Afirmaba el filósofo Noam Chomsky en 1990 que "si los Principios de Nuremberg se aplicaran (en Estados Unidos), se habría ahorcado a todo presidente americano después de Segunda Guerra Mundial". Con esto, el autor se refería a condenar los crímenes de guerra, es decir, a los responsables encargados de mantener prisioneros de guerra o incluso civiles, así como las bajas efectuadas durante los conflictos. En mayor o menor medida, republicanos o demócratas, desde Eisenhower a Obama y por supuesto Donald Trump, todos los presidentes de Estados Unidos han "resuelto conflictos" y por tanto deberían ser considerados, según Chomsky, "criminales de guerra".
De entre todos los presidentes americanos de la historia reciente, uno ha destacado por su temperamento especialmente bélico y, sobre todo, por crear más conflictos de los que resolvió al adentrarse de lleno en la guerra de Irak. George W. Bush afirmaba que este país estaba desarrollando armas de destrucción masiva y por ello legitimó un ataque que duró ocho años y costó la muerte de más de un millón de personas. No se encontraron bombas de destrucción masiva y el juicio popular, asqueado de guerra tras Vietnam o el conflicto coetáneo a Irak en Afganistán, condenó duramente a George W. Bush. De entre todos los presidentes, especialmente este ha pasado a la historia como alguien con quien no te harías una foto si le ves por la calle, por eso ha sorprendido en redes que Ellen DeGeneres mostrara con orgullo en su programa que fue a un partido de fútbol americano con el ex presidente George W. Bush.
Yes, that was me at the Cowboys game with George W. Bush over the weekend. Here's the whole story. pic.twitter.com/AYiwY5gTIS
? Ellen DeGeneres (@TheEllenShow) October 8, 2019
