'Wildland': Negocios de familia

Si hay un género en el que el cine escandinavo no suele fallar, ese es el thriller. Son varios los títulos provenientes de Noruega, Suecia, Islandia y Dinamarca que han llegado a salas españolas y que muestran su savoir-faire con el suspense, siendo las sagas 'Los casos del Departamento Q' o 'Millennium' los exponentes más evidentes. Precisamente, de esta franquicia proviene Jeanette Nordahl, la cual debuta como directora con 'Wildland', protagonizada por Sidse Babett Knudsen y mostrada en la sección Retueyos del 58º Festival de Gijón.

Nordahl aprovecha su experiencia como asistente de dirección en 'Los casos del Departamento Q' para elaborar una ópera prima con una gélida puesta en escena, en la que destaca una estructura familiar en la que la figura materna ejerce un férreo y perverso control sobre sus hijos. La trama es muy similar a la de otro thriller con una matriarca feroz, 'Animal Kingdom'. Es más, podría decirse que esta es la respuesta femenina al filme de David Michôd.

En ambos casos, un adolescente pierde a su progenitora y va a parar a una familia que apenas conoce y que resulta ser un clan mafioso, liderado por una matriarca que con sus amables y dulces palabras es capaz de anular psicológicamente a alguien. En este caso, Sidse Babett Knudsen toma el testigo de Jacki Weaver y el joven huérfano pasa a ser una joven huérfana. Aunque hay muchas similitudes con el filme australiano; Nordahl, quien dirige un guion escrito por Ingeborg Topsoe, guionista de la serie de Amazon 'Hanna', traza su propio esquema, ahondando más en la imposibilidad de escapar de ese círculo vicioso familiar.

Sidse Babett Knudsen sube el listón de este thriller familiar

Y ahí es donde la fuerza de Sidse Babett Knudsen logra elevar la película. La actriz de 'Borgen' saca su lado más maquiavélico, digno de una villana como la madre Gothel de 'Enredados', con una increíble habilidad para la manipulación emocional. Una auténtica fábrica de relaciones ambivalentes que gravitan alrededor de ella. A su lado, la joven Sandra Guldberg hace lo posible por mostrarse como una adolescente que ha caído víctima en una tela de araña y de la que escapar no será nada sencillo.

Para ser un primer largometraje, Nordahl muestra su experiencia con el género, a pesar de ser una propuesta conservadora. Ahora tiene el reto de traer una nueva propuesta mucho más arriesgada. Eso sí, si repitiese con Sidse Babett Knudsen, no habría queja ninguna.

Nota: 6

Lo mejor: La interpretación de Sidse Babett Knudsen.

Lo peor: Acaba siendo un thriller muy predecible.