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CRÍTICA

'El Escándalo (Bombshell)', la película sobre el #MeToo apta para cuñados

'El escándalo (Bombshell)' se basa en los hecho reales que tumbaron al empresario de noticias Roger Ailes gracias a la valentía de las mujeres que trabajaban en Fox News.

Por Luisa Nicolás 7 de Febrero 2020 | 09:00

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Lo de Harvey Weinstein fue muy fuerte, todo un imperio cimentado sobre acoso, abuso, chantaje, extorsión y violaciones. Aunque eso no fue todo ni lo peor que destaparon los artículos en The New York Times y The New Yorker en 2017, Weinstein era un monstruo, pero no estaba solo, Weinstein existió y ejecutó bajo el amparo de la cultura de la violación, bajo el techo de cristal, la desigualdad y el silencio. Y por eso tras Weinstein vinieron tantos otros. El valor de las mujeres que hablaron contra el productor animaron a otras víctimas, hombres y mujeres, a denunciar a Kevin Spacey, Louis C. K., John Lasseter o Plácido Domingo, pero antes de ellos, antes de que el #MeToo se hiciese popular, las trabajadoras de Fox News ya habían hecho caer a uno de los grandes, Roger Ailes, empresario de la comunicación y director ejecutivo de los informativos en Fox Television Stations. 'El escándalo (Bombshell)' es la historia de esas mujeres, o al menos parte de su historia.

'El escándalo'

Sobre nosotras, pero sin nosotras

En tiempos de rebelión, donde las mujeres ya no están dispuestas a seguir condicionando su presente, pasado o futuro a los abusos del poder, esta película tiene una relevancia y una responsabilidad que definitivamente han sido demasiado para sus autores, Charles Randolph en el guion y Jay Roach en la dirección. 'El escándalo' transmite lo aterrador que puede llegar a ser tu lugar de trabajo o lo emocionalmente estresante que es reunir el valor de denunciar, pero centra todo el problema en la figura de Ailes, sin cuestionarse la raíz del ambiente tóxico y permisivo que posibilitó los abusos, ni dentro de las oficinas de Fox ni en la sociedad. Preocupada probablemente por no ofender a todos esas personas deseando entonar el #NotAllMen, 'Bombshell' se queda en lo superficial al tomar demasiada distancia de sus personajes y las consecuencias tanto emocionales como profesionales del despotismo masculino. Incluso las pocas escenas explícitas, como aquella en la que Ailes las obliga a girar sobre si mismas y enseñarle las piernas mientras su respiración se acelera y la conversación se vuelve más evidente ("tienes que encontrar la manera de demostrar tu lealtad", dice), caen en el asepticismo, tan solo arañando la superfície y limitándose casi a señalar y reprobar hechos físicos y explícitos, para que no pueda ser acusada de pecar de sentimentalismo o exageración. O de ser feminista, que para eso se esfuerza en no recrearse en la cuestión de género, como si el acoso sexual y el machismo institucionalizado pudiese aislarse. Y es que quizá una película sobre el #MeToo y la sororidad merecían la voz y la empatía de una mujer también tras las cámaras. Y sin el quizá.

La primera diferencia de 'El escándalo' con otras películas basadas en hechos reales es que, tal y como advierte al principio de la película, estamos antes una dramatización inspirada en unos eventos reales en las que Charlize Theron y Nicole Kidman interpretan a las periodistas Megyn Kelly y Gretchen Carlson, mientras que el ambicioso personaje de Margot Robbie se ha creado para aglutinar a todas esas mujeres que sufrieron los abusos del depredador pero nunca tuvieron repercusión pública. Kayla Pospisil no es una persona real, son muchas. Puede parecer difícil despertar las simpatías en personajes ultraconservadores cuya ética profesional pasar por preguntarse "qué asustaría a mi abuela y enfurecería a mi abuelo" , sin embargo, la vulnerabilidad de unas mujeres que, igual que tantas otras fuera y dentro del ámbito profesional, se encuentran reducidas a un físico y la mirada masculina de sus superiores, contagia en el público su vergüenza y humillación.

'El escándalo'

Además de seguir el escándalo sexual de Ailes, Roach refleja otros casos de acoso, como el escarnio público que aguantó Megyn Kelly por preguntar a Donald Trump sobre su trato hacia las mujeres en el debate del Partido Republicano de 2015, o la incompatibilidad de ser homosexual dentro de una empresa intransigente y autoritaria. Tres historias: Kelly vs Trump, la demanda de Gretchen Carlson y Kayla Pospisil como la nueva víctima de Ailes son demasiadas historias para el poco tiempo de metraje y un enfoque tan amplio, convirtiendo al resto de personajes en un desfile de cameos de caras relativamente conocidas (como Connie Britton, Jennifer Morrison, Ashley Greene, Malcolm McDowell o Allison Janney).

Otro de sus problemas es probablemente la incoherencia de su estructura y tono, que cambia con frecuencia de la sátira al drama o al suspense. Theron se establece como narradora al romper la cuarta pared en un tour a través de las oficinas de Fox y escuchar los pensamientos de Rudi Bakhtiar (Nazanin Boniadi) nos adentran en el instinto de supervivencia de quien se siente presa, dos recursos que resultan tan interesantes como irregulares en un relato por todo lo demás convencional. Narrativa y visualmente 'El escándalo' no arriesga, es un producto plano que delega en lo potente de su historia, la entrega de sus actrices y la morbosa actualidad de los hechos la competencia de atrapar el interés del público.

Tampoco juzga la película los claroscuros propios de sus personajes, minimizando por ejemplo los constantes comentarios racistas de Kelly, sus ínfulas clasistas o su cuestionable moral. Kelly es la heróina, una defensora de los derechos de la mujer aunque bajo ningún concepto puedas llamarla feminista, Pospisil la ingenua, Carlson la valiente y Ailes el villano, personas reales muy complejas reducidas a víctimas y verdugos. Bajo otra enorme cantidad de maquillaje, John Lithgow interpreta una versión de Roger Ailes débil, aparentemente inofensiva, incluso amable, que rivaliza con la representación agresiva, calculadora y viciosa de Russell Crowe en 'La voz más alta'. Quizá ninguno de los dos sea un retrato preciso de aquel que convirtió los estudios de noticias en un desfile de faldas cortas, piernas largas y noticias alarmistas contando con el beneplácito de Robert Murdoch, pero Lithgow se ha quedado mucho más lejos de un hombre capaz de infundir terror y cuya propia briografía se titula 'The Loudest Voice in the Room', nombre que heredó la miniserie de Showtime.

'El escándalo'

Ellas son la auténtica explosión

Es imprescindible analizar una película sobre el acoso y los abusos sexuales con una mirada de género y feminista, pero a pesar de estas carencias destacan las sólidas interpretaciones de sus protagonistas. 'El escándalo (Bombshell)' ha conseguido 3 nominaciones a los Premios Oscar que se celebrarán el próximo 9 de julio, las tres nominaciones más lógicas y merecidas: Mejor Actriz, Mejor Actriz Secundaria para Robbie y Mejor Maquillaje y Peluquería, la auténtica magia de las transformaciones. Incluso con esas prótesis, Theron, también productora, se las apaña para convertirse cual camaleón en la indomable y autoritaria Megyn Kelly, con su misma dureza y distinción, también con su voz; y lo hace sin caer en la parodia, cosa complicada tratándose de un personaje público tan popular en Estados Unidos y con una personalidad tan arrolladora.

Una pena que con semejante reparto y trasfondo, Roach y Randolph, puede que por miedo a las represalias, puede que por incapacidad, hayan acabado tan abrumados por sus obligaciones éticas y artísticas. Además de rehuir de los temas políticos (curiosa decisión tratándose de una historia sobre Fox News), no profundizan lo suficiente para que consideremos 'El Escándalo' una obra realmente comprometida y crítica, como hace mejor 'The Morning Show', y la convierten en un ingenuo entretenimiento para todos los públicos, votantes de VOX incluidos. La película cierra con un rótulo que nos recuerda la ironía de que Fox pagase 50 millones de dólares en indemnizaciones a las víctimas y 65 a Ailes y Bill O'Reilly por sus despidos, sin embargo olvida mencionar que muchas de las mujeres que se atrevieron a denunciar, como Rudi Bakhtiar, Juliet Huddy, Julie Zann y la propia Carlson, no volvieron a trabajar en Fox ni en ningún otro sitio. Parias entonces, heroínas ahora, en una nueva simplificación del precio tan alto que pagan las mujeres que intenten hacerse valer en un mundo de hombres. Con sus claros y oscuros, con todos sus matices, aquellas periodistas hicieron lo correcto, por ellas y por las que vendrían detrás, y 'Bombshell' no ha estado a la altura.

Nota: 5

Lo mejor: Su historia es muy potente, casi tanto como sus actrices.

Lo peor: Quiere distanciarse tanto de los aspectos más emocionales que termina siendo un relato muy frío y formalmente incoherente.