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CRÍTICA

'Bohemian Rhapsody': El gran show de Rami Malek como Freddie Mercury

Rami Malek apunta al Oscar con su retrato de Freddie Mercury en 'Bohemian Rhapsody', un biopic muy certero que no se sale del manual pero sabe emocionar como ningún otro.

Por Sandra Sánchez Guerra 23 de Octubre 2018 | 00:00

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¿Cuántas veces habéis llorado con 'Bohemian Rhapsody'? ¿Cuántas veces no habéis podido evitar que se os inunden los ojos al escuchar esa melodía al piano, al oír ese desgarrado Mama que entona Freddie Mercury? No se acercarán ni de lejos las veces que os haga moquear el biopic de Queen, pero una cosa segura es que vais a llorar de emoción con Rami Malek y lo que ha conseguido plasmar en 'Bohemian Rhapsody', el biopic de Mercury y del nacimiento y consolidación de Queen como una de las mejores bandas de la historia de la música.

Con esa consabida emoción nostálgica es como se presenta en la gran pantalla a Farrokh Bulsara, mejor conocido por su nombre artístico, para retratar su contribución a la música desde sus inicios. La película dirigida por Bryan Singer (y no exenta de polémicas, ya fuera por su rodaje o por su primer tráiler) es un regalo destinado a esa masa a la que se le encoge el corazón cuando escucha 'We Will Rock You' o 'Somebody to Love', así como sabe impactar y meterse en el bolsillo a aquellos espectadores más cercanos a la figura de Mercury, los mismos que desearían haber estado en aquel mítico concierto de Wembley.

 'Bohemian Rhapsody'

Rami Malek es el principal hacedor de la magia en pantalla, bien rodeado por un plantel de intérpretes secundarios a la altura de los acontecimientos. El actor, protagonista de la serie 'Mr. Robot', es el rey absoluto de un metraje que entiende que un largometraje sobre Queen tiene que ser un show in crescendo, con la magnificencia y poderío de algunos planos, junto al pulso frenético que canaliza la pasión de Mercury en muchas escenas que muestran momentos clave de su carrera.

El que no se salga en ningún momento de una mirada comercial, siguiendo la estela de los biopics de gran presupuesto que se han estrenado en los últimos años, es una estrategia certera. No se genera ninguna necesidad de salirse de la línea recta porque el montaje picado y que recurre a recursos como los juegos de pantallas partidas en ciertas secuencias, como la primera actuación de Queen en televisión en el programa musical Top of the Pops, da con la clave para ensalzar a Rami Malek y las canciones de Queen.

 'Bohemian Rhapsody'

Al margen del buen ritmo que se marca la cinta y del poder de atracción y convocatoria que tiene la música de Queen, nada de esto tendría sentido de no tener a Malek a la cabeza del reparto de la película. Es quien verdaderamente confiere personalidad a 'Bohemian Rhapsody', el factor a destacar por su esmerada interpretación. Una actuación que la Academia de Cine de Hollywood podría reconocer con una nominación en la próxima edición de los Oscar.

Méritos al actor por este papel no le faltan. Su performance desde lo físico, con una gestualidad facial, una actitud corporal y unos movimientos encima del escenario idénticos a las "coreografías" habituales del cantante de 'Radio Ga Ga' en sus shows, hacen la base y el deleite de un personaje que Malek ha sabido construir a su medida, a la imagen y semejanza del Freddie Mercury que conocemos mejor, el icono lleno de talento y extravagancia. No obstante, lo bonito del protagonista de 'Bohemian Rhapsody' es que no se queda en una mera copia, consigue emocionar y convertirse en el ídolo, reflejando por encima de todo su compromiso con el personaje.

Sin rastro en pantalla de las polémicas

Al despedir Fox a Bryan Singer a dos semanas de finalizar el rodaje, argumentando ausencias injustificadas del set y dejando la película en manos de Dexter Fletcher ('Rocketman') hasta finalizar la producción, parte de la polémica sacudió también a Rami Malek, quien podría no haberse llevado muy bien con el director durante la filmación del biopic sobre Mercury. Lejos de reflejarse en pantalla los supuestos malos rollos que han podido producirse, en lo que respecta a Singer (quien, a pesar de no haber terminado el rodaje, figura como director en los créditos) no hay en pantalla nada reprochable de su batuta como responsable de 'Bohemian Rhapsody'.

No hay razón para echarse las manos a la cabeza por cómo se retrata la identidad sexual de Freddie Mercury y el SIDA en la trama. Más allá de Malek, los actores y actrices protagonistas están muy bien dirigidos. A destacar, Gwilym Lee, quien interpreta al mismísimo Brian May, y Lucy Boynton, quien se pone en la piel de Mary Austin, la primera pareja de Mercury y a quien compuso 'Love of My Life'.

 'Bohemian Rhapsody'

En definitiva, 'Bohemian Rhapsody' lo tiene fácil para contentar a los que siempre se han visto atraídos por Freddie Mercury y su voz, y a los fans acérrimos de Queen. Uno de los momentos memorables no podría ser otro que la actuación de la banda en el Live Aid de Wembley, una pequeña oportunidad para quitarse la espinita de no haber podido asistir a tal acontecimiento. Y aunque muchos vayáis para ver al último Freddie, quien le roba el protagonismo es en verdad el artista incipiente y los inicios del camino, con el manager de Elton John, John Reid (Aidan Gillen, 'Juego de Tronos') y Jim Beach (Tom Hollander); el contrato con Trident Studios; y la experimentación y la composición de discos como 'A Night at the Opera', con el sencillo que cede su nombre a esta película, ese tema de seis minutos que rompió la norma de duración de las canciones en la radiofórmula y la tendencia musical con su parte operística.

Nota: 9

Lo mejor: Rami Malek, el buen ritmo y los minutos musicales donde podemos escuchar los grandes temas de Queen.

Lo peor: La oportunidad perdida de explorar el conflicto de Freddie y familia, que merecería más tiempo. Ciertos detalles estéticos en una de las escenas más importantes de la película.

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