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CRÍTICA

'Érase una vez en Euskadi': Ser niño en el País Vasco de los 80

Crítica de 'Érase una vez en Euskadi', ópera prima de Manu Gómez. Mostrada en las Proyecciones TVE del 69 Festival de San Sebastián. Con Marián Álvarez, Luis Callejo, Arón Piper, Ruth Díaz y Yon González.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 29 de Octubre 2021 | 09:10
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Hay algo que los años 80 han logrado más allá de otros decenios: trascender. Si anteriormente eran los 60 la década de referencia para la cultura pop (y en menor medida los 70). Los 80 han dado un paso más allá, llegando a estar en la memoria colectiva más tiempo incluso de lo que realmente esos diez años duraron. Hay algo mágico en esa época, ejemplo de ello es el fenómeno internacional alrededor de 'Stranger Things', que captura esa esencia propia del cine de aventuras juvenil de esa era.

Érase una vez en Euskadi

Con una mirada personal hacia esta década, llega 'Érase una vez en Euskadi', ópera prima del guipuzcoano Manu Gómez. Aunque el realizador sitúe la trama en el año 1985, recurrente tanto en cine como en televisión, su relato se aleja de cualquier concepto estético de las producciones actuales que idealizan a los 80, estando más cerca de la mirada social de la emblemática 'Cuenta conmigo'.

Y es que Gómez se ha inspirado en su propia infancia para contar una historia que narra el paso de la niñez a la adolescencia de una cuadrilla de niños, siendo tres de ellos hijos de inmigrantes andaluces, lo que significa que son 'maquetos'. Pocas veces ha podido verse la realidad de las familias inmigrantes procedentes del sur de España en regiones como País Vasco. Para más inri, tampoco se había visto dentro del contexto de los años de plomo.

Érase una vez en Euskadi

Un notable debut

Precisamente ahí está una de las virtudes del filme de Gómez, el cual también firma el guion, en el mostrar los 80 con sus claroscuros, que estaban más acentuados, si cabe, en Euskadi. Porque en el contexto hay miedo, hay horror, hay perplejidad, hay espanto y también hay decadencia y enfermedad, al no obviar cómo la heroína se llevaba a muchos jóvenes y cómo la pandemia del sida mostraba su lado más virulento. Una atmósfera que no impedía a los niños disfrutar de su verano.

Érase una vez en Euskadi

Y es ahí donde está el foco y el homenaje, a los niños que disfrutaron de su infancia a pesar de la adversidad. El mensaje llega a buen puerto, sobre todo, por la maravillosa interpretación de su cuarteto protagonista. Asier Flores, Aitor Calderón, Miguel Rivera y Hugo García. Los cuatro niños son el alma de la cinta, los cuatro ofrecen interpretaciones sensacionales, tremendamente espontáneas, logran que su perspectiva pueda verse frente a todo lo que les rodeaba, como sucedía con la cinta chilena 'Rara'.

Acompañados por actores adultos de primera línea, Luis Callejo, Vicente Romero, Marián Álvarez, Ruth Díaz, Josean Bengoetxea, María Isasi, Pilar Gómez, María Alfonsa Rosso y Yon González; 'Érase una vez en Euskadi' más que un canto a la nostalgia es un homenaje a esa infancia que ha disfrutado de su niñez a pesar de la adversidad, un filme con alma costumbrista, que plasma las acciones cotidianas del día a día, con las que se rinde tributo a esos trabajadores cuyas preocupaciones eran poder pagar las facturas, llegar a fin de mes y traer un plato de comida para alimentar a toda la prole.

Nota: 7

Lo mejor: Los niños protagonistas, gozan de una espontaneidad que atrapa.

Lo peor: Hay ciertos pasajes que tienen un toque tremendista, especialmente en su parte final.