Cada vez es más habitual que se estrene una propuesta de terror en plena temporada navideña, una manera disonante de celebrar las fiestas, pasando un rato de miedo en la gran pantalla. Si en 2021, fue 'Demonic' la que irrumpió en medio de 'Spider-Man: No Way Home', 'Mamá o papá', '¡Canta 2!' o 'West Side Story'; ahora le toca a 'Reza por el diablo', que se convierte en uno de los últimos estrenos de este 2022 que llega a su fin, en medio de títulos como 'Avatar: El sentido del agua', 'El gato con botas: El último deseo', 'A todo tren 2' o 'Whitney Houston: I Wanna Dance with Somebody'.
Y, la verdad, como le pasó al film de Neill Blomkamp, la película de Daniel Stamm está destinada para caer en el más absoluto olvido. En un año en el que el terror ha destacado como uno de los géneros más exitosos, con blockbusters como 'Scream', 'Smile', 'Nop' o 'Barbarian'; además de que todos los citados han convencido también a la crítica; que lleguen propuestas como 'Reza por el diablo' se sienten como un paso hacia atrás. Especialmente, porque produce la terrible sensación de estar viendo un telefilme en la gran pantalla.
Sí, las producciones de terror son conocidas por sus bajos presupuestos (por ejemplo, 'Smile' estuvo pensada inicialmente para ser lanzada directamente en Paramount+). Sin embargo, eso no quita que se aproveche bien, logrando propuestas muy dignas, gracias, especialmente, a una buena labor de guion, como bien pudo verse en 'X' o su precuela 'Pearl', cuyos costes fueron de un millón de dólares cada una. Nada de eso ocurre en 'Reza por el diablo', que busca ser un intento de crear terror desde una perspectiva creyente. Es como si el cine religioso hubiera querido probar con el género, como si 'Los milagros del cielo' o 'Más allá de la esperanza' optasen por tirar por elementos sobrenaturales de horror para explicar sus tramas.
Una propuesta de terror con espíritu de telefilme de sobremesa con tufillo religioso
A 'Reza por el diablo' se le ve su columna vertebral desde el primer minuto. No solo eso, es que produce la sensación de ser la marca blanca de un spin-off de 'Expediente Warren'. Sus posesiones no asustan, sus escenas de miedo tampoco, la trama no solo es que sea predecible, es que llega a aburrir. El empoderamiento de su protagonista femenina produce la sensación de ser algo impostado, como si se quisiera crear una monja guerrera al estilo Netflix, pero convirtiéndola en una piadosa exorcista. También, la escuela de exorcismo para sacerdotes, que busca darle una mirada academicista a la trama, resulta inverosímil, como si las escuelas de conjuros existiesen en la vida real.
Con un elenco que parece que va con el piloto automático y que produce la continuación sensación de que proviene de un culebrón de sobremesa (Jacqueline Byers no convence, para nada, religiosa y Christian Navarro hace lo que puede con su papel); 'Reza por el diablo' es una propuesta hecha para los fans de las producciones de serie B que ni siquiera se toman la molestia de crear una trama coherente. Lo peor es que deja la sensación de que la idea no era mala y que, en otras manos, hubiera sido una propuesta de género inteligente. Eso solo provoca esa sensación de oportunidad perdida que dejan títulos como este.
Nota: 3
Lo mejor: Sentir la sensación de que la premisa, en otras manos, quizás sí hubiera funcionado.
Lo peor: Que provoque bostezos en su primera parte no augura nada bueno.
