Mark Waters debe mucho a 'Ponte en mi lugar'. Al fin y al cabo, fue la película que terminó de abrirle las puertas en Hollywood y que le permitió solo un año después dirigir la joya de la corona de su carrera, al menos en iconicidad: 'Chicas malas'.
Con tantos buenos recuerdos hacia la cinta de 2003 protagonizada por Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis, es lógico que el director quisiera regresar para la secuela, teniendo en cuenta que 'Ponte en mi lugar de nuevo' ha tirado de nostalgia en su máxima expresión, recuperando por completo al cast principal de la primera entrega.

Pero Disney tenía otra idea en mente, apostando finalmente por Nisha Ganatra. A tenor de la buena acogida de crítica y público parece que no se han equivocado, lo que no quita que Waters no sienta dolido por la decisión, o especialmente por las formas en las que se ha llevado a cabo. Solo hay que fijarse en su entrevista a Variety para darse cuenta de ello:
"Desgraciadamente no fui invitado a la fiesta. Levanté la mano y dije que me gustaría participar de alguna forma, aunque fuera como una especie de padrino del proyecto como productor ejecutivo, pero no recibí una invitación. Habría estado bien participar, pero quiero seguir creando nuevos proyectos originales que sean éxitos que la gente quiera volver a hacer dentro de 20 años. No puedes preocuparte por los proyectos en los que no participas, aunque habría sido divertido, está claro. Recibí mensajes de varios miembros del reparto mientras rodaban que me decían: '¿Dónde diablos estás, Waters?'. ¡No os he abandonado! Lo siento, no ha sido cosa mía".

Su relación con Lindsay Lohan
Puede que una de las personas que le mandara ese mensaje fuese Lindsay Lohan. Al fin y al cabo, Waters estuvo presente en dos años cruciales en la vida del artista, 2003 y 2004, cuando en su pico de popularidad rodó 'Ponte en mi lugar' y 'Chicas malas'. El director ha hablado sobre cómo era ella en ese momento y lo mucho que ha cambiado (para bien) desde entonces:
"Cuando era más joven se dejó llevar por el atractivo de la fama y todo lo que ello significaba. No buscaba necesariamente los mejores proyectos. Al fin y al cabo, era solo una chica joven, y no tenía a nadie a su alrededor que la orientara bien. Ahora tiene la cabeza bien puesta, pero en realidad siempre hemos sido amigos. Nos reencontramos hace poco en Nueva York cuando ella estaba rodando una película para Netflix. Cuando nos vimos dijimos que sería divertido encontrar una excusa para hacer algo juntos de nuevo".