La primera actriz que se pensó para ser Catwoman y otras 9 curiosidades de la inolvidable 'Batman vuelve'

A la hora de meterse en la piel (y traje) de Catwoman, Michelle Pfeiffer estuvo practicando kick boxing durante seis meses, ejercicios de pesas y karate. Un conjunto de ejercicios a los que hay que sumar, por supuesto, el entrenamiento con un látigo de más de tres metros, el cual la tuvo ocupada durante tres meses. Visto lo visto, mereció la pena. Y con creces.

En un primer momento, Tim Burton y su equipo querían contar con la presencia del gran Burgess Meredith, actor que interpretó al personaje del Pingüino tanto en 'Batman' de 1966 como en 'Batman: La película' del mismo año, pero finalmente no fue posible debido a una enfermedad. La idea, maravillosa, era que interpretara al padre de Danny DeVito en la película.

El rodaje de 'Batman vuelve' se llevó a cabo en los célebres estudios de la Warner ubicados en Los Ángeles y las dimensiones del mismo fueron tan grandes que solamente la recreación de la hipnótica Gotham ocupaba la mitad de todo el terreno. Casi nada.

11 millones de dólares, esa es la cantidad que se embolsó el bueno de Michael Keaton por protagonizar 'Batman vuelve'. Un salario altísimo para esa época que hizo que muchos ejecutivos del estudio responsable de la película mostraran abiertamente su inconformidad. Todo lo contrario que Tim Burton, el más férreo defensor del actor, quien aseguró que Keaton merecía cada uno de esos billetes.

Cuando Tim Burton se enteró de que Christopher Walken interpretaría al odioso Max Shreck corrió a hablar con la directora de casting de la película, Marion Dougherty, para confesarle que se sentía muy incómodo con la decisión. ¿La razón? Le daba miedo el legendario actor. Afortunadamente, esa sensación fue cambiando durante el rodaje...

Cuando Danny DeVito descubrió que tendría que pasar más de tres horas de maquillaje cada mañana de rodaje hasta transformarse en el Pingüino tomó una decisión: retirar uno de los armarios de la sala y ubicar en ese espacio una máquina de Laserdisc y un televisor. De esta forma, el actor tuvo la oportunidad (y el tiempo) de ver muchas de sus películas favoritas mientras se enfrentaba al proceso de transformación para interpretar al memorable villano.

En comparación con la magnífica 'Batman', otra de las grandes películas de superhéroes de la historia, 'Batman vuelve' ofrecía algunos cambios significativos en lo relacionado con el vestuario del protagonista. Y es que, en esta ocasión, el traje del hombre murciélago incluyó la combinación de colores y el logotipo de la placa en el pecho, sumando además, por petición del propio Michael Keaton, una cremallera en los pantalones. Cuestión de comodidad.

A pesar del tremendo éxito de 'Batman', ni Tim Burton ni Michael Keaton habían sido contratados de antemano para dirigir y protagonizar respectivamente una secuela del hombre murciélago. De hecho, hasta que ambos se sumaron al proyecto de 'Batman vuelve' tuvieron que producirse numerosísimas reuniones para realizar cambios en el guion, aspecto en el que el cineasta fue especialmente exigente, y negociaciones sobre aumentos de sueldo, terreno en el que Keaton se implicó con fuerza hasta conseguir la altísima cantidad que hemos comentado anteriormente. Además, el actor no terminó de acceder a protagonizar la película hasta el momento en el que Burton le aseguró que se trataría de una historia independiente y no una secuela directa de su triunfal predecesora.

Aunque cueste imaginar una Catwoman mejor que Michelle Pffeifer, los responsables del casting de 'Batman vuelve' escogieron en un primer momento a, atención, Annette Bening para que interpretara al célebre personaje. Sin embargo, la protagonista de 'American Beauty' tuvo que abandonar el proyecto al quedarse embarazada.

En la primera versión del guion escrito por Sam Hamm, los personajes de el Pingüino y Catwoman iban a protagonizar una trama en la que salían a buscar un tesoro escondido. Leer para creer. Por supuesto, esta idea no contó con el beneplácito de un Tim Burton que recurrió a Daniel Waters, guionista al que se le ocurrió la idea de un malvado magnate de los negocios que apoyaba la carrera política del personaje interpretado por Danny DeVito.

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