å

DIVAS INMORTALES

Las grandes divas del Hollywood clásico

Vivien Leigh, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Gloria Swanson... nuestro homenaje a las más inolvidables divas de la Era Dorada de Hollywood.

Por Israel Calzado López 5 de Noviembre 2016 | 17:55

Comparte:

Ver comentarios (4)

Cuenta la leyenda que Vivian Mary Hartley, o Vivien Leigh, llegó al papel que le encumbraría para décadas venideras casi por casualidad; descartada del casting de 'Lo que el viento se llevó' por ser una desconocida actriz británica casi sin experiencia, George Cukor (el primer realizador contratado para dirigir el film) se fijó en ella cuando la joven visitaba, acompañada por su pareja Laurence Olivier, la filmación de la famosa secuencia del gran incendio, una de las pocas escenas que se podían rodar sin haber cerrado el elenco (salvo Gable, todos los que aparecen son dobles) y que se llevó a cabo aprovechando la quema de viejos decorados obsoletos y abandonados de la Metro (entre ellos, el de la mítica 'King Kong').

Clark Gable y Vivien Leigh en 'Lo que el viento se llevó'

Aunque pasarían tres directores por este proyecto que parecía maldito (tras el despido de Cuckor, Sam Wood se hizo cargo fugazmente hasta que llegó Victor Fleming, recién finalizada la producción de 'El mago de Oz'), ninguna desechó a la joven Leigh, que demostró ser ingenua y pizpireta o ambiciosa y arrogante según las necesidades del guion. Suyo fue, por méritos propios, uno de los ocho premios de la Academia que cosechó el film: ella era Scarlett O'Hara.

Con tesón y mucho trabajo, Leigh conseguiría desprenderse poco a poco del personaje (los fans de la novela original de Margaret Mitchell solo le querían ver en una eventual secuela del film), en una veintena de trabajos que, en algunos casos, llegaron a ser memorables. Nacida el 5 de noviembre de 1913, Vivien era una de las grandes actrices del Hollywood de la Edad de Oro, a las que homenajeamos a continuación.

Grandes divas del Hollywood clásico

Lauren Bacall

Lauren Bacall

La aparente frialdad de su mirada escondía en realidad una personalidad tan felina como la de casi todos sus personajes, algunos de ellos compartiendo set y pantalla con su marido, el inigualable Humphrey Bogart: 'Tener y no tener' (Howard Hawks, 1944), 'El sueño eterno' (Hawks, 1946), 'La senda tenebrosa' (Delmer Daves, 1947), 'Cayo Largo' (John Huston, 1948)... El reconocimiento de la Academia llegó tarde y, para muchos, en falso: una única nominación como actriz de reparto por una película menor, 'El amor tiene dos caras' (Barbra Streisand, 1996) que perdió frente a Juliette Binoche, y un Oscar honorífico en 2010, casi en el ocaso de una carrera en la que se mantuvo activa hasta poco antes de su fallecimiento en 2014.

Lauren Bacall en eCartelera

Ingrid Bergman

Ingrid Bergman

Hija de sueco y alemana y sin parentesco alguno con el cineasta Ingmar Bergman (que, de hecho, era tres años menor que ella), su rostro de risueña melancolía parecía predisponerla para personajes físicamente débiles, una etiqueta que ella supo superar gracias a 'Intermezzo' (Gustaf Molander, 1936), 'El pacto de las cuatro' (Carl Froelich, 1938) y, sobre todo, 'Casablanca' (Michael Curtiz, 1942), película que le consagró en el firmamento hollywoodiense. Sin embargo, fue extremadamente prudente en su carrera, y se nos hace poco el medio centenar de películas que protagonizó. Siete veces nominada al Oscar, premio que ganó en tres ocasiones: como protagonista en 'Luz que agoniza' (George Cukor, 1944) y 'Anastasia' (Anatole Litvak, 1956); y como secundaria por su memorable trabajo en 'Asesinato en el Orient Express' (Sidney Lumet, 1974). Casada con el cineasta Roberto Rossellini y madre de la musa lynchiana Isabella Rossellini, falleció el mismo día que había nacido, un 29 de agosto, entrando en el panteón de los mitos del celuloide.

Ingrid Bergman en eCartelera

Bette Davis

Bette Davis

'Peligrosa' (Alfred E. Green, 1935) (primer Oscar), 'Jezabel' (William Wyler, 1938) (segundo Oscar), 'La extraña pasajera' (Irving Rapper, 1942), '¿Qué fue de Baby Jane?' (Robert Aldrich, 1962)... y, por supuesto, la Margo Channing de 'Eva al desnudo' (Joseph L. Makiewicz, 1950), el papel por el que, seguramente, siempre le identificaremos. Ciento veinticuatro películas (entre 1931 y 1989), once veces candidata a la estatuilla más preciada de Hollywood, y una personalidad tan arrebatadora como sus incomparables ojos, esos que merecieron incluso un éxito pop de Kim Carnes versionado posteriormente por Kylie Minogue o Taylor Swift. Aún hoy se recuerda su mítico paso por el Festival de San Sebastián de 1989, su última aparición pública pocos días antes de fallecer.

Bette Davis en eCartelera

Marlene Dietrich

Marlene Dietrich

Como en el caso de Ingrid Bergman, nos hubiera gustado poder ver mucho más de Marlene Dietrich (56 películas en toda su filmografía), teniendo en cuenta, además, que gran parte de su carrera, desarrollada en la Alemania pre-II Guerra Mundial, resulta a día de hoy prácticamente inaccesible para un gran público que de esta época recordará, sobre todo, 'El ángel azul' (Josef von Sternberg, 1930), director con quien daría el salto a América aquel mismo año para firmar 'Marruecos' (su primera y, sorprendentemente, única nominación al Oscar en toda su trayectoria) y, consecutivamente, 'Fatalidad' (1931), 'El expreso de Shanghai' (1932) y 'La venus rubia' (1932). Entre sus trabajos más recordados: 'Sueños de gloria' (Eddie Sutherland, 1944), donde se interpretó a sí misma; 'Berlín occidente' (Billy Wilder, 1948); 'Pánico en la escena' (Alfred Hitchcock, 1950); su efímera aparición en 'La vuelta al mundo en ochenta días' (Michael Anderson, 1956); 'Testigo de cargo' (Wilder, 1957); 'Sed de mal' (Orson Welles, 1958); o 'Vencedores o vencidos' (Stanley Kramer, 1961). Retirada en París, Francia, desde finales de los años setenta, el ángel azul echó a volar al cielo en 1992, a la edad de 90 años.

Marlene Dietrich en eCartelera

Greta Garbo

Greta Garbo

Gélida y fascinante, la actriz nórdica traspasó la pantalla al encarnarse en 'Anna Karenina' (Edmund Goulding, 1927) para después, gracias a ese halo de perturbador misterio, convertirse por dos veces en 'Anna Christie' (Clarence Brown / Jacques Feyder, 1930), en 'Susan Lenox' (Robert Z. Leonard, 1931), en 'Mata Hari' (George Fitzmaurice, 1931), en 'La reina Cristina de Suecia' (Rouben Mamoulian, 1933), en 'Margarita Gautier' (George Cukor, 1936) o en 'Ninotchka' (Ernst Lubitsch, 1939). Lástima que solo hiciera treinta y dos largometrajes, y, tras cuatro nominaciones fallidas, la Academia le otorgó un Oscar honorífico en 1955 "por sus inolvidables interpretaciones en la pantalla". Pero Greta, con todo su Garbo, no se presentó a recogerlo.

Greta Garbo en eCartelera

Ava Gardner

Ava Gardner

De la planta tabaquera de su familia en Carolina del Norte hasta el olimpo hollywoodiense, Ava Lavina Gardner tuvo que superar cerca de una veintena de papeles no acreditados en cortos y largometrajes de segunda fila, hasta que por fin se ganó una cierta reputación que le llevaría a protagonizar 'Forajidos' (Robert Siodmak, 1946), junto con Burt Lancaster. Tras 'Venus era mujer' (William A. Seiter, 1948) o 'Pandora y el holandés errante' (Albert Lewin, 1951) se convirtió en musa de exóticas y románticas aventuras como 'Las nieves del Kilimanjaro' (Henry King, 1952), 'Mogambo' (John Ford, 1953) o '55 días en Pekín' (Nicholas Ray, 1963), además de regalarnos otras perlas impagables en diversos géneros: del noir 'La condesa descalza' (Joseph L. Mankiewicz, 1954), al dramatismo de 'La noche de la iguana' (John Huston, 1964), sin olvidar su incursión en el cine de catástrofes mainstream con 'Terremoto' (Mark Robson, 1974). La Academia aún tiene pendiente rendirle tributo como se merece, aunque ya tenga que ser a título póstumo.

Ava Gardner en eCartelera

Judy Garland

Judy Garland

Belleza, talento, carisma y don de gentes: un verdadero diamante en bruto que se convirtió, casi siempre obligada, en una de las niñas prodigio más solicitadas (por no decir explotadas) del Hollywood de los años treinta. Alcanzó el estrellato siendo una preadolescente gracias a 'Locuras de estudiantes' (David Butler, 1936), 'Melodía de Broadway 1938' (Roy del Ruth, 1937) y 'Everybody Sing' (Edwin L. Marin, 1938), y aunque le pilló algo crecidita, incluso los más críticos se enamoraron de ella como Dorothy en 'El mago de Oz' (Victor Fleming, 1939). Con Mickey Rooney formó una de las parejas artísticas más aclamadas de la historia, tanto en la pantalla como en los escenarios, hasta que el tiempo y la edad hizo imposible mantenerlos como dúo juvenil. Aunque en su madurez aún nos ofreció trabajos tan interesantes como 'Ha nacido una estrella' (George Cukor, 1954) o la dramática o 'Vencedores o vencidos' (Stanley Kramer, 1961), lo cierto es nunca terminó de superar los estragos de la edad, falleciendo prematuramente a los 47 años tras una sobredosis accidental de barbitúricos.

Judy Garland en eCartelera

Rita Hayworth

Rita Hayworth

Su melena ondulante, sus larguísimos guantes y su 'Put the Blame on Mame' convirtieron a Margarita Carmen Cansino, casi sin pretenderlo, en mito sexual de la década de los cuarenta (y venideras) gracias a su inolvidable 'Gilda' (Charles Vidor, 1946), hasta el punto de ser nombrada en el título original del relato de Stephen King ('Rita Hayworth and the Shawshank Redemption') que se convertiría en la fabulosa película de Frank Darabont 'Cadena perpetua' (1994). Más allá de su transversal protagonismo en este drama carcelario, Rita Hayworth, hija de un español y de una irlandesa, llegó a Hollywood en 1933 formando parte del Spanish Ballet. A los dos años ya estaba haciendo pequeños papeles en films de Serie B, hasta lograr un papel de cierto peso en 'Solo los ángeles tienen alas' (Howard Hawks, 1939). A partir de ahí, el estrellato: 'Sangre y arena' (Rouben Mamoulian, 1941), 'The Strawberry Blonde' (Raoul Walsh, 1941) o 'Las modelos' (Vidor, 1944), entre otras, tocando el techo con la ya citada 'Gilda', un éxito arrollador que no volvería a repetirse en su carrera.

Rita Hayworth en eCartelera

Audrey Hepburn

Audrey Hepburn

Decían que tenía 'Una cara con ángel' (Stanley Donen, 1957), pero ya nos había enamorado de ella cuando la vimos montando en Vespa en aquellas inolvidables 'Vacaciones en Roma' (William Wyler, 1953), debatiéndose entre Bogart y Holden en 'Sabrina' (Billy Wilder, 1954) o sobreviviendo a una épica 'Guerra y paz' (King Vidor, 1956). Ya fuese bajo un hábito ('Historia de una monja', Fred Zinnemann, 1959), rasgando la guitarra bajo el alféizar de la ventana ('Desayuno con diamantes', Blake Edwards, 1961), jugando a los espías ('Charada', Donen, 1963), codeándose con la alta sociedad ('My Fair Lady', George Cukor, 1964), sobreviviendo a unos criminales a pesar de su ceguera ('Sola en la oscuridad', Terence Young, 1967) o cantándole las cuarenta a un talludito hombre de Sherwood ('Robin y Marian', Richard Lester, 1976), Audrey Hepburn siempre nos fascinó. En 'Always' (1989) Spielberg le regaló su última aparición en la pantalla, precisamente como ángel de la guarda de un aturdido Richard Dreyfuss que se negaba a dejar este mundo; hablamos de una película fallida, pero de un cierre redondo a una carrera prácticamente perfecta.

Audrey Hepburn en eCartelera

Katharine Hepburn

Katharine Hepburn

Quitémonos el sombrero, damas y caballeros: estamos ante la única actriz con cuatro premios de la Academia en su casa. Los que consiguió por 'Gloria de un día' (Lowell Sherman, 1933), 'Adivina quién viene esta noche' (Stanley Kramer, 1967), 'El león en invierno' (Anthony Harvey, 1968) y 'En el estanque dorado' (Mark Rydell, 1981). Más allá de galardones y nominaciones (nos falta tiempo y espacio para hablar de los Globos de Oro, los BAFTA o el premio obtenido en Cannes en 1962), hablamos de una de las actrices más talentosas, queridas y recordadas que ha dado Hollywood, merced no solo a su incuestionable capacidad de trabajo, sino también a una larguísima carrera de más de seis décadas frente a las cámaras. ¿Quién no le recuerda en 'La fiera de mi niña' (Howard Hawks, 1938), 'Historias de Filadelfia' (George Cukor, 1940), 'La costilla de Adán' (Cukor, 1949), 'La reina de África' (John Huston, 1951) o 'De repente, el último verano' (Joseph L. Mankiewicz, 1959)? Palabras mayores.

Katharine Hepburn en eCartelera

Grace Kelly

Grace Kelly

Si Hollywood puede llegar a ser la materialización de los sueños de fortuna y gloria, el caso de Grace Patricia Kelly fue un paso más allá: de debutar en 'Solo ante el peligro' (1952) de la mano de Fred Zinnemann y Gary Cooper a convertirse en musa de Hitchcock ('Crimen perfecto', 1954; 'La ventana indiscreta', 1954; 'Atrapa a un ladrón', 1955) solo hubo un paso ('Mogambo', John Ford, 1953), y cuando nos quisimos dar cuenta, la Kelly renunció al cuento de hadas para convertirse en una auténtica princesa, contrayendo matrimonio con Raniero III de Mónaco. Su vida se truncó trágicamente el 14 de septiembre de 1982, en un terrible accidente automovilístico en la misma carretera cercana al Principado donde tres décadas atrás había desafiado a Cary Grant en la ya citada 'Atrapa a un ladrón'.

Grace Kelly en eCartelera

Vivien Leigh

Vivien Leigh

¿Hubo vida antes de Scarlett O'Hara? Sí: casi una decena de películas copaban el currículum de Vivien Leigh antes de que se dejara caer por el set de 'Lo que el viento se llevó' (Victor Fleming, 1939), pero sin duda fue la megalómana y apoteósica adaptación de la novela de Margaret Mitchell la que le encumbró a los altares de Hollywood. Y eso que fue rechazada de los primeros castings y que costó convencer a su partenaire, Clark Gable... Leigh sorprendería gratamente a propios y a extraños gracias a 'El puente de Waterloo' (Mervyn LeRoy, 1940), 'César y Cleopatra' (Gabriel Pascal, 1945), 'Ana Karenina' (Julien Duvivier, 1948) y, principalmente, 'Un tranvía llamado Deseo' (Elia Kazan, 1951): su arrolladora Blanche Dubois le proporcionaría el segundo Oscar de su carrera. Aún haría cuatro películas más, quizá menos recordadas, antes de fallecer en 1967, con 53 años, víctima de tuberculosis.

Vivien Leigh en eCartelera

Marilyn Monroe

Marilyn Monroe

Marilyn. ¿Qué se puede decir de ella? Imposible separar a la mujer de la actriz, del mito y del icono, que aún hoy, medio siglo después de su prematura muerte (36 años), sigue fascinando a espectadores y cinéfilos de diferentes generaciones. Más allá de la turbia nebulosa que sigue rodeando aquel 5 de agosto de 1962, quedémonos con un puñado de sus más inolvidables películas: de secundaria en 'La jungla de asfalto' (John Huston, 1950) o 'Eva al desnudo' (Joseph L. Makiewicz, 1950) a protagonista absoluta en 'Niágara' (Henry Hathaway, 1953), 'Los caballeros las prefieren rubias' (Howard Hawks, 1953), 'Cómo casarse con un millonario' (Jean Negulesco, 1953), 'La tentación vive arriba' (Billy Wilder, 1955), 'Bus Stop' (Joshua Logan, 1956), 'El príncipe y la corista' (Laurence Olivier, 1957), 'Con faldas y a lo loco' (Wilder, 1959), 'El multimillonario' (George Cukor, 1960) y 'Vidas rebeldes' (Huston, 1961). Única, arrebatadora, irrepetible.

Marilyn Monroe en eCartelera

Kim Novak

Kim Novak

A comienzo de los años cincuenta comenzó a forjarse una carrera a base de papeles pequeños en películas menores, hasta que destacaron 'Picnic' (Joshua Logan, 1955) y 'El hombre del brazo de oro' (Otto Preminger, 1955). Hitchcock quedó tan prendado de ella en el set de 'Vértigo. De entre los muertos' (1958) que quiso convertirla en su nueva Grace Kelly, pero Kim Novak no volvería a trabajar con el cineasta. 'Me enamoré de una bruja' (Richard Quine, 1958), 'En mitad de la noche' (Delbert Mann, 1959), 'La misteriosa dama de negro' (Quine, 1962), 'Bésame, tonto' (Billy Wilder, 1964) o 'Moll Flanders' (Terence Young, 1965) son algunos de sus más recordados papeles, antes de casi desaparecer en el universo de las TV-movies de tercera división. Aún tuvo un celebrado comeback en la televisiva 'Falcon Crest' durante la segunda mitad de los años ochenta. Retirada del mundo del espectáculo desde 1991, en la actualidad vive con su marido en un rancho de caballos en Oregón.

Kim Novak en eCartelera

Gloria Swanson

Gloria Swanson

Hablar de Gloria Swanson es hablar de la mismísima Historia de Hollywood. Empezó muy joven, con tan solo quince años, y cuando las películas eran mudas y cortas. Luego llegarían los mediometrajes y los largos, y supo adaptarse y sobrevivir a la llegada del sonido. Y, sin embargo, llegó un momento en que (¿el público? ¿los productores? ¿las mayors?) se cansaron de ella. Le desecharon. Ya no sonaba el teléfono. Nadie supo retratar de manera más certera y afilada ese mundo del espectáculo de usar y tirar que el gran Billy Wilder en 'El crepúsculo de los dioses' (1950) y Norma Desmond no era sino una proyección de la propia Swanson, olvidada desde hacía casi una década. Después hubo algunos papeles menores, sobre todo en la recién nacida televisión, pero ya nada fue igual. Eso sí, antes de retirarse, Swanson, en toda su gloria, se interpretaría a sí misma en 'Aeropuerto 75' (Jack Smight, 1974), la enésima revisitación de un trillado género mainstream que se había adueñado de Hollywood y que daba ya sus últimos coletazos. Para muchos, fue una despedida en forma de celebrado cameo; para otros, fue una sutil butifarra a una industria que se había permitido el lujo de abandonar grandes talentos como ella en pos de una producción rápida y económica que descuidaba la calidad de las películas.

Gloria Swanson en eCartelera

Elizabeth Taylor

Elizabeth Taylor

El talento interpretativo de Elizabeth Rosemond Taylor solo es comparable a su inestable y mediática vida sentimental: ocho matrimonios y otros tantos divorcios, dos de ellos con Richard Burton, entre 1950 y 1996. Quedémonos con la Liz intérprete y talentosa, la que pasó del cine infantil (debutó con diez años en 'There's One Born Every Minute', de Harold Young, en 1942) a ganarse poco a poco un merecido respeto y reconocimiento: 'Mujercitas' (Mervyn LeRoy, 1949), 'El padre de la novia' (Vincente Minnelli, 1950), 'Ivanhoe' (Richard Thorpe, 1952), 'La última vez que vi París' (Richard Brooks, 1954), 'Gigante' (George Stevens, 1956), 'La gata sobre el tejado de zinc' (Brooks, 1958), 'De repente, el último verano' (Joseph L. Mankiewicz, 1959), 'Cleopatra' (Mankiewicz, 1963), '¿Quién teme a Virginia Woolf?' (Mike Nichols, 1966)... y así, hasta completar setenta y seis películas, dos Oscar, tres nominaciones más y un Premio Humanitario Jean Hesholt. Se retiró en 2001 y falleció diez años después, a la edad de setenta y nueve años.

Elizabeth Taylor en eCartelera

Natalie Wood

Natalie Wood

Lo suyo sí que fue talento precoz: hizo sus dos primeras películas (no acreditadas) con tan solo cinco años, y con ocho ya empezaría una carrera imparable que le llevaría a encadenar veinte rodajes consecutivos entre 1946 y 1952. Pero sus papeles más memorables estaban aún por llegar: 'El cáliz de plata' (Victor Saville, 1954), 'Rebelde sin causa' (Nicholas Ray, 1955), 'Centauros del desierto' (John Ford, 1956), 'Esplendor en la hierba' (Elia Kazan, 1961), 'West Side Story' (Robert Wise, 1961) o 'El candidato' (Michael Ritchie, 1972). Su muerte en extrañas circunstancias (cuando cayó de su yate, fondeado cerca de Los Ángeles) en 1981, contando con tan solo 43 años de edad, aún sigue conmocionando Hollywood.

Natalie Wood en eCartelera