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CRÍTICA

'After. En mil pedazos' es una secuela mucho más divertida, juguetona y provocativa

Hero Fiennes-Tiffin, Josephine Langford y Dylan Sprouse protagonizan esta secuela de 'After. Aquí empieza todo' que llega a los cines este viernes 4 de septiembre de 2020.

Por Alberto Cano Rodríguez 3 de Septiembre 2020 | 09:00

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No obtuvo el mismo éxito de adaptaciones juveniles como 'Crepúsculo' o 'Los Juegos del Hambre' ni terminó por funcionar en grandes mercados como Estados Unidos, pero su éxito en la taquilla europea y el gran fenómeno fan creado a su alrededor han hecho que 'After: Aquí empieza todo' haya acabado convirtiéndose en una saga cinematográfica.

No es que fuera una gran película, pero esta adaptación de las novelas de Anna Todd supo ofrecer todo aquello que su público pedía: romance, dramas adolescentes, protagonistas carismáticos y el poder ver sus momentos favoritos de los libros en la gran pantalla. Y, básicamente, esto es lo que se podría esperar de 'After. En mil pedazos', su secuela. No obstante, esta nueva entrega va un paso más allá y fortalece todo aquello que funcionó en la primera, encontrándonos ante una secuela mucho más divertida, juguetona y provocativa que hará las delicias de los fans.

Tessa y Hardin en 'After. En mil pedazos'.

Tras un pequeño resumen la primera película, 'After. En mil pedazos' nos sitúa justo después de aquella, con una Tessa aún dolida por lo que sucedió con Hardin que no puede borrar de su cabeza lo que todavía siente por él. Sin embargo, ahora es una chica mucho más madura que está a punto de empezar su carrera profesional en una reputada empresa del sector editorial. Será allí donde conozca a Trevor, un joven que le hará aún más complicado sobrellevar sus sentimientos por Hardin.

Es en esta madurez de Tessa donde se encuentra una de las virtudes de esta secuela. Que se huya de esa chica insegura de la primera parte, que se apueste por desarrollar mucho más al personaje o que se la muestre como alguien fuerte y decisiva, le hace ganar muchos puntos respecto a la Tessa que vimos en el anterior film. Además, Josephine Langford, la actriz bajo el personaje, demuestra mucha más soltura y capacidad interpretativa a la hora de desenvolverse en pantalla, especialmente en los momentos íntimos que mantiene con Hero Fiennes Tiffin, su compañero de reparto.

Tessa y Hardin en 'After. En mil pedazos'.

La química entre ambos también ha evolucionado en esta secuela, lo que se aprecia en las partes más románticas o en las escenas de sexo. Y es que en 'After. En mil pedazos' los momentos sexuales se han incrementado, habiendo casi uno de ellos en cada encuentro con los personajes. En la teoría esto puede llegar a ser bastante reincidente, ya que continuamente vemos a Tessa y a Hardin manteniendo sexo, ya sea en la cama, en el sofá, en la ducha, en medio de la oficina,... Pero en la práctica son secuencias bastante juguetonas y bien desarrolladas que funcionan muy bien de cara al público al que 'After' pretende llegar.

Además, las numerosas escenas de fiestas, discotecas, los momentos de diversión entre los personajes o la buena música que acompaña en todo momento, contribuyen a que en su conjunto sea un producto bastante resultón y disfrutable.

Una película que ¿no va de nada?

Dejando de lado lo bien que cuida 'After. En mil pedazos' a su target potencial, hay pocas cosas que puedan ser destacadas. Más allá del sexo, el romance o los celos entre sus personajes, queda un film vacío que navega a la deriva entre los altibajos de la relación de sus protagonistas. No hay ningún hilo conductor que guíe la trama ni un buen conflicto que justifique las diversas escenas que se van sucediendo, lo que resulta bastante caótico e inconsistente.

Este problema también le ocurrió a películas como 'Cincuenta sombras de Grey' o a sus dos secuelas. Sí, mucho sexo, mucha escena erótica y un intenso romance entre sus protagonistas, pero todo ello presentado bajo una sucesión confusa de situaciones y secuencias que no conducen a ninguna parte. Y dado que tanto 'Cincuenta Sombras' como 'After' tienen sus orígenes como fanfictions, tal vez el problema sea que sus respectivos textos originales no fueron ideados y publicados con la consistencia de una novela. Y hablando de 'Cincuenta sombras', es también llamativo lo mucho que 'After. En mil pedazos' intenta parecerse a esta emulando algunas de sus escenas.

Tessa y Hardin en 'After. En mil pedazos'.

Y respecto al fanfiction original, esta película también hereda otro de sus inconvenientes: lo problemático que puede llegar a ser el personaje de Hardin. Se nota una intención de querer suavizar muchas de sus actitudes y Hero Fiennes-Tiffin intenta aportarle un toque mucho más encantador y romántico, pero en el fondo sigue apreciándose lo cuestionable que era este rol en su concepción. Y sobre los personajes, mención al poco juego que se le da a Dylan Sprouse bajo el papel de Trevor. Se deja entrever la creación de un triángulo amoroso entre él, Hardin y Tessa, pero queda muy relegado a un segundo plano.

Los fans de 'After' y los amantes de las historias románticas para adolescentes se verán más que satisfechos con esta segunda película, pero el resto del público no encontrará aquí nada que pueda interesarle. Sin embargo, 'After. En mil pedazos' no tiene más pretensión que la de cautivar a los numerosos fans de esta saga creada por Anna Todd, un cometido lo cumple con nota consiguiendo superar a su predecesora con mucho más sexo, jugueteo y diversión.

Nota: 6

Lo mejor: Mucho más sensual y divertida que la primera entrega.

Lo peor: Es una película que literalmente no va de nada. Solo para fans.