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CRÍTICA

'Watchmen': La serie inspirada en el mítico cómic nos brinda al Lindelof más político

El creador de 'The Leftovers' reformula el legendario cómic de Alan Moore en la nueva serie estrella de HBO.

Por Álvaro Manuel García García 15 de Octubre 2019 | 11:00

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"Diario de Rorschach. El cadáver de un perro yacía en un callejón esta mañana. Esta ciudad me teme. He visto su verdadero rostro." Una carita sonriente amarilla se dibuja en la bata del Comediante, ahora una sombra del héroe enmascarado que fue en su juventud. Pronto, una gota de sangre la salpicaría. Con estas imágenes, Zack Snyder conseguiría crear en 'Watchmen' lo que después intentaría replicar sin mucho éxito: un símbolo.

Sin duda, 'The Times They Are a-Changin'. La nueva adaptación (si este fuese el término adecuado, spoiler: no lo es) del clásico 'Watchmen' del aún más clásico Alan Moore llegará esta vez a la televisión. Damon Lindelof, rostro principal detrás de 'The Leftovers' y 'Perdidos', ha colaborado con HBO para contar una nueva historia ambientada en el universo del cómic original de DC.

Rorschach

Las comparaciones entre la serie y la película se limitan a la licencia compartida y a algún easter egg casual. Para los más perdidos: aquí no se detallará la muerte del Comediante, el nacimiento del Dr. Manhattan o el ingreso en prisión de Rorscharch. ¿Quiere decir esto que el material original es simplemente accesorio respecto a lo que le interesa a Lindelof?

Responder a esta pregunta entraña más dificultad de lo que parece. Lo más lógico sería afirmar que sí. El argumento se sitúa años después del final del cómic (que guarda sus diferencias respecto al de la película, ojo), con personajes prácticamente nuevos en su mayoría y en una ciudad distinta. Ahora bien, ¿son esos elementos lo más importante de 'Watchmen'? ¿O es acaso la realidad política, económica y social que Moore pone de manifiesto lo que más calado tiene?

Vivimos en una sociedad

Lindelof no ha nacido precisamente ayer. Es interesante destacar que él mismo definió en 2005 al cómic de Moore como "la mejor pieza de ficción popular jamás producida". En esos tiempos todo parecía más fácil: solo existían dos grandes partidos a los que votar, la crisis ni se olía y 'Perdidos' iba solo por su segunda temporada.

Algo distinto ocurría a finales de los 80 cuando 'Watchmen' se publicó por primera vez. Ronald Reagan acaba de ganar sus segundas elecciones y Estados Unidos se enfrentaba a la guerra contra las drogas, el SIDA y a los últimos coletazos de la Guerra Fría. Uno de los múltiples talentos de Moore (quizá el más agudo) radicó en cómo supo adaptar las coyunturas de su época a los Estados Unidos ficticios de 'Watchmen'. Y en esto Lindelof no se queda atrás.

El racismo es, quizá, el tema más importante de la serie de HBO. En los Estados Unidos de Trump está claro que es una cuestión de indudable actualidad. 'Watchmen' lo sabe y crea los Estados Unidos de Robert Redford (sí, ese Robert Redford). Esta sociedad sirve como fresco para dibujar uno de los productos culturales que con más tino ha sabido aportar una visión crítica y de conjunto respecto al racismo inherente a las sociedades occidentales. Para ello, sus principales bazas son sus personajes.

 Angela Abar

Para los que ya tuvimos la suerte de verla en 'The Leftovers', comentar que Regina King está increíble en su rol de Angela Abar/Sister Night es como decir que el agua moja. El resto del reparto no se queda muy atrás: Tim Blake Nelson (Looking Glass), Jeremy Irons (Adrian Veidt), Jean Smart (Laurie Blake) o Don Johnson (Judd Crawford) cumplen todos con sobresaliente. Todos, con sus características y misterios (recordemos que esto sigue siendo ante todo una serie de Damon Lindelof) ayudan a conformar un estudio acerca de las consecuencias derivadas de una sociedad racista en las que el terrorismo y la violencia están a la orden del día.

¿Quién vigila a los vigilantes?

Todo esto está muy bien pero, ¿cuándo empezamos a hablar de superhéroes? Siguiendo el material original, una de las diferencias más esenciales del mundo de 'Watchmen' y el real reside en la aparición de héroes encapuchados que luchan contra el crimen. En la serie de HBO, vemos qué hubiera pasado si todo aquello se hubiese sostenido durante décadas. Ahora, la policía ha optado por también esconder su rostro para proteger sus identidades.

Los héroes del pasado, los que conocemos por el cómic, ya son solo viejas glorias. Atención aquí al capítulo enfocado en Laurie Blake (Espectro de Seda), donde Lindelof deja meridianamente claro qué ocurre cuando alguien ha vivido lo suficiente siendo una leyenda. Sin embargo, a pesar de su estatus, Laurie sigue siendo una simple humana. Hace buenos disparos, sí, pero nada de súper. Eso es terreno del Dr. Manhattan.

Décadas después de los sucesos del final del cómic, nada queda ya de Jon Osterman. Manhattan lo ha devorado por completo, convirtiéndose en lo más cercano que la humanidad ha estado de ver a un dios. Por ende, tiene todo el sentido cuando vemos ciertas cabinas que conectan directamente con Marte para poder, quizá, comunicarse con él. Buscar expiación en los brazos azules de aquel que caminó por la superficie del Sol.

Sobre Rorschach, existen pocas certezas. Sí sabemos, con un simple vistazo al tráiler, que su icónica máscara ha sido asumida por algún tipo de grupo terrorista. Los motivos de ello son, a priori, desconocidos. Respecto a Adrian Veidt / Ozymandias /"el hombre más listo del mundo", sí conocemos mucho más, lo cual no significa que la narrativa que lo envuelve carezca de misterio. Atención durante su trama a varios momentos hilarantes que harán las delicias de los que busquen un humor más negro y gráfico. De ese pseudo-Batman que es Búho Nocturno existe poco interesante que decir.

Looking Glass

Formalmente, la ficción de HBO tiene detalles muy interesantes. Los directores de los seis primeros capítulos (Nicole Kassell, Stephen Williams, Andrij Parekh y Steph Green) consiguen crear una apuesta visual arriesgada pero cuidada, perfilando la imaginación natural de Lindelof y consiguiendo capítulos tan potentes como el sexto, una pequeña joya de tiempos y espacios audiovisuales que harán las delicias de los espectadores más exigentes. Por su parte, también está a la altura la música a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross, creadores del grupo Nine Inch Nails y ganadores del Oscar a Mejor banda sonora por 'La red social'.

Todo esto quedaría cojo sin nadie a los mandos. Si 'Watchmen' verdaderamente destaca no es por adaptar el material del cómic de Moore o por ser la nueva apuesta de una HBO huérfana de 'Juego de Tronos', sino simplemente por estar firmada por Damon Lindelof. Con todo lo que ello implica. A lo largo de los últimos años, el showrunner ha conseguido vertebrar con mucho éxito la vida de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) interesados por el audiovisual.

Vayamos paso a paso. Con 'Perdidos' nos enganchó a todos y rompió los moldes de lo que creíamos posible en la pequeña pantalla. A esto le seguiría años después 'The Leftovers' y su profunda reflexión identitaria con la que muchos conseguimos nada menos que comprendernos mejor a nosotros mismos. 'Watchmen' no es otra cosa que la plasmación de nuestra conciencia política, firme en sus convicciones pero sin renunciar a sus claroscuros.

El primer capítulo se podrá ver el lunes 21 de octubre en HBO España, horas después de su lanzamiento en Estados Unidos. Con esto la puerta a la fascinación propia de Lindelof vuelve a abrirse durante varias semanas, queda solo arriesgarse a pasar a través del espejo.

Nota: 8

Lo mejor: La imaginación incontestable de Lindelof y cómo adapta el contexto político del 'Watchmen' original al presente.

Lo peor: Algunos espectadores encontrarán exasperante la falta de respuestas a los misterios que propone la trama.

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