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CRÍTICA

'Personal Assistant' desafina hasta en las notas más sencillas

Dakota Johnson es la asistente personal de una diva del pop que quiere pasarse a producir en esta feel-good movie para dejar los malos rollos en cuarentena.

Por Luisa Nicolás 26 de Junio 2020 | 10:00

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El estreno de 'Personal Assistant' marca el regreso a los cines después de la pandemia del COVID-19, un regreso que parece que será tibio e inseguro. Quizá por eso Universal, que tuvo que retrasar 'Trolls 2: Gira mundial' y 'Sin tiempo para morir', ha elegido volver a las salas comerciales con una película buenrollista, que juega siempre sobre seguro y donde cualquier amago de drama o conflicto es solo cosa de la clase alta del primer mundo.

Dakota Johnson interpreta a Maggie Sherwoode, la asistente personal de Grace Davis, (Tracee Ellis Ross) una diva del pop que no ha sacado un tema nuevo en más de una década, pero sigue llenando estadios con sus grandes éxitos. Davis parece resignada a seguir revisitando las mismas canciones una y otra vez, pero Maggie aspira a dejar de ser su ayudante y convertirse en productora musical. Mientras sigue llevándole zumos detox y recogiendo sus vestidos de la tintorería, Maggie conocerá a David Cliff (Kelvin Harrison Jr.), un joven con una voz prodigiosa que se convertirá en su primer cliente. Maggie quiere producir, David quiere cantar, Grace quiere recuperar su identidad y en el mundo creado por la directora Nisha Ganatra ('Late Night') y la debutante guionista Flora Greeson todo es posible. 'Personal Assistant' es tan amable con sus personajes y el público que termina siendo pura complacencia y fantasía en esta época convulsa. Y no lo digo como un cumplido.

'Personal Assistant'

Aunque Johnsson despliega todos sus encantos de chica blanca privilegiada, segura de sí misma y protagonista ideal de una comedia romántica, es Tracee Ellis Ross y su Grace Davis, una diva absorta en su status de estrella, lo que mantiene la película a flote. Ellis Ross es hija, precisamente, de Diana Ross y en parte de su interpretación hay mucho de homenaje a su madre y reflejo del devenir de su carrera, pero manteniendo las distancias para evitar comprometerse.

Porque si algo consigue 'Personal Assistant' es evitar mojarse en cualquier polémica a toda costa. Es especialmente frustrante que no quiera explorar los conflictos de una mujer de más de 40 años, además racializada, que lucha por mantenerse a flote en un mundo que no quiere verla envejecer, un mundo de hombres que pagan las facturas con su voz a la vez que silencian sus aspiraciones. Como ella misma dice, "solo 5 mujeres en la historia han conseguido un número uno después de los cuarenta, y solo una de ellas era negra". Dos temas muy interesantes que se diluyen en los múltiples arcos argumentales que rodean al personaje de Johnson y su mundo de fantasía donde todos tus sueños se harán realidad sin siquiera tener que esforzarte demasiado. No hay reflexión más allá de la mención en temas de edad, sexo, raza o clase. Los conceptos críticos son tan básicos y vagos como la representación de la industria musical.

'Personal Assistant'

Es tan benévola en general que sus 110 minutos son una experiencia llevadera, sí, pero fácil de olvidar porque su determinación en hacerte sentir bien pesa mucho más que lo que pretende contar. Su estructura argumental no se aventura a desviarse ni un milímetro del camino más predecible, excepto, claro, en ese giro tan loco que no podemos desvelar pero roza el esperpento en su arco final. En el apartado musical tampoco se ha arriesgado demasiado, aunque con temas de Al Green, Aretha Franklin o Sam Cooke lo difícil es fallar. Prescinde, eso sí, de usar o abusar de temas demasiado conocidos para acentuar la melomanía de une a sus protagonistas. De hecho, quizá las mejores escenas son aquellas en las que los personajes hablan de sus gustos musicales y en las que parece percibirse un destello de pasión en ellos.

Personajes de un solo tono

Después de verla en 'Malos tiempos en El Royale' o 'Suspiria', podemos sospechar que Dakota Johnson no tendría que ser siempre la actriz falta de recursos dramáticos que apunta su carrera. Pero papeles como el de 'Personal Assistant', carentes de evolución, no le podrían permitir demostrar lo contrario. Tiene poco sobre lo que trabajar, es verdad, pero su personaje necesitaría ser, como mínimo, tan irresistible como han sabido ser Drew Barrymore, Jennifer Aniston, Meg Ryan, Zooey Deschanel y el resto de reinas de la comedia romántica. Al menos Ellis Ross puede jugar con las muchas facetas de Grace Davis (por cierto, todas las canciones originales están grabadas por ella misma), una estrella vulnerable, insegura, mandona o defensiva, tratando de controlar su vida pública, privada y profesional. Y cuando están juntas, Johnson y Ellis Ross, la película toca las notas acertadas, pero en un acorde demasiado bajo. Cuando interactúan con los secundarios, Bill Pullman, June Diane Raphael, Ice Cube y Zoe Chao, la química desaparece.

'Personal Assistant'

'Personal Assistant' tiene muchas cosas en común con un disco de grandes éxitos: conoces todas las letras, se deja oír con mucha facilidad, pero un recopilatorio, una mezcla de tantas canciones de álbumes, estilos y épocas distintas, difícilmente tendrá personalidad propia ni un mensaje que contar. Coge una canción de una comedia romántica, otro corte de un melodrama musical, algunas notas de superación y pone a gente guapísima y rica a cantar las melodías, un mix de versiones de películas mejores; pero quizá sería injusto pedirle algo más a una historia sin absolutamente ninguna pretensión, ninguna más allá de ser un inofensivo e ingenuo cuento de hadas.

Nota: 5

Lo mejor: La música

Lo peor: No voy a desvelar el giro final, pero por favor...