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CRÍTICA

'Un novio para mi mujer': Las conversaciones pendientes

Crítica de 'Un novio para mi mujer', comedia dirigida por Laura Mañá, quien firma el guion con Pol Cortecans. Protagonizada por Diego Martín, Belén Cuesta y Hugo Silva. Remake de la película argentina.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 22 de Julio 2022 | 10:30
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Un novio para mi mujer': Las conversaciones pendientes

En la ya más que asentada tradición del lanzamiento de remakes de comedias internacionales, es el turno de 'Un novio para mi mujer'. Adaptación del aplaudido éxito argentino de 2008, que dirigió Juan Taratuto y protagonizaron Adrián Suar, Valeria Bertuccelli y Gabriel Goity, ha tardado en llegar su contraparte española. Una versión que dirige Laura Mañá y que tiene como actores principales a Diego Martín, Belén Cuesta y Hugo Silva.

Un novio para mi mujer

A diferencia de la versión original, la adaptación española evade cualquier conversación bergmaniana frente a un terapeuta de pareja y se enfoca en crear un cosmopolita trío protagónico que difiere de lo que se espera de una premisa, un título y un cartel como el que tiene. Aquí se ve parte del espíritu del filme de Taratuto, que también rehuía de la comedia de enredo para crear una comedia dramática con tintes ácidos sobre el desgaste de las relaciones conyugales y la incapacidad del hombre por no enfrentarse tanto a la crisis matrimonial que lleva viviendo desde hace varios años como al loco plan que traza, impulsado por una falta de valor vergonzosa.

En esta adaptación, Mañá, quien firma el guion junto con Pol Cortecans, apuesta por narrar un relato de hechos consumados, en el que la pareja ha llegado a un límite en el que ya se denota cómo el carácter pusilánime de él y la depresión de ella les ha llevado a un agujero emocional que la cineasta retrata entre un tono agradable y cómico y otro dramático y serio. En medio, el tercero es discordia, un dandy trasnochado que probó de su propia medicina al enamorarse de una mujer que no le correspondió. Aquí puede verse qué pasa con el seductor tras el rechazo. Un trío de personajes con problemas que terminan tomando el protagonismo del filme, quedando las tramas amorosas en un sorprendente discreto segundo lugar.

Un novio para mi mujer

Una comedia romántica que busca ser algo más

Por un lado es un acierto que se busque narrar comedias románticas con una profundidad inusual, Mañá ya hizo un intento con 'Te quiero, imbécil', propuesta que se salía de los cánones habituales del género. En ese lado, se ve reforzado por actores entregados a sus papeles. Belén Cuesta era la que tenía el mayor reto, pues debía hacer que el público empatizase con un personaje desagradable y hundido en una profunda depresión, aunque al inicio es difícil conectar con Lucía, es el carisma propio de la actriz el que derrumba esa barrera, conociendo más en profundidad a una mujer herida que es también ejemplo de una generación decepcionada con sus propias aspiraciones.

Un novio para mi mujer

Cuesta tiene como partenaires a Diego Martín y Hugo Silva, ambos en papeles similares a los que han defendido con anterioridad. Lo interesante es que ambos hubieran tenido el rol contrario, pues hubiera sorprendido ver a Silva convertido en un hombre gris e incapaz de afrontar sus propias responsabilidades, con un carácter excesivamente pasivo y Martín como ese seductor caído en desgracia.

El resultado es una película diferente de lo que se espera de una comedia romántica. No obstante, se echa en falta una chispa que termina de cautivar al público. Al final, llega a tocar tantos temas (los problemas conyugales, las crisis de edad provocadas por los fracasos vocacionales, la importancia de hablar públicamente de cuando uno no está bien, el miedo al rechazo) que provoca la sensación de quedarse en tierra de nadie, especialmente en su nudo, el cual queda resuelto de una manera demasiado convencional para lo que pedía una historia cuyos giros invitaban a algo más arriesgado. Mañá sigue progresando adecuadamente en las comedias románticas, como le pasó con su anterior propuesta del género, le falta ir más allá para poder ofrecer algo realmente distinto del todo.

Nota: 6

Lo mejor: El inesperado giro inicial que muestra que se está ante una comedia romántica con trasfondo. La interpretación de Belén Cuesta.

Lo peor: Termina quedándose en tierra de nadie, de manera que no logra enganchar a los adeptos del género ni tampoco a aquellos que buscaban una propuesta diferente de lo convencional.