Las producciones de serie B han ido volviéndose más sofisticadas con el paso del tiempo. Es más, esa categoría está más asociada a la filmografía de sus creadores y a sus presupuestos que a otros elementos, fruto de una constante revalorización del subgénero. En esto, el thriller ha sido uno de los mejores exponentes de que en la producción independiente pueden encontrarse buenas ideas. Es el caso de 'Mira por mí', segundo largometraje del canadiense Randall Okita.
La premisa de 'Mira por mí' es relativamente original, al tener como protagonista a Sophie, una joven que fue esquiadora olímpica y que se tuvo que retirar debido a padecer retinosis pigmentaria, que le ha provocado una rápida ceguera. Enfadada con la vida, comete pequeños hurtos cuando trabaja como cuidadora de mascotas en mansiones de gente de alto poder adquisitivo. En un trabajo de última hora, le surge la oportunidad de hacerse cargo de un gato. Lo que no espera es que tres individuos entren en la casa, decididos a hacerse con un botín oculto en la mansión.
Su trama es sencilla y ha podido verse en películas como 'Asalto en la noche', 'El ocupante' o 'Aquellos que desean mi muerte'. No obstante, es la forma en la que se ejecuta lo que hace que esté a un nivel superior, ofreciendo un buen entretenimiento. En cierta forma, 'Mira por mí' recuerda a 'Till Death. Hasta que la muerte nos separe', con una protagonista femenina que debe enfrentarse a unos malhechores que buscan su muerte y a los que debe enfrentarse en desventaja, al ser invidente.
Un thriller correcto con una protagonista carismática
Surge ahí la figura indispensable de Kelly, interpretada por Jessica Parker Kennedy, la cual sirve de lazarillo virtual a la protagonista. La manera en la que el guion de Adam Yorke y Tommy Gushue introducen esta variante es correcta y funciona bien en la trama, aportando un toque diferente al previsto en este tipo de producciones. Mención también a la interpretación de su protagonista, una desconocida Skyler Davenport, actriz habitual de doblaje y que debuta en su primer protagónico en una película en imagen real.
Cierto es que 'Mira por mí' no reinventa la rueda, pero toca destacar que Okita haya realizado un thriller correcto que es un buen entretenimiento para el público, lo cual recuerda que, ante todo, esto es más que suficiente para cierto tipo de producciones. Un simpático thriller de serie B con una protagonista ambigua y carismática y una trama que bien ejecutada y de rápida acción.
Nota: 6
Lo mejor: Como van sucediéndose las escenas, mantienen el interés en el espectador.
Lo peor: Es una trama tremendamente previsible, carente de riesgo y ambición. Producto correcto pero nada más.
