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EW, DAVID

Deja todo lo que estés viendo y múdate a 'Schitt's Creek'

Hoy te recomendamos la comedia creada por Eugene Levy y su hijo Daniel, nominada a cuatro Emmys. Una de las series más sorprendentes y gratificantes de los últimos años.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 23 de Mayo 2020 | 16:09
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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A lo largo de estas semanas he leído a bastante gente decir que están perdiendo las ganas por ver series o películas, saturados por el atracón que se dieron los primeros días de cuarentena, donde había pocas más cosas que hacer para llenar las horas. Lo entiendo, al final pasas de una cosa a otra casi por trámite y pocas acaban calando en esta máquina de movimiento perpetuo que son las vastas bibliotecas de las plataformas de streaming, donde hay mucho y a veces en realidad muy poco. Yo estaba empezando a alcanzar ese punto de saturación hasta que di al play a una comedia de la que había oído hablar alguna vez, pero que no esperaba que me fuera a golpear como lo ha hecho. La mejor decisión que he tomado esta cuarentena es empezar 'Schitt's Creek'.

Schitt's Creek

La serie, que cuenta con seis temporadas y ya está terminada, está creada por Eugene Levy (el padre de Jim en 'American Pie') y su hijo Daniel. Su premisa puede no sonar muy rompedora: una familia adinerada pierde todo su dinero y se ven obligados a mudarse a un motel en un pueblo perdido en medio de la nada que un día compraron como una broma. 'Rústicos en Dinerolandia' a la inversa. 'Arrested Development'. No, no es la idea más original. Pero la serie esconde uno de los mejores repartos de una comedia en años, y posiblemente la evolución más gratificante de personajes que he visto en muchísimo tiempo.

Al principio nos encontramos con lo más predecible: gente muy, muy pija que responden mal a ese cambio radical en sus vidas. La pequeña ciudad les parece el peor círculo del infierno y sus habitantes un grupo de paletos de los que no hay nada que poder sacar. Pero poco a poco esa pequeña ciudad y esos habitantes empiezan a calar en Moira, Johnny, David y Alexis y, temporada tras temporada, vamos viendo cómo Schitt's Creek es lo mejor que les podía haber pasado. Dan Levy ha sabido tomarse su tiempo escribiendo las tramas y dejar que la familia Rose se vaya adaptando casi de manera imperceptible a los encantos de la vida rural. Los que eran un clan insoportable más van haciéndose querer, y cuando te das cuenta estás involucrado al máximo en sus historias y en su vida en el pueblo. Cuando la terminas, es tan duro como despedirte de tu propia familia.

Un gran porcentaje de ese encanto está en sus cuatro actores principales y su química arrolladora. Empezando por Catherine O'Hara, que vuelve a trabajar con Eugene Levy tras décadas de amistad y películas juntos. Su Moira Rose es de esos personajes que marcan un antes y un después. Una actriz de culebrones que jamás viste de chándal (ni cuando se va a dormir) y que refleja su estado de ánimo con pelucas con nombre propio que cuida casi más que a sus hijos. Si la tenías perdida desde que se dedicaba a extraviar a Macaulay Culkin en 'Solo en casa', su reencuentro con ella será una delicia. Es una fuerza de la naturaleza. Como lo es Alexis, su hija pequeña, interpretada por Annie Murphy. La típica niña pijísima que guarda una historia de autodescubrimiento en la serie absolutamente encantadora. Murphy tiene una vis cómica increíble. Como la tiene su hermano David, el personaje de Dan Levy, un chico que jamás imaginarías que pudiera sobrevivir tan lejos de una metrópolis y que es capaz de dejar atrás sus demonios y tener por fin todo lo que merece alguien en esta vida. Por último, Johnny, el patriarca, desesperado por sacar a su familia del hoyo en el que les ha metido, se convierte en un hombre encantador que descubre, con su mujer y sus hijos, lo que de verdad significa esa palabra: familia. Y que demuestra en cada plano no solo su increíble talento con el humor, sino lo orgulloso que está de poder compartir un proyecto con sus dos hijos.

Schitt's Creek

Porque 'Schitt's Creek' no son solo los Rose. Una comedia no es nada sin unos buenos secundarios, y la serie cuenta con un grupo de pueblerinos imposibles de olvidar. Desde Twyla, el personaje de Sarah Levy (todo queda en casa), la risueña camarera del único café del pueblo, al basto pero incansable Roland (Chris Elliot), pasando por la maravillosa pasivo-agresividad de su mujer, Jocelyn (Jennifer Robertson) o la lucha de interna de Stevie (Emily Hampshire) por descubrir quién es y qué quiere en esta vida. La increíble paciencia de Patrick (Noah Reid) o los absurdos juegos de palabras de Ted (Dustin Milligan). Ellos son tan importantes para el crecimiento de los Rose como los Rose son vitales para dejar huella en ellos. Y eso es lo que hace de 'Schitt's Creek' una serie tan especial. Amistades tan bonitas como la de Stevie y David o la de Twyla y Alexis, o las historias de amor que viven los vástagos de los Rose están tan bien escritas y tan maravillosamente desarrolladas que es imposible no querer cruzar la pantalla cada capítulo para intentar abrazarlos a todos. Además, nunca traiciona a sus personajes. Les hace dar pasos hacia delante, pero sin olvidarse nunca de quiénes son ni de intentar hacerlos tan perfectos que acaben rompiendo la magia. Esta es una historia de segundas oportunidades y de aprendizaje personal, y eso nunca es un camino fácil ni está enemistado con vestir siempre de alta costura (si hubieran vendido todo su armario, podrían seguir viviendo a todo trapo).

El oasis que necesitábamos era un motel

'Schitt's Creek' mantiene el nivel de humor durante sus seis temporadas, pero lo que la hace inolvidable es el cariño que tiene por sus personajes y la bondad que desprende todo el escenario. A pesar de ser una ciudad pequeña cuenta con unos habitantes que se dejan la piel por hacer del pueblo un lugar en el que merezca la pena vivir. Se implican, organizan todo tipo de actividades y lo hacen todo pensando en el bienestar de sus vecinos, aunque sean tan estirados como los Rose. Y aunque la serie no está exenta de drama, y se llora, se llora un montón, muchas de esas lágrimas serán de alegría, de emoción, de orgullo. En ese pueblo cuyo nombre suena a "mierda" en inglés no hay odio, no hay mala baba, no hay homofobia. Los personajes tendrán que enfrentarse a un montón de retos, pero no será porque la gente que les rodea sean malas personas. Es una utopía que llegó a la televisión en el momento en el que más lo necesitábamos. Y da a la comunidad LGTB personajes reales e historias que llevan muchísimo tiempo buscando. No hay intentos de moralizar, solo ganas de reflejar cómo podría ser un mundo en el que dos hombres se quieren y la vida sigue girando sin que pase nada. Que alguien puede explicar a una chica que casi acaba de conocer que es bisexual usando vinos y ella lo entiende a la primera, y la vida sigue. Que dos hombres se pueden besar decenas de veces en la pantalla y no podía resultar más natural y cotidiano, y quizás puede ser más eficaz contra la lgtbifobia que muchas otras series con historias de amor LGTB. 'Schitt's Creek' se ha ganado gracias a ello un hueco en la historia de la televisión, y yo no puedo estar más agradecido a Dan Levy por hacerme formar parte, como espectador, de historias tan bonitas.

Schitt's Creek

Me sobran razones para decir que os pongáis 'Schitt's Creek', posiblemente una de las mejores comedias recientes, sin duda una de las más especiales, y absolutamente una de las más gratificantes. Una vez pasa el primer tramo de "adaptación" al nuevo escenario, los Rose y todos los habitantes empiezan a desplegar una química abrumadora que no pierde fuelle en toda la serie. Serie que se atrevió a terminar en su momento álgido porque ellos quisieron marcar cuándo cerrarla, y se nota. Tiene el final perfecto. Siendo una comedia de trece capítulos por temporada y veinte minutos de duración, es perfecta como evasión y, a la vez, es una de las ficciones que más agarra. Cada triunfo suyo es tuyo, cada desencanto, cada beso, cada lágrima, cada peluca. Los Rose son, desde ya, historia de la comedia, y 'Schitt's Creek' es un pueblucho perdido en medio de la nada que jamás querrás abandonar una vez lo hayas visitado.

Las seis temporadas de 'Schitt's Creek' están disponibles en Movistar+.