba, ni te fumas un cigarrillo, ni te acuestas porque altera el sonido ". Pero la decisión no fue baladí ya que lo que Carax quería era desafiar el sonido: "Quería que nos quedáramos sin aliento porque era interesante. Quería que encontráramos el equilibrio entre la emoción y el sonido, el lenguaje corporal, la acción corporal. Fue una experiencia muy intensa. Y aprendí mucho sobre mi firma de cantar mientras hacía esta película porque nada estaba optimizado para un buen sonido"
