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CRÍTICA

'El Juego de las Llaves': Morbo sin brillo en la nueva comedia sexual española

'El Juego de las Llaves' adapta la divertida serie de comedia sexual mexicana con más errores que aciertos, aunque salva los muebles.

Gonzalo Franco
Por Gonzalo Franco Más 13 de Abril 2022 | 09:30
Periodista especializado en cine y televisión a tiempo parcial, fan de Star Wars a jornada completa.

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Hace unos años, en Amazon Prime Video desembarcó una serie tan socarrona y original que pronto se ganó a su público. 'El juego de las llaves' jugaba con el morbo de la comedia sexual con brillantez y se convirtió en un éxito. Ahora, a España nos llega su adaptación cinematográfica, una película dirigida por Vicente Villanueva, distribuida por Warner Bros. y que ya puede verse en cines.

'El Juego de las Llaves'

La historia de 'El Juego de las Llaves' tiene ocho protagonistas. Laura está casa con Antonio, con quien tiene una hija y llevan una vida monótona y estandarizada. Un día, Laura se encontrará a su antiguo y seductor amigo Sergio con su novia millenial Siena. Los cuatro se reúnen junto a sus también amigos Raquel, Quique, Cris y Dani. En mitad de la reunión, Siena propone jugar al Juego de las Llaves, que consiste en que las mujeres pongas sus llaves en un bol y los hombres elijan una al azar. Las nuevas parejas formadas se pasarán la noche en la cama sin ningún tipo de remordimiento.

La química del humor

Con tanto personaje condensado en menos de dos horas, era fácil que 'El Juego de las Llaves' resultase confusa. Sin embargo, Villanueva tira de oficio para equilibrar todas sus tramas y exponerlas de la forma más sencilla posible. Además, el reparto está muy entregado en sus respectivos papeles y reflejan la buena química que hubo durante el rodaje. Hacérselo fácil al espectador era uno de los puntos claves que debía conseguir la película, y en esta ocasión lo logra. Así, 'El Juego de las Llaves' consigue salvar los muebles.

'El Juego de las Llaves'

No va más allá porque su guion carece de la fuerza y la originalidad de las que pretende hacer gala. En 'El Juego de las Llaves' hay situaciones que se plantean como rocambolescas e inesperadas que, en realidad, se ven venir de manera bastante evidente. Por otro lado, hay secuencias que pretenden colarse de una manera más orgánica y que son tan inverosímiles que es imposible tragarlas. No se acaba de acertar con el enfoque en ese aspecto.

Esto hace que 'El Juego de las Llaves' mantenga constantemente un ritmo atropellado en el que no paran de ocurrir cosas. Pero lo cierto es que su propio fallo se vuelve a la vez un acierto porque, pese a las irregularidades de su libreto, al menos es tan dinámica que en ningún momento llega a aburrir. Y eso en una comedia es fundamental.

'El Juego de las Llaves'

La originalidad del morbo

En el fondo, uno de los problemas de los que adolece 'El Juego de las Llaves' es el hecho de aspirar a ser una obra original y diferente. Pretende que su comedia sexual sea elevada, algo distinto a lo visto hasta ahora. Y no es así. Solo en los últimos años tenemos numerosos ejemplos más o menos logrados en España. 'Donde caben dos' o 'Poliamor para principiantes' son dos muestras del año pasado de este subgénero humorístico. Y la película que nos ocupa, sin ser peor, tampoco es nada novedosa.

De hecho, los mejores chistes son los que se presentan de manera espontánea, los que generan morbo y debate interno. Porque los personajes están tan estereotipados que es fácil reconocer ciertas actitudes, lo que ayuda a entrar en su juego, valga la redundancia. Por contra, hay situaciones en las que todo se viene trabajando tanto que resulta muy artificioso y no termina de caer con buen pie. Para ejemplo esa suerte de homenaje a 'Eyes Wide Shut' que se queda en parodia poco elegante.

'El Juego de las Llaves'

Con todo ello, 'El Juego de las Llaves' termina siendo una comedia simpática que no aporta mucho. Logra menos de lo que pretende, pero tampoco es fallida y el hecho de que su duración no llegue a las dos horas hace que tampoco se haga pesada. Un entretenimiento estándar para subir la temperatura en las salas de cine.

Nota: 5

Lo mejor: Su reparto, el buen ritmo que maneja y los chistes más naturales.

Lo peor: Cuando fuerza el humor, se nota demasiado artificial y poco original.