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ESTRELLITA

El comportamiento errático de Jake Gyllenhaal en el rodaje de 'Suddlenly' que acabó con su cancelación

El director del proyecto, Thomas Bidegain, explica cómo las loquísimas exigencias del actor hicieron del rodaje en Islandia algo imposible.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 31 de Enero 2024 | 18:53
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Jake Gyllenhaal en la alfombra roja de los Oscar
Jake Gyllenhaal en la alfombra roja de los Oscar (AMPAS)

Fue en junio de 2021 cuando conocimos la noticia de que Jake Gyllenhaal y Vanessa Kirby iban a protagonizar 'Suddenly', película escrita y dirigida por Thomas Bidegain, guionista de 'Un profeta'. Una adaptación de 'Soudain Seuls', novela de Isabelle Autissier sobre una pareja que sobrevive en una isla inhóspita.

El rodaje comenzó en otoño en Islandia con Gyllenhaal tan entusiasmado con el proyecto que se apuntó como productor. Pero 'Suddenly' no salió adelante. Y a pesar de ser época de pandemia, no habría sido el coronavirus quién acabó con ella sino su protagonista, según un reportaje de la revista francesa Technikart.

Jake Gyllenhaal y Vanessa Kirby

Las cosas ya comenzaron regular con ciertas exigencias del actor, que no quiso ir hasta el rodaje en avión por miedo al COVID-19. Pidió un coche, pero no podía ser "ni rojo, ni blanco". Cosas de estrellas, vale. En el trayecto, que compartió con David Lindsay-Abaire, les dio tiempo a pensar en los primeros cambios en el guion, y no serían los últimos.

En uno de los ensayos, tanto Jake Gyllenhaal como Vanessa Kirby leen sus diálogos imitando el acento de Pepe le Pew, la mofeta de 'Looney Tunes'. "Fue un poco humillante, pero me dije que podría ser para que pierdan la timidez entre ellos" comenta el director.

Al día siguiente Jake Gyllenhaal siguió pidiendo cambios porque no sentía "peligro". Quiere cambiar su personaje a un exsoldado y pregunta constantemente cuál es el sentido de la película. El director le explica que "el amor puede salvarnos en el fin del mundo" y él entra en discusiones hasta el punto de amenazar con dejar el proyecto. Otra de sus sugerencias implican que su personaje abofeteara un pescado.

Vanessa Kirby entra al trapo

Un día después, a raíz de un discurso de Greta Thunberg que ven en Internet, y que consigue que a Jake Gyllenhaal se le salten las lágrimas, el actor dice que hay que reescribir toda la película para que no sea sobre el amor, sino sobre "el amor por la naturaleza". El equipo empieza a ponerse muy nervioso. Vanessa Kirby, que hasta ahora había permanecido muy callada, rompe su silencio para decir que cree que la película es feminista y que el personaje de Jake Gyllenhaal debería morir al final porque en su estado actual es "demasiado moderna, demasiado Disney". También amenaza con irse.

El cuarto día de rodaje Gyllenhaal acaba bañándose en ropa interior en el gélido Atlántico porque "cuando ve el mar se tiene que bañar", cosa que le hace recuperar las energías. Pero la calma dura poco y esa tarde sugiere que los constructores que iban a ir para hacer uno de los escenarios deberían dormir en sus coches por el coronavirus. Como no le hacen caso, vuelve a amenazar con irse, pero esta vez el director le pide por favor que lo haga. La producción, que había costado 26 millones de dólares, se cancela.

El drama no termina ahí porque Vanessa Kirby intenta comprar el guion y volver a tratar de hacer la película con Jake Gyllenhaal pero sin Thomas Bidegain. El cineasta se niega. En su lugar, decide reescribir la película en francés y rodarla con Gilles Lellouche y Mélanie Laurent. La cinta, ahora titulada 'Soudain seuls', como la novela, se estrenó el pasado diciembre en Francia.

Una fuente cercana a la producción rompe una lanza a favor de los dos actores asegurando a AV Club que Kirby y Gyllenhaal fueron a Islandia para trabajar en el guion ya que la película todavía no había recibido luz verde. StudioCanal, una de las compañías involucradas en la primera versión del proyecto, ha lanzado un comunicado en el que vuelven a argumentar "diferencias creativas" como el mayor problema entre Bidegain y los actores, que remarcan que son algo "normal, aunque desafortunado, en cualquier desarrollo de una película" y afirman que "hubo preocupaciones que no se pudieron solventar a pesar del enorme esfuerzo de ambas partes".