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CRÍTICA

'Little Fires Everywhere': Parece que hay un incendio, cada vez que nos juntamos

Reese Witherspoon y Kerry Washington protagonizan y producen esta serie de 8 episodios adaptación del best seller de Celeste Ng.

Por Luisa Nicolás 22 de Mayo 2020 | 14:50

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Reese Witherspoon tiene una misión: llevar historias creadas por mujeres, y a ser posible protagonizadas por mujeres, al mainstream: "Tenemos historias que contar y somos el 50% de la población. Por lo tanto, nos corresponderían el 50% de las historias y el 50% de los personajes en el cine", decía la actriz en 2016. Desde entonces, con su empresa Hello Sunshine, ya ha producido entre otras 'Alma salvaje' y 'Perdida' para la gran pantalla y 'Big Little Lies', 'Truth Be Told' y la que nos ocupa, 'Little Fires Everywhere', para la televisión, siendo todas ellas adaptaciones de novelas escritas por mujeres.

En esta ocasión Witherspoon se ha aliado con Kerry Washington y su compañía, Simpson Street, para además de producir protagonizar una historia sobre dos mujeres, dos madres, con dos vidas muy distintas que se entrelazarán entre secretos, mentiras y sororidad. Basada en la novela homónima de Celeste Ng, 'Little Fires Everywhere' también tiene una importante presencia femenina tras las cámaras, con Liz Tigelaar ('Una vida inesperada', 'Casual') como creadora, showrunner y productora ejecutiva; y Lynn Shelton ('El amigo de mi hermana') y Nzingha Stewart ('A mi altura') dirigiendo 6 de los 8 episodios que componen la miniserie. Desgraciadamente Shelton murió el pasado 17 de mayo por un problema sanguíneo con una prometedora carrera por delante.

'Little Fires Everywhere'

Precisamente si a algo evoca esta serie es a la ya mencionada 'Big Little Lies', pues estamos de nuevo ante la representación siniestra de lo que oculta el American way of life, de la mujer que trabaja fuera de casa, es miembro del AMPA, hace magdalenas, está delgada, llena su casa de flores y es filántropa, pero exhibir tanta felicidad no le permite siquiera explorar su propia insatisfacción o vulnerabilidad. Porque parecer es más importante que ser. 'Little Fires Everywhere' transcurre en Estados Unidos, en los perfectos suburbios de la perfecta Shaker Heights en Ohio durante 1997 y comienza con dos preguntas: ¿quién podría odiarte tanto para encender pequeños fuegos por toda tu casa contigo dentro y por qué? La serie retrocede entonces 11 meses, coincidiendo con la llegada al pueblo de una madre soltera, artista, bohemia y casi nómada que junto a su hija alquilan la segunda residencia de Elena Richardson (Witherspoon), una mujer que disfruta siendo matriarca y organizadora de la vida de todo el mundo, siempre con la intención de ayudar y siempre siguiendo las normas.

Y aunque es una serie llena interrogantes, 'Little Fires Everywhere' está más interesada en el camino que en alimentar el misterio. Mia Warren (Kerry Washington) llega como un tsunami a la casa de Elena y su familia para enfrentar los errores, los aciertos y la honestidad de estas dos formas de vida, dos maternidades muy diferentes y que precisamente parecen ser lo que la hija adolescente de la otra necesita. Izzy (Megan Stott) está intentando aceptar su sexualidad y no encaja con lo que su madre considera que es la felicidad, Pearl (Lexi Underwood) tiene toda la libertad para ser quien quiera ser, pero anhela la estabilidad, la normalidad y también la sobreprotección que ve en la familia Richardson. Washington y Witherspoon cargan con la trama, tanto en su viaje personal como en la dinámica de su relación, y la química entre ambas es fundamental para construir la gran fuerza dramática que hace avanzar un argumento que engancha por la intensidad de su atmósfera y la empatía que generan sus personajes, no por forzar giros dramáticos.

Reese Witherspoon en 'Little Fires Everywhere'

Washington y Witherspoon. Mia y Elena

El personaje de Washington es electrizante y todo lo que ocultan sus silencios en una huida hacia delante genera cierta fascinación. Pero desafortunadamente la Elena de Witherspoon no se aleja tanto de la efervescente y pretenciosa Madeline Mackenzie que ya interpretó en la serie de HBO. El reparto lo completan Rosemarie DeWitt, Joshua Jackson como el marido de Elena y el elenco adolescente: Stott, Underwood, Jade Pettyjohn, Jordan Elsass y Gavin Lewis. Estos personajes, sus relaciones, el instituto y su entrada en la edad adulta están bien perfilados dentro de sus clichés, pero sin recrearse en sus estereotipos. Ser la más popular, la nueva, el bicho raro o empezar a ceder con recelo tus privilegios de clase blanca privilegiada no entra en conflicto con la colisión emocional que viven sus madres, aún cuando las relaciones maternofiliales son la auténtica llama de este incendio.

Las diferentes formas de maternidad, todas tan correctas y erróneas; la diferencias de clase social, de género y especialmente de raza son temas con mucho peso en 'Little Fires Everywhere', que refleja por ejemplo todos esos micromachismos y microracismos tan arraigados en nuestra educación, pero especialmente sangrantes en la sociedad norteamericana donde la población negra supone el 16% de la demografía total del país. Aun así se siguen viviendo situaciones de miedo y discriminación, incluso de la bienintencionada, como la sutil insistencia de Elena de etiquetar al novio de su hija de afroamericano y exhibir la relación como bandera de su progresismo. Pero también de la más obvia, retratada en el terror de Mia a la policía.

Tener en el equipo creativo mujeres y diversidad racial, incluyendo a la autora de la novela cuya familia es de origen oriental, permite tratar estos estigmas con la naturalidad de quien los ha vivido y la conciencia de quien quiere erradicarlos. La discriminación racial es asimismo el eje central de 'American Son', una película que Washington también ha producido y protagonizado. Pero mientras algunos casos se presentan con pinceladas, frases o status quo que derrocar, otras tramas como la de la mujer china que tiene que salvar a su bebé de la inanición caen en el exceso del melodrama.

'Little Fires Everywhere'

No hay prácticamente elementos de comedia y entre los problemas de los adolescentes, de las personas adulta y el choque de todos estos conflictos, la serie es un gran drama de clase alta, un culebrón, sí, de esos de los que cuesta despegarse porque sus problemas son mucho más interesantes que los nuestros. Técnicamente no tiene nada que sea especialmente notable más allá de una banda sonora que junto a la falta de tecnología son los únicos elementos que la sitúan temporalmente, es una pena, pero la mayoría de situaciones que retrata son vigentes hoy día. Eso y un presupuesto que eleva una rivalidad entre mujeres y maternidades de telenovela de sobremesa a streaming de calidad.

Para esta crítica hemos visto solo 3 de los 8 episodios que componen 'Little Fires Everywhere' y están disponibles al completo en Amazon Prime Video desde este 22 de mayo en versión original con subtítulos en español. Los episodios doblados al castellano llegará en los próximos meses.

Nota: 7

Lo mejor: sus protagonistas

Lo peor: su monótono tono dramático