Richard Gere mendigando y otros 6 actores que experimentaron con sus personajes

Antes de ser uno de los rostros más reconocibles de Hollywood, Robert De Niro pudo permitirse conducir un taxi por las calles de Nueva York para preparar el rol de Travis Bickle. El legendario actor se hizo con la licencia de taxista y ejerció la profesión durante turnos de doce horas, y no dejó de lado la costumbre durante el rodaje de 'Taxi Driver', ya que en los descansos de la grabación volvía a recoger pasajeros para no salir de la atmósfera de soledad en constante movimiento de uno de sus personajes más emblemáticos.

El momento álgido de la carrera de Brody fue el alud de elogios que recibió por su encarnación de un pianista polaco judío durante la II Guerra Mundial. El personaje exigía mucho más que sus anteriores trabajos, y el actor neoyorkino fue capaz de sumergirse en el drama de este individuo. Decidió desconectar del mundo -empezando por su teléfono- y se trasladó a Europa cargado de un teclado y ligero de equipaje, lo cual, además de su intenso aprendizaje de piano y una considerable pérdida de peso, le valió un Oscar y una novia menos.

Probablemente uno de los casos más extremos de introducirse en el cerebro del personaje. La elección de Ledger como nuevo Joker fue criticada en su momento, a pesar del talento demostrado por el joven prodigio, pero él no escatimó en preparación para enmudecer al mundo con su versión de la némesis de Batman. Encerrado en un apartamento, elaboró un diario, cargado de todo tipo de referencias, que le guió para comprender la anárquica mente del imprevisible villano. El resultado quedó plasmado magistralmente y fue la perfecta carta de despedida de un actor que falleció antes de ver su locura desatada y contenida en las pantallas de cine.

Woody Allen reconoció algo que puede parecer bastante obvio, que Joaquin Phoenix es un hombre muy intenso. Pero ese no es el único adjetivo con el que se puede definir al talentoso actor, ya que la imprevisibilidad es otra de sus habilidades más explotadas. Los medios y el público cayeron en su trampa cuando en 2008 anunció que se retiraba de la interpretación para convertirse en rapero. Casey Affleck documentó este engaño, con el que Phoenix dejó claro que se interpreta bien hasta a sí mismo, con las complicaciones que eso puede conllevar.

Experimentar es el pan de cada día de Daniel Day-Lewis, que prepara a conciencia roles diametralmente opuestos entre sí. Cazando su propia comida en 'El último mohicano', negándose a levantarse de la silla de ruedas en 'Mi pie izquierdo' o enviando mensajes de texto a sus compañeros de reparto de 'Lincoln' como si se tratara del propio presidente de Estados Unidos. Tres Oscars después, Day-Lewis se mantiene firme con su método y cada nuevo personaje es una nueva experiencia para él.

La vida de Shia LaBeouf se ha convertido en una performance artística ininterrumpida. La muestra más reciente de esto fue la maratón de sus propias películas en un cine de Nueva York, que fue retransmitida en directo por streaming y de la que LaBeouf salió muy satisfecho. Expulsado de una representación de 'Cabaret', con una bolsa de papel en la cabeza y enfrentado con un mendigo, son algunos de los suculentos titulares que nos ha dejado. Su implicación con los papeles que interpreta también es extrema, arráncandose un diente para 'Corazones de acero' o tomando ácido para 'Charlie Countryman'. Y lo mejor es que tenemos Shia para rato.

Es habitual ver cambios de registro en los actores, pero que el hombre que conquistó a Julia Roberts -y a medio mundo- con 'Pretty Woman' se eche a la calle para dar vida a un mendigo ha sido un giro inesperado. Gere probó el suelo de las calles de Nueva York durante el rodaje de 'Invisibles', y él mismo ha reconocido que casi no le reconocieron y que le sorprendió el aislamiento de la gente cuando camina por la calle. Desde esa nueva perspectiva, despojado de su fama, el veterano actor ha mostrado una nueva faceta. Pero que tenga cuidado, que si Shia anda cerca y le ve disfrazado de mendigo puede que se enfrente con él para quitarle el gorro.