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ELEGANCIA CINEMATOGRÁFICA

Tom Ford, el diseñador que buscó la belleza y la elegancia en el cine

Considerado uno de los grandes diseñadores de moda de finales de los 90 e inicios de los 2000, Tom Ford causó sensación como director de cine con sus dos películas, 'Un hombre soltero' y 'Animales nocturnos'.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 27 de Agosto 2018 | 13:05
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Nadie hubiera dicho que el diseñador de moda Tom Ford triunfaría como director de cine. El hombre que resucitó a Gucci con sus provocativos y sexuales diseños logró hacerse un hueco en el mundo del séptimo arte. Aunque 'Un hombre soltero' y 'Animales nocturnos', sus dos únicos filmes hasta el momento, hayan sido considerados magníficos largometrajes, Ford sigue estando en el foco de los cinéfilos, provocando expectativas que eran dignas de sus diseños más icónicos.

Tom Ford

Thomas Carlyle Ford nació el 27 de agosto de 1961 en Austin, Texas. Su historia es conocida por los expertos en moda. Hijo de agentes inmobiliarios, fue a la Universidad de Nueva York a estudiar Historia del Arte. Sin embargo, lo que le atrajo de la gran manzana fue la vida nocturna y el lujo. Asiduo al mítico Studio 54, en el que asumió, libre de prejuicios, su homosexualidad, el destino guardaba para Ford una vida de prestigio en la alta sociedad, pero no como actor, sino como diseñador de moda.

Pese a graduarse en arquitectura en The New School, la moda fue lo que siempre le atrajo. De hecho, mientras estudiaba la carrera, vivió una temporada en París, donde trabajó en el equipo de prensa de la firma Chloé, como pasante. Sus inicios en la moda siguieron en Estados Unidos, trabajando como asistente de diseño de Cathy Hardwick. Cansado de la moda estadounidense, reveló posteriormente al New York Times que en Europa sí apreciaban la elegancia, mientras que el estilo medio estadounidense es "hortera y de mal gusto", se mudó a Milán, donde el diseñador tuvo su gran oportunidad en la moda europea: Gucci.

Un hombre soltero y Animales nocturnos

Gucci, por aquel entonces, no pasaba por su mejor momento y necesitaba reforzar su imagen prêt-à-porter para mujer, una revisión completa de la firma. Dawn Mello, directora creativa de la marca, decidió contratar a Tom Ford, en ese momento un total desconocido, como encargado de la línea prêt-à-porter. Para Ford su gran oportunidad de hacerse un nombre en el mundo de la moda. Quizás por el destino, Tom Ford ascendió rápidamente en la empresa, logrando hacerse con varios puestos de relevancia hasta convertirse en 1994 en director creativo de Gucci, contra los deseos del presidente de la firma, Maurizio Gucci, que tenía tensiones creativas con Ford, al tener visiones opuestas de la moda.

De director creativo de Gucci a dirigir películas y crear su propia firma de moda

Sus provocativos diseños causaron sensación en todo el mundo, Ford logró subir las ventas un 90% y revalorizar completamente la firma, Madonna, por ejemplo, puso el foco en la marca cuando en 1995, en los premios Grammy, asiste con un diseño de Ford que se convertiría en uno de sus emblemas, camisa de seda desabrochada y pantalones acampanados de terciopelo a la altura de la cintura. Provocador y muy sexual, polémica fue su campaña en la que mostró a una modelo con vello púbico rasurado formando la G de Gucci, Tom Ford fue uno de los diseñadores más famosos de finales de los 90 e inicios de los 2000, ya que también trabajó con Yves Saint Laurent, experiencia mucho menos grata que la de Gucci. Tras salir de ambas marcas, crea su propia firma, Tom Ford, que se ha convertido en una de las imprescindibles de pasarelas y alfombras rojas.

Pero ¿todo esto que tiene que ver con el cine y las películas que ha dirigido? Muy sencillo: Primero, no todos los cinéfilos conocen la extensa carrera de Tom Ford en la moda. Segundo, el diseñador empieza a soñar con convertirse en realizador y guionista justo después de su década gloriosa en el mundo de la moda. Es más, su vocación cinematográfica coincide con su crisis creativa en la moda. Ahora la pregunta, ¿se está ante un director de cine con sello y estilo propio o de un divo aburrido de sus creaciones que se entretiene grabando detrás de una cámara? Preguntas que, pese a tener ya dos películas rodadas y con muy buenos comentarios por parte de la prensa y el público, siguen estando en la mente de más de un escéptico. Por ello, es momento de hacer un repaso por esa transición del diseñador al director, un recorrido por la mirada de Tom Ford como cineasta, que busca la belleza y la elegancia a través del séptimo arte.

Tom Ford, de diseñador de moda a director de cine

La marcha de Gucci inició todo

La marcha de Gucci inició todo

Como se ha podido leer en el texto introductorio, Gucci fue el que la que le dio la fama a Tom Ford y también la que le llevó a ser director de cine. Desde que llegó a la firma en 1990, en 1994 se convirtió en director creativo, hasta 2004, Tom Ford fue el primer impulsor de la firma, cabe recordar de nuevo que las ventas de la compañía, entre 1995 y 1996, subieron un 90% y cuando Tom Ford marchó de la empresa, Gucci tenía un valor de diez mil millones de dólares.

Pero, ¿cuál fue el motivo? Para explicarlo, hay que retrotraerse hasta 1999, cuando el conglomerado dedicado a la venta de productos de lujo LVMH, liderado por Bernard Arnault, aumentó su influencia en Gucci al comprar un porcentaje notable de acciones, con afán de hacerse con el control de la empresa. El CEO de Gucci, Domenico de Sole, principal apoyo de Ford (evitó que Maurizio Gucci le despidiese en varias ocasiones), decidió frenar la influencia de LVMH emitiendo nuevas acciones, el CEO y Ford lograron que François Pinault, presidente del holding Pinault-Printemps-Redoute (PPR, actualmente Kering), comprase las acciones, provocando que el grupo PPR tuviese una participación del 40%, el doble que LVMH. La idea era que Ford, que era el mayor accionista individual de la firma, mantuviese plena libertad creativa e influencia en la marca. Mención aparte está cuando Ford fue director creativo, brevemente, de Yves Saint Laurent, cuando ambas firmas entraron en el mismo conglomerado. Una experiencia no tan exitosa como la que tuvo en Gucci.

Sin embargo, en 2004, con el grupo PPR siendo el principal grupo de presión, Tom Ford y Domenico de Sole se marcharon al no llegar a un acuerdo sobre el control artístico del Gucci. Esta experiencia fallida fue para Tom Ford, en declaraciones a The Talks, "devastadora". "Puse todo mi empeño en esta empresa durante 15 años", declaró. Efectivamente, de la noche a la mañana, desapareció. En una entrevista con The Hollywood Reporter, admitió que también coincidió con una mala época personal: "Estaba luchando contra el alcoholismo y la depresión [...] Y, de repente, me quedé sin trabajo, sin saber qué iba a hacer, después de haber estado trabajando tan duro y con tanto esfuerzo para lograr algo que me era arrebatado".

Es justo en ese momento cuando a Tom Ford no solo se le ocurre abrir su propia firma de moda, sino también fundar su productora de cine, Fade to Black. El resurgir del diseñador de Texas empezaba a florecer.

Tom Ford en eCartelera

La simbiosis de ser director y diseñador

La simbiosis de ser director y diseñador

El fundar su propia firma de moda y productora de cine no fue una decisión fácil. Pese a marcharse de Gucci, conservó las acciones que tenía en la empresa que tenía un valor, según Forbes, de 100 millones de dólares. De esta forma, decidió reinventarse y encontró una nueva motivación, el cine.

En marzo de 2005, Tom Ford anunció que había creado su propia productora de cine, Fade to Black, con la que aspiraba a convertirse en director de cine. En ese momento, se hace con los derechos de 'Un hombre soltero', la novela de Christopher Isherwood en la que se inspiró en una posible ruptura sentimental con Don Bachardy, el que fue su compañero sentimental hasta su muerte en 1986. Sin embargo, surgen problemas para financiar la película, es también cuando, de forma práctica, decide impulsar su firma de moda, de la que es presidente Domenico de Sole, su gran apoyo en Gucci. El mundo le conocía como diseñador de moda, era una apuesta más segura que la de lanzarse sin red a dirigir una película.

"Entré en pánico", confesó a The Hollywood Reporter para explicar cómo, cuando estaba decidido a abandonar la moda para convertirse plenamente en director de cine, decidió regresar a ella impulsando su marca. "Pensé, estoy establecido como diseñador de moda, me conocen por eso. Soy muy pragmático", contestó. Por ello, en 2006 lanza una línea de ropa para hombre, artículos de belleza, accesorios y gafas (por las que es más popular actualmente). Enfocado para un "cliente internacional, culto, que ha viajado mucho y es de posibles", posteriormente también lanzó la línea de ropa de mujer para "clientes que son mujeres fuertes e inteligentes, que conocen su propio estilo".

Gracias al éxito de su firma de ropa, tuvo el apoyo incondicional de varias estrellas de cine, en 2009 por fin logra estrenar su ópera prima, 'Un hombre soltero'. Protagonizada por Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode y Nicholas Hoult, fue el propio Ford quien cofinanció la película al tener dificultades para encontrar productores.

Tom Ford en eCartelera

'Un hombre soltero', la fragilidad del corazón

'Un hombre soltero', la fragilidad del corazón

No es de extrañar que, para su ópera prima, Tom Ford eligiese 'Un hombre soltero'. El diseñador confesó que leyó el libro cuando tenía 20 años y que le impactó mucho. La novela, ambientada en 1962, narra cómo un hombre de mediana edad, incapaz de superar la repentina muerte de su novio, decide suicidarse al final del día. Filmada con un cuidado semejante al del diseño de una joya de orfebrería, 'Un hombre soltero' sorprendió a la crítica, se estaba ante un director que había acertado de lleno en su primera película. El filme muestra la elegancia propia de esa época, pero también la represión que vive el protagonista, incapaz de revelarle a nadie el sufrimiento por la pérdida de su amante (no pudo siquiera llorarle en su funeral después de que la familia de él se negase), sintiéndose solo y completamente aislado, lo que le lleva al suicidio como única salida posible.

Personaje trágico, propio del arquetipo LGBT de la época, el libro se publicó en 1964, se está ante una joya a la altura del cine de Todd Haynes. El filme fue rodado en solo 21 días y compitió en la Selección Oficial por el León de Oro en el 66º Festival de Venecia, donde Colin Firth ganó la Copa Volpi al mejor actor. El intérprete británico fue nominado al Oscar al mejor actor, se iniciaba con un sólido debut una prometedora carrera cinematográfica.

Tom Ford en eCartelera

'Animales nocturnos', la vacuidad del lujo

'Animales nocturnos', la vacuidad del lujo

Siete años pasaron para que Tom Ford volviese a la realización. Una vez más, el director decidió adaptar una novela que le apasionó, 'Tres noches', de Austin Wright, con el título 'Animales nocturnos' y protagonizada por Amy Adams, Jake Gyllenhaal, Michael Shannon, Aaron Taylor-Johnson y Armie Hammer. Al igual que 'Un hombre soltero', la novela le influyó de forma muy personal. De hecho, dirigió el filme en un período de estabilidad personal y profesional, pero que le precedió uno de fuerte crisis emocional y existencial.

'Animales nocturnos' es más ambiciosa que 'Un hombre soltero', en todos los sentidos, el diseñador se convierte en guionista único por primera vez, ya que con su anterior filme compartió firma con David Scearce. Ford juega en dos pistas, narrando una película dentro de otra, como sucede en la novela. Por un lado está la vida de Susan, en la que el diseñador hace una feroz crítica a la sociedad contemporánea envuelta de lujo, moda y arte pero vacía por dentro, decadente y completamente taciturna. Por otro está el relato, en el que Ford narra un opresivo thriller con aroma a western en el que un padre de familia se convierte en un hombre consumido por el odio y la venganza.

El resultado fue un despiadado retrato sobre la soledad de la vida opulenta, a la actitud cobarde de aquél que no ha querido atreverse a vivir y que acaba marchitándose por dentro cual esencia de hiel. Tom Ford realiza una dura autocrítica a su opulento estilo de vida. El filme logró el Gran Premio del Jurado en el 73º Festival de Venecia, además de nueve candidaturas a los BAFTA, entre ellas la de mejor dirección y mejor guion adaptado para Ford. También logró un Globo de Oro al mejor actor de reparto para Taylor-Johnson, así como dos nominaciones a mejor dirección y mejor guion para Ford. Michael Shannon, además, fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto.

Tom Ford en eCartelera

La delicadeza de los sentimientos

La delicadeza de los sentimientos

Algo que está claro es que Tom Ford, en sus dos películas, ha rodado de forma muy personal y entregada. A diferencia de su faceta como diseñador, en el reportaje para The Hollywood Reporter en el que fue portada se definió como un "diseñador de moda comercial" y en la que dijo que considera sus películas como proyectos profundamente personales. Siguiendo sus declaraciones y visionando ambas películas, cierto es que Tom Ford ha sublimado sus propios conceptos del amor o la muerte, como también sus propias experiencias personales a través de ambos filmes.

Por ejemplo, con 'Un hombre soltero', Tom Ford declaró que hablaba sobre el amor, sobre el aislamiento y la soledad. No hay que olvidar que, a inicios de los 2000, el diseñador, pese a gozar de sus últimos años de éxito de con Gucci, personalmente no pasaba por un buen momento. El director, en la entrevista para Hollywood Reporter, reconoce que desde muy joven ha tenido varios episodios de depresión. "Recuerdo que mis primeros pensamientos suicidas fueron a los ocho o nueve años [...[ Esas cosas, a menudo, se heredan, mucha gente de mi familia lo ha sufrido, como la adicción al alcohol, algo con lo que también he lidiado", declaró a Hollywood Reporter. El cineasta, en el making-of de 'Un hombre soltero', destaca que la cinta invita a vivir el presente, el día a día, como si fuese lo último que se va a vivir, cuidar los detalles y aquellos momentos en los que nadie repara, algo que también decidió aplicarse a sí mismo: "Tengo una vida familiar maravillosa, hago ejercicio, juego al tenis todos los días, cuido esas pequeñas cosas".

Algo similar ocurre con 'Animales nocturnos', Ford hace autocrítica y explora los peligros de un mundo completamente materialista y consumista, retratando la realidad de la protagonista de forma fría y distante. "Susan es, literalmente, yo. Es alguien que tiene todo lo material que cree necesitar pero se da cuenta -quizás esto me pasó a mí siete u ocho años antes de rodar el filme- que esas cosas no son lo más importante. Está luchando con el mundo en el que yo vivo: la vida de los ricos, de la gente absurda. En ese sentido, percibo la vacuidad y lo banal de nuestro estrato social", declaró.

Tom Ford en eCartelera

La banalidad de la jet set

La banalidad de la jet set

Efectivamente, si algo tienen en común sus dos películas, falta por ver si será marca personal de Ford (para ello habría que ver un tercer largometraje que, de momento, no llega), es lo vacío y lo banal de la jet set, del lujo por el lujo. En 'Un hombre soltero', George trabaja como profesor universitario, es catedrático y tiene un nivel de vida muy alto, como su mejor amiga, Charley, la anfitriona ideal. Sin embargo, no tiene amor para sí mismo, desde que su novio murió, vive en un completo estado de desolación, mientras que Charley muestra una vida lujosa y decadente, en la que no sabe qué hacer, ya que fue educada para ser la esposa y la madre perfecta, no para estar sola.

En 'Animales nocturnos', Ford retrata esa ausencia de pasión en la vida de Susan, galerista, rodeada de lujo, con un marido más joven que ella, pero que se siente tremendamente sola y amargada, al desechar al hombre que, 15 años antes, amó verdaderamente. Sin duda, sorprende ver esa crítica tan feroz a la alta sociedad por parte de un hombre que, justamente, vive del lujo. Quizás tenga que ver con el proceso de expiación de sus fantasmas del pasado, Tom Ford rodó dos películas de forma muy personal, coincidiendo con la salida de épocas muy complicados para el diseñador. El director, casado desde 2014 con Richard Buckley, periodista de moda y antiguo redactor jefe de la Vogue Hommes International, con quien llevaba saliendo desde 1986, en 2012 tuvieron un hijo, Alexander, lo que he la dado a Ford una estabilidad personal que le ha permitido reflexionar a través de sus películas y hacer autocrítica.

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El cuidado por el detalle

El cuidado por el detalle

Al ser también diseñador de moda, Tom Ford cuida al milímetro los detalles en sus películas. En el manking-of de 'Animales nocturnos', el director de fotografía del filme, Seamus McGarvey, comentó cómo quisieron que las tonalidades de la película cambiasen dependiendo del escenario, sin perder atisbo de coherencia narrativa: "Desde el principio del rodaje, Tom y yo hablamos sobre las pautas y las sintonías fotográficas de cada una de las tres partes de la película". Ford comenta: "Había cosas que considerar. No podíamos confundirnos, preguntarnos en qué mundo estamos. Así en términos de gradación, de color, de luz, tenían que ser diferentes y transmitir de forma distina, pero al mismo tiempo, la película tenía que estar cohesionada".

Aunque los detalles más remarcados son aquellos en los que apenas uno se fija durante el primer visionado. "Pongo muchas cosas en la película que, a lo mejor, no se ven a primera vista. Momentos en los que la historia externa se entremezcla con la historia interna y todos los mundos se relacionan entre ellos. Por ejemplo, cuando Susan lee lo que ha escrito Edward y no le gusta demasiado, está acostada en un sofá de terciopelo rojo. En la novela interior, cuando él encuentra los cadáveres de su esposa y de su hija, aparecen en un sofá de terciopelo rojo, porque el hecho de que esa mujer, Susan, no lo entendiera, es algo horrible para él [...] En la escena de la ruptura, ellos discuten en la calle y ella se marcha, abandonándolo. Él se queda frente a un coche Pontiac GTO verde y, obviamente, cuando el asesino se introduce en su historia, es introducido en este coche", declara.

En 'Un hombre soltero', esos detalles los marca en las escenas cotidiana que tuvo George con su desaparecido amante, Jim: "Me fascinaba retratar el amor a través de lo cotidiano, como en esa escena en la que los dos están leyendo una novela cada uno, acaba de sonar el disco en el reproductor de vinilos y se pregunta quién de ellos cambia de disco". También en la estética, ya que quería que la película pareciese lo más cercano a los años 60, por ello, Ford contrató para encargarse del diseño de producción al mismo equipo que la serie 'Mad Men', ambientada en la misma época. De hecho, el protagonista de la ficción de AMC, Jon Hamm, tiene un cameo no acreditado como el primo del novio fallecido de George, al ser él el que llama al profesor para notificarle que Jim murió en un accidente de tráfico.

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Fassbinder, Haynes y Sirk, sus inspiraciones

Fassbinder, Haynes y Sirk, sus inspiraciones

Aunque Tom Ford tenga un sentido muy claro de la estética, está claro que también tiene referencias de otros cineastas anteriores a él. Su referencia más directa es la del alemán Rainer Werner Fassbinder, que influyó primero en sus diseños para Gucci. "Cree colecciones inspirándome en la película 'Las amargas lágrimas de Petra von Kant', de R.W. Fassbinder [...] Nosotros, los diseñadores, nos hemos inspirado muchas veces en el cine para crear. [...] En el mundo de la moda, podemos llegar a tomar de referencia fórmulas muy locas del cine", comentó.

Aparte, en 'Un hombre soltero' se aprecia el neoclasicismo del cine de Todd Haynes, imposible no acordarse de 'Lejos del cielo' o de otra película posterior suya, 'Carol'. De ahí, que otra de sus inspiraciones sea el cine clásico de Douglas Sirk, director de 'La novena sinfonía', 'Sólo el cielo lo sabe' o 'Imitación a la vida', y también principal fuente de referencia de Haynes. También recuerda al tríptico del hongkonés Wong Kar-wai: 'Días salvajes', 'Deseando amar' y '2046'.

Así pues, en 'Animales nocturnos', se aprecia que Ford podría haberse inspirado en el cine de David Lynch, Michael Haneke o incluso en el del francés François Ozon, al hacer un retrato duro y nada complaciente de la burguesía actual, con elementos que recuerdan a 'Bajo la arena', 'Swimming Pool' y 'En la casa'.

Tom Ford en eCartelera

Un director al que nadie tomó en serio

Un director al que nadie tomó en serio

Cuando Tom Ford anunció que iba a convertirse en director, guionista y productor de cine, hubo más que dudas y recelos sobre si se estaba ante un verdadero realizador o si era, simplemente, el capricho de un diseñador aburrido. Cuando 'Un hombre soltero' se estrenó en la Selección Oficial del Festival de Venecia, Ford demostró que ese aparente abismo entre los mundos de la moda y el cine no era tan grande como parecía y ese muro que los cinéfilos más escépticos veían imposible de derribar, no era tan infranqueable.

El cineasta reveló que como director de cine, es mucho "menos dictatorial" que como diseñador de moda, siendo un trabajo más en equipo, en constante comunicación con los directores de fotografía, diseño de producción, sonido, vestuario, maquillaje y peluquería y montaje. Sobre los prejuicios, tras demostrar que podía dirigir películas de calidad, Ford reveló: "La gente me decía que no tenía ni idea del ridículo que iba a hacer cuando estrenase la película. Muchos amigos, después del triunfo de la cinta, me comentaron que pensaron que era absurdo cuando les dije que iba a ser director de cine".

Como director, Ford volvió a destacar en elegancia y pulcritud. Colin Firth, comentó: "Es uno de los mejores directores con los que he trabajado en 30 años. La elegancia y la compostura de Tom son obvias para todo. Es inmaculado, tranquilo, con estilo y muy amable". Jake Gyllenhaal comentó: "En nuestra primera llamada telefónica, Tom me dio muchos detalles de lo personal que era la historia para él, era un reflejo de amores anteriores que había tenido y perdido. [...] El primer día que le conocí en persona [...] vi a alguien diferente de lo que esperaba, todo estaba lleno de pensamientos y detalles. Es uno de los directores con las ideas más claras con los que he trabajado".

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Aún causa desconfianza

Aún causa desconfianza

Pese a dirigir dos películas con muy buenos comentarios, lo cierto es que no ha logrado que cierto sector de la crítica, también del público, siguen desconfiando de su capacidad como director. Es más, cierta crítica sigue mostrando un claro desprecio hacia su persona, relacionando constantemente las escenas, tanto de 'Un hombre soltero' como de 'Animales nocturnos', con anuncios de Gucci, haciendo clara referencia a su pasado en la firma de moda y obviando que sus diseños en la marca fueron provocativos y esencialmente sexuales, algo que en sus películas es mostrado de forma más austera y recatada, nada que ver con sus escandolosos anuncios con desnudez explícita.

Pese que ambas películas han logrado un apoyo mayoritario de público y prensa, el recelo continúa, unos por meros prejuicios y otros porque solo han sido dos largometrajes, siendo uno tercero el que logre dar con un veredicto más claro, ya que se considera que será un verdadero director de cine cuando dirija más de dos proyectos.

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No ha diseñado el vestuario de sus películas

No ha diseñado el vestuario de sus películas

Aunque Amy Adams comentase que "nunca" había tenido un vestuario tan cuidado y detallado al milímetro en una película, lo curioso es que él no ha sido el encargado del vestuario de ninguno de sus dos largometrajes. En ambos proyectos fue Arianne Phillips, nominada dos veces al Oscar al mejor vestuario por 'En la cuerda floja' y 'Wallis y Eduardo: El romance del siglo'. ¿El motivo? Debido a que Tom Ford ya se hacía cargo de la dirección, el guion y la producción, necesitaba delegar responsabilidades en otros profesionales en el resto de las aéreas, incluida vestuario.

Sin embargo, pese que Ford no se encargada del diseño del vestuario, sí tuvo una comunicación constante con Phillips: "El vestuario ha de crear carácter y dar pistar de la historia subliminalmente, sobre el tono, el lugar, los sentimientos, así como pruebas de la historia anterior o interior de un personaje. Una de las mejores cosas de trabajar con Tom es que él cuida mucho los detalles, lo que es genial para el vestuario". El propio Ford comentaba que le encantaba cómo diseñaba Phillips, lo que hizo que confiase en ella en las dos ocasiones.

Además, Ford incluyó pequeños elementos que eran accesorios que le pertenecían realmente, como también diseñados por él (como las gafas de Colin Firth y Amy Adams). Michael Sheen, que interpreta al marido homosexual de Alessia (Andrea Riseborough) dijo: "No solo llevo ropa diseñada para Tom Ford, llevo artículos personales de él. Los corchetes que llevo en la camisa blanca en la película son de Tom. Se cosieron a la camisa porque todo el mundo temía perderlos".

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El apoyo incondicional de los actores

El apoyo incondicional de los actores

Tanto su firma de moda como sus películas cuentan con el apoyo incondicional de varias estrellas de cine, de música, e incluso de la política. En los inicios de la marca Tom Ford, el diseñador tuvo desde el comienzo a clientes como Tom Hanks, Jennifer Lopez, Ryan Gosling, Gwyneth Paltrow, Johnny Depp, Hugh Jackman, Julianne Moore, Anne Hathaway, Jon Hamm, Will Smith o Henry Cavill. También a cantantes como Beyoncé o Madonna. Igual, la exprimera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, llevó un vestido diseñado por él para un cena que tuvo con la reina Isabel II del Reino Unido en el Palacio de Buckingham.

De hecho, uno de sus principales apoyos es el actor británico Daniel Craig, que hizo que todos los trajes del agente James Bond en 'Quantum of Solace', 'Skyfall' y 'Spectre' estuviesen firmados por Tom Ford, como las gafas de sol Marko, diseñadas por él, que tras aparecer en 'Skyfall' subió las ventas un 80%.

Ese apoyo en la moda también se ha trasladado al cine. Los actores que han trabajado con él se han convertido en su apoyo en el circuito cinematográfico y también en el de la moda. Julianne Moore, quiso aparecer en 'Un hombre soltero' como muestra de apoyo a su carrera como director, posteriormente ha vestido a Colin Firth, con el que tuvo muy buen feeling durante el rodaje, como a Nicholas Hoult, que también le vistió posteriormente en alfombras rojas. Amy Adams también quiso lucir trajes diseñados por Ford en las alfombras rojas en las que promocionaba 'Animales nocturnos', igual que Michael Shannon o Aaron Taylor-Johnson.

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