å

MINORÍAS EN EL CINE ESPAÑOL

Nos preocupamos mucho por las minorías en Hollywood, pero ¿qué pasa con el cine español?

Casos como 'Campeones' y 'Carmen y Lola' demuestran que el futuro de nuestra industria pasa por potenciar la representación de la diversidad de nuestra sociedad.

Por Javier Pérez Martín 30 de Marzo 2019 | 14:15

Comparte:

¡Comenta!

En los últimos años, el cine y la televisión se han convertido en un campo de batalla. La cuestión de la representación ha ocupado el centro de la conversación cinéfila y seriéfila. Algunos exigen más personajes femeninos protagonistas, más diversidad racial, un espectro más amplio de identidades y orientaciones sexuales. La llegada de 'Capitana Marvel' a los cines fue solo el último ejemplo: adscribiéndose a la corriente feminista con hashtags como #MujerTeníaQueSer y una narrativa activista centrada en el discurso de su protagonista Brie Larson, la 21ª cinta de Marvel consiguió ser el sexto mejor estreno mundial de la historia. Un triunfo de marketing, sin duda, pero también una prueba más de que la ficción ha encontrado en la diversidad un camino hacia la relevancia. Es una conversación que se ha filtrado desde Estados Unidos a los medios y las redes sociales en los demás países, ¿pero qué pasa con las minorías en el cine español?

'Campeones'

El año pasado hubo dos ejemplos que demostraron que la diversidad vende entradas también en España. 'Campeones', ganadora del Goya a Mejor película y la cinta más taquillera del año (19 millones de euros, 3,2 millones de espectadores), y 'Carmen y Lola', una película muy pequeña que se estrenó en Cannes, sorprendió en la taquilla (más de 411 mil euros y 76 mil espectadores) y consiguió el Goya a la dirección novel para Arantxa Echevarría. La primera era una comedia sobre un grupo de personas con diversidad funcional, la segunda un drama sobre dos jóvenes gitanas que se enamoran.

Arantxa Echevarría recuerda con una sonrisa la respuesta de los productores cuando empezó a levantar 'Carmen y Lola': "¿Pero esto quién lo va a ver?". Esos mismos productores después se le han acabado acercando, arrepentidos, en los festivales y en los Goya. ¿Tan improbable era que una película de minorías funcionase en taquilla?

"Decidimos ponerla en los cines Islazul de Madrid, un sitio de colonia de gitanos donde van los chicos y chicas jóvenes adolescentes a ligar, y la sala se llenaba", nos cuenta. "Tenían curiosidad por ver la película y muchas ganas de ver cómo se retrataba su mundo, y sobre todo la historia de amor de dos chicas. El público gitano fue al final uno de los grandes tirones de taquilla". Una de las claves del éxito de 'Carmen y Lola' fue que Echevarría enfocó su cámara en una minoría que no suele tener su espacio en el cine y la televisión en España, a menos que se trate de estereotipos y caricaturas. "Una señora se me acercó y me dijo «esto es como un documento». No sé si quería decir documental, pero para ella era como el día a día de una familia gitana de clase media-baja y le parecía que estaba muy bien representado".

'Carmen y Lola'

Pero también fue importante retratar una minoría dentro de otra, aunque la directora no niega que sentía algo de miedo a la respuesta por parte de una comunidad en la que el machismo y la homofobia están muy extendidos. Resultó estar haciendo algo muy necesario: "Mogollón de chicas gitanas jóvenes me han escrito, hay gente que se ha tatuado el pajarito que dibuja Lola... Imagínate los adolescentes gays, tanto chicos como chicas, gitanos. Se han volcado con la peli, me han escrito parejas de chicas contándome que su historia era igual".

Casos como el de 'Carmen y Lola' y 'Campeones' (una película que también costó financiar) abren la puerta a que se hable de la representación de las minorías en España. En 'Dolor y gloria', la última película de Pedro Almodóvar, el protagonista (un alter ego del manchego interpretado por Antonio Banderas) tiene una criada latinoamericana y acude a unos hombres africanos de Lavapiés para comprar droga. Esa es toda la representación no caucásica de la película, pero lo cierto es que Almodóvar está mostrando su propia experiencia (centrada, ademas, en otra minoría: el colectivo LGTB). ¿Por qué debería luchar él contra todos los estereotipos?

"No nos sentimos identificados con nadie"

Los padres de Quan Zhou Wu son inmigrantes chinos, pero ella es española. Más que española: andaluza, tanto que en las redes sociales se hace llamar Gazpacho Agridulce y cuenta su experiencia como ciudadana descendiente de inmigrantes. Por ejemplo, el fin de semana del estreno de 'Perdiendo el este', la comedia española protagonizada por Julián López, Quan volcó en su cuenta de Instagram sus preocupaciones con respecto a la representación asiática en el cine español: "Otra vez los mismos tópicos de catetos, humor rancio...". Eso sí, para alguien que es "de difícil ofensa" y que asegura creer "mucho en la libertad de expresión", el problema de fondo es este: "No hay nada más que eso, no hay comedia romántica, drama indie, lo único que hay en los medios son caricaturas y tópicos".

Ver esta publicación en Instagram

Charlas sexuales de madre: Amor todas las noches ? #tequierocontralapared

Una publicación compartida de Quan Zhou (@gazpachoagridulce) el

Quan ha crecido sin que las pantallas españolas le devolvieran su reflejo. "De pequeña me llamaban la china cudeiro, por 'Humor amarillo', y de hecho esos son japoneses", recuerda con una sonrisa amarga. "Cuando apareció 'Mulan', fue la única referencia que tuve en la cultura occidental (...). Creces sintiéndote aislada, porque los niños quieren ser astronautas o futbolistas cuando los ven y se sienten identificados. En nuestro caso no nos sentimos identificados con nadie". Su familia recurría a las telenovelas chinas, un contenido que ahora tiene mucho éxito, incluso entre españoles, en Internet: Rakuten tiene una plataforma llamada Viki en la que ofrece contenido coreano, chino, taiwanés y japonés. Pero creciendo en los 90, Quan recuerda que tenían que esperar que algún familiar de visita les trajese cintas de video grabadas.

"La falta de referentes hace que algunos ni se planteen ser actores, por ejemplo", acuña Arantxa Echevarría, que tiene clara una de las consecuencias positivas directas de un éxito de representación como 'Carmen y Lola'. "Si en cambio les dices a tus padres que quieres ser como las protagonistas de 'Carmen y Lola', nominadas a los Goya, que se han recorrido medio mundo y han ido a Cannes...". Las ideas nacen de los referentes, y referentes es lo que necesitan comunidades que viven entre nosotros pero aún están marcadas por la marginalidad. Quan echa de menos en España un caso como 'Crazy Rich Asians', un éxito en la taquilla estadounidense de 2018, dirigido y protagonizado por personas de ascendencia asiática. Warner Bros. decidió no estrenarla en los cines españoles, quizá por miedo a que no encontrara su público en nuestro país.

"La televisión y el cine españoles están hechos por una mayoría no racializada", asegura Quan, lo que hace inevitable que las realidades raciales queden en un segundo plano o directamente olvidadas. El caso de 'Dolor y gloria' es representativo de una industria que aún no se preocupa por mostrar fielmente la compleja realidad de las minorías en España. ¿Qué personajes inmigrantes hay en la ficción española? "El Machu Pichu" de 'Aída' es probablemente el ejemplo más útil: un conjunto de clichés al servicio del humor. Un humor hecho por y para españoles caucásicos. Ficciones como 'Vis a vis', un oasis de diversidad y visibilidad compleja y fiel, son más la excepción que la regla.

Machu Pichu en 'Aída'

Pero hay otro problema de fondo que impide que las minorías lleguen a ponerse detrás de la cámara: la falta de formación básica. Arantxa Echevarría propone un comienzo: "Hay que darles a los gitanos el dinero, las bases y el concepto y que ellos determinen cómo hacerlo y cómo gastarlo". Y hay que empezar cuanto antes, porque el camino será largo: "'Crazy Rich Asians' es la primera gran producción estadounidense con un elenco totalmente asiático, y allí la primera Chinatown lleva desde 1.800 y pico", avisa Quan. "Espero que aquí no tardemos 200 años en hacer una película normal con un elenco racializado".

Quan no descarta contar su experiencia en el audiovisual en el futuro, pero quizá debería ponerse en contacto con Arantxa Echevarría. La directora de 'Carmen y Lola' planea plasmar en su segunda película el mundo de dos adolescentes de ascendencia china que han nacido en el País Vasco y hablan tanto español como euskera. "Sus padres siguen agarrados a su tradición, a su cultura, y para nosotros esta segunda y tercera generación de inmigrantes sigue siendo un misterio. Les vemos como si fueran extraterrestres, es una situación muy complicada para ellos", explica la realizadora, aunque admite que el proyecto está "todavía muy verde". Eso sí, ya no le va a costar financiarlo tanto como 'Carmen y Lola'.

"Me repatea que presupongan que soy buena persona"

Que no todas las barreras son culturales es algo que sabe de primera mano Roberto Pérez Toledo. Aunque a él ir en silla de ruedas no le ha impedido escribir y dirigir más de una treintena de cortometrajes y dos películas. Él vivió con alegría el éxito de 'Campeones', aunque tiene sus reservas: "Es una película que consigue llegar a un público enorme, con elementos comerciales, y admiro muchísimo a Javier Fesser, pero no ayuda a visibilizar la discapacidad de una manera normalizada".

Lo que Pérez Toledo (o como se apoda en las redes sociales, @mividarueda) persigue es "mostrar la diversidad funcional sin condescendencia, sin historia de superación, sin que se trate a las personas con discapacidad como superhéroes". Está relacionado con lo que Quan reivindica para las minorías racializadas: mostrar una realidad compleja en la que las minorías puedan verse representadas de forma fiel.

Según el director, películas como 'Campeones' o 'Intocable' (o su remake estadounidense, 'The Upside', que llega en unas semanas a Amazon Prime Video) caen en el "capacitismo", otra forma de discriminación contra las personas con discapacidad. "A mí me repatea que presupongan que soy buena persona, un ángel que necesita un trato especial, solo por ir en silla de ruedas". Como alguien que pertenece a dos minorías, el director es cada vez más consciente de ese campo de batalla que es ahora la cultura audiovisual. "El cine y los cortos son una herramienta para enseñar cosas a la gente, para cambiar un poco el mundo", algo que ha visto claro con sus historias protagonizadas por personajes LGTB. "Me escribe gente diciendo que han usado mis cortos para salir del armario ante sus padres, o que con ellos se han dado cuenta de que no son unos bichos raros".

Aunque hemos podido ver personajes con diversidad funcional en sus películas (Verónica Echegui interpretaba a una mujer ciega en 'Seis puntos sobre Emma', y el protagonista de 'Como la espuma' iba en silla de ruedas), Pérez Toledo se ha propuesto darle más caña a este tema en sus proyectos futuros. Recuerda que su referente infantil era el protagonista de 'Mi amigo Mac': "Me sirvió para darme cuenta de que un chico en una silla de ruedas puede protagonizar una historia de ciencia ficción". Ese poder de la ficción, que transciende más allá del entretenimiento, le ha llevado a reflexionar en los últimos tiempos. "Quiero ser un poco más responsable con la diversidad funcional en mis historias", confiesa. "Por lo menos ahora, si vas con un proyecto con discapacidad a un productor no te va a poder decir que el tema no funciona en el cine".