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CRÍTICA

'Territorio Lovecraft': Los tentáculos del racismo

Crítica de 'Territorio Lovecraft', la adaptación de la novela de Matt Ruff. Estreno en HBO el 17 de agosto.

Por Javier Parra González 15 de Agosto 2020 | 11:38

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La percepción del mundo de H.P. Lovecraft solo pasaba por un prisma donde la supremacía del hombre blanco y Occidente, eran claves y únicos para comprender su propio universo. Lovecraft era racista, sí, y eso es algo con lo que los amantes de su obra y del horror cósmico deben lidiar de forma casi cíclica, cada vez que se recuerda la forma de pensar del autor de Providence. Dicho esto, y dejando claro que es posible separar la concepción de ese terror repleto de criaturas tentaculares, deidades primigenias y entidades cósmicas, de esa supremacía blanca por la que abogaba el escritor, resulta absolutamente fascinante, al menos en su planteamiento, la mera existencia de 'Territorio Lovecraft'.

Territorio Lovecraft

J.J. Abrams, Jordan Peele y Misha Green unen fuerzas como productor ejecutivo y creadores para traernos la nueva propuesta de HBO, la cual nos llegará a lo largo de diez episodios basados en la novela homónima escrita por Matt Ruff y publicada en 2016. Esta, nos llevaba hasta unos Estados Unidos en plena década de 1950, en la que una familia de afroamericanos habitantes de Ardham, en referencia directa al Arkham imaginado por Lovecraft, la ciudad ficticia situada en Massachusetts (y, a menudo, asociada a Salem), deberá hacer frente a una serie de horrores que contemplan parte de lo que el autor de 'El horror de Dunwich' imaginó, quienes sin embargo deberán hacer frente a otro horror que estuvo presente en dicha década y que, por desgracia, sigue presente en la sociedad de la primera potencia mundial: el racismo.

Así es como la familia Freeman, con Atticus a la cabeza (un absoluto aficionado a la ciencia ficción y a los cómics, interpretado por Jonathan Majors), se verá de frente las caras con una suerte de logia blanca con la que enfrentar su libertad e ideales, los cuales servirán de cruda metáfora acerca de la pesadilla que harán vivir en sus propias carnes no solo la segregación y el racismo, sino que el horror se convertirá en algo tangible en el momento en el que se empiecen a traspasar ciertos límites entre lo que podríamos determinar como horror cósmico y la cosmología del horror derivada de la propia xenofobia.

Territorio Lovecraft

Los tentáculos del racismo

Esa cosmología a la que vengo a hacer referencia es una que se nos presenta de determinadas formas, siendo una de ellas (y la más sorprendente y rompedora, al menos a ojos de quien esto escribe), una que vendría a estar relacionada con la concepción de la Nueva Carne y los códigos que de esta se establecen ya en el cine de David Cronenberg, aunque más hermanada al de Brian Yuzna y su 'Society'. Porque, recordemos, en aquella viscosa joya del terror de 1989 se nos presentaba también a modo de sátira un aspecto social sobre el que incidir, como el del clasismo y la endogamia en el mundo de las élites (blancas, en este caso). Sin embargo, habrá que esperar hasta el episodio cinco para descubrir a qué me refiero cuando hablo de coqueteos con la filosofía neocárnica.

Si tal asociación no resulta del todo convincente, cabe tener en cuenta que en 'Territorio Lovecraft' también hay espacio para la crítica social y el reflejo de una podredumbre que en los tiempos de Trump sigue harto presente, es por ello que votantes de derechas puedan sentirse ofendidos al ver ante sus ojos una nueva ficción en la línea de las dos propuestas para cine de Jordan Peele, quien recordemos ya hizo su versión satítico-terrorífica de 'Adivina quién viene a cenar esta noche' con 'Déjame salir' (ganadora del Oscar al Mejor Guion en 2017), y se rió del american (white) way of life con 'Nosotros'.

Territorio Lovecraft

Ahora, y pareciendo que debido al propio formato de la serie (el autor, Ruff, confesó en una entrevista que la estructura capitular de su libro fue concebida pensando en él como en una serie de televisión, debido a su propia educación audiovisual), Peele y Misha Green (la otra creadora, en cuyo currículum televisivo constan 'Hijos de la Anarquía', 'Héroes', 'Spartacus', 'Helix' y 'Underground') se permiten el ahondar a través de sus personajes en diferentes fórmulas a explotar, las cuales van desde el cine de aventuras más pulp, en la línea de cómo Stephen Sommers ideó 'La momia', o la forma de entender el espectáculo televisivo que tiene Ryan Murphy, ya sea a través de 'Pose' o incluso 'American Horror Story'.

Volviendo a poner en el punto de mira la blaxploitation que tantas piezas de culto ha dado dentro del género fantástico (desde el 'Drácula Negro' de William Crane, al ' Candyman, el dominio de la mente' de Bernard Rose, que tendrá una próxima revisión que ha dirigido Nia DaCosta), parece ser que 'Territorio Lovecraft' llega en un momento social idóneo, justo para hacernos pensar en los horrores que siguen sucediéndose allá fuera, pues los tiempos del racismo no han terminado para América (y el mundo), y siguen siendo muchos más desesperanzadores que lo que podría percibirse de la tesis a favor de la supremacía del creador del horror horror cósmico.

Nota: 7

Lo mejor: La forma en la que se atreve a coquetear con el horror más visceral y cómo traspasa ciertos límites sin caer en la provocación fácil.

Lo peor: La conjugación entre géneros (terror, drama, aventuras...) puede descolocar a quienes busquen en ella únicamente horror y monstruos.