CRÍTICA

'Ahora me ves 3': Cuando los puños sustituyen a las cartas

La tercera entrega sigue los pasos de otras sagas como 'Fast & Furious' y pierde su esencia en pos de una acción excesiva.

Por Guille Galindo Más 13 de Noviembre 2025 | 15:50
Me sé los diálogos de 'El Padrino' y las canciones de 'High School Musical'.

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'Ahora me ves 3'
'Ahora me ves 3' (Diamond Films)

Se dice que hacer una saga de una película taquillera es pasarse el juego de las finanzas de la industria cinematográfica en modo fácil. El fandom ya está creado y, salvo auténticos horrores como la saga 'Divergente', no te va a abandonar a menos que cuides ligeramente el producto. Además, si lo haces mal y la decadencia es notoria, siempre puedes esperar unos años y regresar apelando el factor nostalgia.

Si bien esto es cierto, vengo a romper una lanza a favor del funcionamiento de las sagas: no caen en malos hábitos por comodidad, sino porque es prácticamente imposible mantener el nivel de la primera parte. Entonces, o buscas hacer un calco (ejem, 'Del revés 2 (Inside Out 2)') o apuestas por ir a máximos y hacer todo a lo grande, esperando a que el exceso tape la pérdida de la esencia original.

Tráiler español 'Ahora me ves 3'
De esta segunda vía hay dos ejemplos muy claros: la saga Misión Imposible y la saga Fast & Furious. Si repasamos la primera y la última película de ambas franquicias apenas tienen en común a los protagonistas. Por lo demás parecen dos largometrajes completamente diferentes en el fondo y sobre todo en la forma.

La diferencia está en que a una película puramente de acción y espionaje como 'Misión imposible' le puedes chutar cada vez más adrenalina y locura y los cimientos no se tambalean tanto. En cambio, con 'Fast', cuya cinta original trataba de carreras de coches, alejarla de sus estándares originales en pos de la magnificencia puede ser una buena forma de estirar el chicle, pero la esencia de la original inevitablemente se diluirá por el camino.

Aunque en menor medida, también porque llevamos tres películas y no diez, la saga 'Ahora me ves' marcha por estos mismos derroteros. La magia da pie al espectáculo, y ni siquiera la primera entrega de Louis Leterrier se privó de elevar sus trucos a la frontera entre lo real y lo irreal, así como de ofrecer persecuciones y dinamismo de la mano del agente Dylan Rhodes (Mark Ruffalo). No obstante, todo se sentía más accesible y natural.

'Ahora me ves' supo combinar magia práctica, efectos especiales e ilusionismo
'Ahora me ves' supo combinar magia práctica, efectos especiales e ilusionismo (Diamond Films)
La decisión de llevar 'Ahora me ves 2' en buena parte a Macao, de alejar a Los Cuatro Jinetes de los shows y acercarlos más a un thriller tuvo consecuencias negativas en la calidad de la cinta, a pesar de momentos memorables como la del control de seguridad gracias a la excelsa dirección de Jon M. Chu. Y en 'Ahora me ves 3', dirigida esta vez por Ruben Fleischer ( 'Uncharted', 'Venom'), hay demasiados momentos en los que las cartas se cambian por los puños.

El haberlos visto actuar tiempo atrás hace que nos sorprenda observar ahora a los personajes de Jesse Eisenberg, Woody Harrelson y Dave Franco zafarse de la policía a empujones o incluso a puñetazo limpio en vez de haciendo uso de técnicas de escapismo. Tampoco ayuda a dejar de arquear la ceja que la magia práctica se vea cada vez más desplazada por el abuso de los efectos especiales o por escenas de acción inverosímiles como pilotar un Fórmula 1.

Donde sí se mantiene la esencia de la saga es en el hecho de exponer la inmoralidad del poderoso de turno sin escrúpulos y hacer lo posible para que pague por sus actos. El objetivo esta vez ya no es Arthur Tressler (Michael Caine) y su familia, sino Veronika Vanderberg (Rosamund Pike), una magnate de los diamantes que ha cimentado su negocio a base de coaccionar a países africanos de los que sustrae las piedras preciosas y de tejer relaciones de poder y dominio con cárteles de la droga o de las armas.

Rosamund Pike demuestra una vez más ser una gran villana
Rosamund Pike demuestra una vez más ser una gran villana (Diamond Films)
El magnetismo de Rosamund Pike como villana es innegable, y aunque es difícil no terminar reparando demasiado en su acento alemán, su personaje mejora al de Daniel Radcliffe en 'Ahora me ves 2'. Un encaje más complicado tenían a priori los otros tres nuevos fichajes: Justice Smith, Dominic Sessa y Ariana Greenblatt, sobre todo por el temor a que les robaran tiempo de calidad a los protagonistas originales, que al final son a quienes queremos volver a ver en acción tanto tiempo después.

Smith, Tessa y Greenblatt interpretan a Charlie, Bosco y June, un trío de jóvenes ilusionistas que están ganando dinero a costa de fingir mediante hologramas e IA el regreso de Los Cuatro Jinetes, retirados desde hace una década, lo que atraerá la atención de Daniel Atlas (Jesse Eisenberg). Los tres han resultado ser un soplo de aire fresco en la saga, complementándose bien con los principales protagonistas con la siempre recurrente disputa entre generaciones. En este sentido, el choque entre Tessa y Eisenberg, que intentan llevar la voz cantante de sus respectivos grupos de magos, nos ha dado buenos momentos.

Aunque los nuevos magos han entrado con buen pie en la saga, hemos echado de menos una mayor cantidad de escenas únicamente de los protagonistas originales. Añadir tres nuevos miembros a la banda aporta dinamismo, pero hace que perdamos la introspección de cada uno. 'Ahora me ves' nunca ha sido una saga de personajes, pero en esta entrega había especial interés por ellos teniendo en cuenta todo el tiempo que había pasado.

¿Demasiados protagonistas compartiendo pantalla?
¿Demasiados protagonistas compartiendo pantalla? (Diamond Films)
La película no tarda en explicarnos que Los Cuatro Jinetes se separaron al poco de los sucesos de 'Ahora me ves 2' ante la falta de nuevos objetivos, para rápidamente dar carpetazo al pasado y hacer como si nada. Al menos, los guiños a los mejores trucos de cada uno durante la saga son recurrentes, por lo que todo fan de la franquicia tendrá su dosis de nostalgia asegurada.

Nostalgia que se acentúa cuando aparece el Thaddeus Bradley de Morgan Freeman en pantalla, que conserva su magia, y nunca mejor dicho, como pocos. Por el contrario, se echa en falta más presencia de Mark Ruffalo dada su importancia como Dylan Rhodes en las anteriores películas, pero su cameo y el excelente tramo final de la película nos ayuda a recordarnos los viejos tiempos de 'Ahora me ves', en parte enterrados ahora entre puñetazos, nuevas generaciones y CGI.

Pero tranquilos, al igual que 'Fast & Furious' quiere volver a sus orígenes con su undécima y última película, si es que en algún momento llega a hacerse, siempre se puede vender una cuarta entrega de 'Ahora me ves' donde la magia tradicional vuelva a estar en el centro de la trama. Es lo bueno de las sagas, donde lo único que no escasean son las fórmulas para seguir sacando provecho de ellas.

6
Lo mejor: Volver a ver a Los Cuatro Jinetes en acción. Los nuevos fichajes han entrado con buen pie. La última hora deja con ganas de más.
Lo peor: Hay un valle en la parte central del que le cuesta recuperarse. La esencia se ha perdido. No todo el humor funciona. Lo poco que aparece Mark Ruffalo.