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CRÍTICA

'El poder del perro': La ponzoña que emana del desprecio

Crítica de 'El poder del perro', dirigida y escrita por Jane Campion. Basada en la novela de Thomas Savage. León de Plata a la mejor dirección en el 78 Festival de Venecia. Con Benedict Cumberbatch.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 19 de Noviembre 2021 | 12:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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"Mas tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh fuerza mía, libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro", Salmos 22:20-21. Con la parte final del versículo del Libro de los Salmos del Antiguo Testamento, el autor Thomas Savage dio título a su novela 'El poder del perro', publicada en 1967 y aclamada por la crítica. A pesar de ello, el público no compartió el mismo entusiasmo, quedando enterrada en la historia, sirviendo como piedra angular a Annie Proulx a la hora de romper el mito del vaquero con su espléndida 'Brokeback Mountain', llevada magistralmente al cine por Ang Lee en 2005.

El poder del perro

Si bien la obra de Proulx goza de una popularidad mucho mayor, son muchos los que echaban en falta una mayor reivindicación de la novela de Savage, así como una traslación al cine correcta. Por fin, llega una adaptación cinematográfica que está a la altura del libro, gracias a la neozelandesa Jane Campion, quien regresa a la gran pantalla con 'El poder del perro', la cual llega a salas comerciales tras su exitoso paso por la 78ª edición Festival de Venecia, donde se alzó con el León de Plata a la mejor dirección.

Dividida por episodios, Campion va cocinando a fuego lento su gesta con la que convierte una historia ambientada en el Lejanos Oeste estadounidense en una tragedia griega contemporánea, en la que los vaqueros no son retratados como los grandes héroes del cine como Howard Hawks o John Ford; tampoco trae esa mirada sucia y dura del Spaghetti Western de Sergio Leone. La cineasta crea un relato en el que los vaqueros viven un dilema que plasma una realidad que vive entre el mirar hacia delante o el quedarse anclada en el pasado, un retrato certero y cercano sobre la decadencia y la agonía de un estilo de vida.

El poder del perro

Pero Campion no busca hacer un filme como el que hizo Jacques Audiard con la fabulosa 'Los hermanos Sisters'; sino que retrata cómo la ponzoña del odio a sí mismo envenena todo aquello que toca, corroyendo hasta la más mínima esperanza. La cineasta va envolviendo a sus protagonistas en un ambiente opresivo que contrasta con los bellos parajes que plasma, con una fotografía magistral, obra de Ari Wegner, la cual estuvo detrás de la fotografía de 'Lady Macbeth'.

Un largometraje majestuoso sobre el horrible poder del odio

Con ese ambiente opresivo y asfixiante, Campion retrata las consecuencias de la homofobia a uno mismo, reflejado en el personaje que termina convirtiéndose en el protagonista y villano, el Phil Burbank de Benedict Cumberbatch. Más habituado a mostrar otro tipo de papeles, el británico muestra cómo el odio y la negación de la propia naturaleza de Phil -inspirado en la propia homofobia interiorizada que vivió el autor de la novela, el cual vivió de manera reprimida su sexualidad- termina desembocando en un ejercicio sádico hacia sus seres queridos, agravados por el ambiente rural de la zona, siendo una versión perversa del Perro del Hortelano. La directora y guionista termina convirtiendo a Burbank en un hombre cuyo rechazo termina marcando su propio destino.

El poder del perro

Al lado de un Cumberbatch magistral, está un maravilloso reparto. Jesse Plemons y Kirsten Dunst, pareja en la vida real, defienden muy bien sus personajes, muy especialmente la intérprete germano-estadounidense, la cual demuestra ser muy ducha en personajes extremos, como bien demostró en 'Melancolía' o 'La seducción'. Aunque quien vive el duelo interpretativo contra el actor de 'Doctor Strange' es el joven Kodi Smit-McPhee, el cual sabe transmitir una poderosa fuerza interior, que reivindica también la lucha de aquellos que no podían ocultarse.

En esa espiral tóxica, Campion crea un largometraje bello cual antigua tragedia, que bien podría considerarse la respuesta honesta a 'Brokeback Mountain', en la que los vaqueros amordazan su dolor antes de que nazca y que su aspecto pétreo se debe a que guardan su amargura para beberla, como en la canción de Cecilia. Una obra maestra, un ejercicio magistral que coloca a 'El poder del perro' como el gran ejercicio cinematográfico de la cineasta desde aquella alhaja que es 'El piano'. Una experiencia hecha para el deleite visual en la gran pantalla, un relato épico, de esos que, tristemente, cada vez se ven menos.

Nota: 9

Lo mejor: La soberbia interpretación de Benedict Cumberbatch, su magistral fotografía y una banda sonora, obra de Jonny Greenwood, que envuelve en esta tragedia del Lejano Oeste.

Lo peor: Que su paso por cines sea de forma limitada porque cierta plataforma se niega a darle una completa vida comercial en la gran pantalla.