El cine y la pena de muerte, de 'La milla verde' a 'Senderos de gloria'

Tal vez sea la opción obvia para abrir esta lista, pero 'Pena de muerte' se merece encabezar este top por ser uno de los primeros ejemplos que nos vienen a la memoria cuando pensamos en películas que nos movieron por dentro y que también nos hicieron reflexionar sobre el valor de la vida, la pena capital y las consecuencias de lo que significa empuñar la ley para asesinar de forma legal.

Basada en el caso real del convicto Mathew Poncelet y la Hermana Helen Prejean, esta cinta dirigida por Tim Robbins (uno de los mejores ejemplos de "actor convertido a director" de Hollywood) contó con las excepcionales interpretaciones de Sean Penn y Susan Sarandon en los papeles protagonistas, él fue nominado a un Oscar mientras que ella se alzó con la estatuilla. Robbins, por su parte, también fue nominado, al igual que la excepcional canción original compuesta por Bruce Springsteen para el film ('Dead Man Walking').

'Pena de muerte' refleja la realidad de los últimos días de alguien condenado a la pena capital, un ejercicio de empatía único que no trata de romantizar o "lavar" la imagen del convicto, que confiesa ser culpable de un crimen atroz. La película se limita a exponer a la audiencia a las emociones de alguien que tiene que enfrentarse a su ejecución, un cúmulo de terror, frustración, arrepentimiento y agonía.

Además, esta cinta reflexiona acerca de cómo la pena de muerte no solo se cobra la vida de aquel que es ejecutado, también se lleva una parte de la moralidad de todos los implicados: jueces, verdugos o familiares de las víctimas; un mensaje plasmado en las últimas palabras de su protagonista: "No quiero dejar este mundo con odio en el corazón. Le pido perdón por lo que he hecho, sé que ha sido terrible arrebatarle a su hijo. Espero que mi muerte les sea de alivio. Solo quería decir que matar es un error, no importa quién lo haga, sea yo, ustedes o el gobierno".

Basada en la novela homónima de Stephen King, 'La milla verde' debe su nombre a los últimos 1609 metros que separan a los presos de una muerte segura, un largo pasillo que también es conocido como "el corredor de la muerte".

Este film es una de las historias más conmovedoras del s. XX, y cuenta con un reparto estelar encabezado por Tom Hanks, que contó con un plantel de secundarios de lujo, actores de la talla de Sam Rockwell, David Morse, James Cromwell, Harry Dean Stanton o Michael Clarke Duncan, que fue nominado a un Oscar por su inolvidable interpretación como John Coffey.

Más allá de los elementos sobrenaturales y la fantasía de la cinta, esta historia muestra las consecuencias de mandar a un hombre inocente al corredor de la muerte, además del desgaste emocional de aquellos que se ven obligados a convivir con la muerte, tanto los convictos como los guardias que los vigilan y cuidan. En resumen, esta cinta es una joya que, sin lugar a dudas, te emocionará y hará que te replantees tu sitio en el mundo, además del valor de ser una persona compasiva, sin importar la naturaleza o el pasado de aquellos que te rodeen.

'La pasión de Juana de Arco' del cineasta danés Carl Theodor Dreyer es el ejemplo más antiguo de esta lista en plasmar la pena de muerte en la gran pantalla. Este film silente de 1928 narra los últimos días de vida de Juana de Arco, después de ser capturada por los ingleses, un cautiverio que desembocó en su ejecución en la hoguera.

Este pilar del cine clásico está considerado como una de las películas más efectivas e impresionantes de este periodo el cine, un efecto que consigue gracias a su composición estética, la dirección de Dreyer, la destreza detrás de la cámara de Rudolph Maté y la potente interpretación de Maria Falconetti.

La película plasma la ejecución de Juana construyendo una narración visual que causa una sensación de desasosiego, angustia y ansiedad en la audiencia, un efectismo que se alcanza mediante los primerísimos primeros planos de la actriz, que se superponen y alternan con planos de las llamas. Puede que esta opción sea algo inesperada o extraña para muchos, pero su valor fílmico y su temática en torno a la pena de muerte y la sentencia de la protagonista son razones más que suficientes para que ocupe un lugar en esta lista.

Una "pasión" parecida, pero mucho más gráfica e impactante, fue la que pasó el Jesucristo de Mel Gibson en 'La pasión de Cristo'. Una cinta que, más allá de las creencias religiosas en torno a su historia y su protagonista, es uno de los ejemplos más crudos de lo que realmente significa el derramamiento de sangre legal.

La ejecución de Cristo (Jim Caviezel) es una de las muertes más largas de la historia del cine, una brutal secuencia que se alarga durante minutos, creando un agonizante relato que removió los estómagos de la audiencia en medio mundo, llegando incluso a causar desmayos y un infarto fatal, que se cobró la vida de una mujer en Chicago, tal y como informaron en su momento medios como la CNN.

La ejecución de Jesús es una de las primeras historias en hablar sobre la pena de muerte, casi tan antigua como el hecho de contar relatos. De esta manera, la ejecución de Cristo (uno de los personajes literarios más influyentes y famosos de la historia) ha sida llevada a la gran pantalla en más de una ocasión. Otro ejemplo popular es 'Intolerancia' de D.W. Grifiith, film de 1916 considerado un auténtico pilar de la historia del cine.

Clint Eastwood es uno de esos cineastas que nunca ha tenido miedo a abordar temas delicados como el racismo o la eutanasia, películas como 'Gran Torino' o 'Million Dollar Baby' son pruebas de ello. Pero mucho antes de sentarse detrás de la cámara en sendas cintas, Eastwood firmó 'Ejecución inminente', la adaptación de la novela homónima escrita por Andrew Klavan.

Con 'Ejecución inminente' Eastwood le dio un enfoque de thriller a la pena capital, narrando la historia de un hombre inocente encarcelado en el corredor de la muerte. El resultado es un film lleno de intensidad en el que el protagonista, un periodista con problemas de alcoholismo, trata de luchar contra el sistema judicial americano y sus compañeros de profesión en una carrera a contrarreloj para demostrar la inocencia de Frank Louis Beechum, un hombre afroamericano que podría pagar con su vida un crimen que no ha cometido.

Pocas películas han sido capaces de plasmar el debate que supone la pena de muerte en la manera en la que lo hizo este clásico de 1957 dirigido por Sidney Lumet y protagonizado por Henry Fonda. '12 hombres sin piedad' se desarrolla en su totalidad en una sola habitación y gira en torno a los 12 miembros de un jurado, personas con personalidades y morales muy distintas que deberán decidir si un joven debe ser mandado al corredor de la muerte.

A lo largo de sus 96 minutos de metraje, los protagonistas exponen sus opiniones y las pruebas del juicio en una lucha de convicciones e intelectos que llevará su paciencia al límite, un guion magistralmente escrito que se apoya en el talento de su reparto (el libreto, por cierto, se llevó una nominación en la categoría de Mejor guion adaptado, puesto que se basaba en el guion de un film para televisión).

Una elección extraña a primera vista, lo sabemos. Pero esta adaptación del musical homónimo de Broadway dirigido por Bob Fosse demuestra que la pena de muerte y el sistema penitenciario estadounidense es un tema tan amplio y relevante que incluso un musical como 'Chicago' puede aportar su propia reflexión al debate.

La cinta dirigida por Rob Marshall y escrita por Bill Condon fue nominada a 13 Oscars y se alzó con 6 estatuillas, incluyendo el galardón en la categoría de Mejor película. Sin embargo, este film debe ser mencionado en nuestra lista por muchas más razones que su puro valor filmográfico (en el que destacan sus espectaculares números musicales y las interpretaciones de su reparto, que incluye el talento de titanes como Richard Gere, Catherine Zeta-Jones o Renée Zellweger).

'Chicago' no solo habla acerca de la pena de muerte colocando a mujeres en el centro de su historia, también consigue reflejar el efecto que tienen la sociedad, los medios de comunicación y el sensacionalismo en el sistema penitenciario americano, algo que hemos podido ver en ejemplos como el famoso juicio de O.J. Simpson. Esta reflexión ha sido señalada por expertos y personalidades ajenas al séptimo arte, como el periodista Bill Kurtis, que en su libro "Death Penalty on Trial: Crisis in American Justice" habla acerca del "bombo" que se le da a ciertos casos en los que algo tan severo como la pena capital está en juego.

La pena de muerte también ha sido explorada en el cine fuera de los sistemas judiciales y las ejecuciones de personajes como Juana de Arco o Jesucristo. Cintas como 'Senderos de gloria' han sido capaces de llevar este tema a las trincheras de la I Guerra Mundial, tomando como inspiración el caso real de cuatro soldados franceses, que fueron sentenciados a muerte después de desobedecer las órdenes de su superior.

Con esta espectacular cinta protagonizada por Kirk Douglas, Stanley Kubrick hace una reflexión acerca del desprecio hacia la vida que supone la guerra, y aunque la película tiene un claro mensaje antibelicista, también puede verse como una crítica hacia la pena capital, además del exceso de fuerza que se le otorgan a los superiores militares y a ciertas instituciones, que blanden su autoridad para tomar decisiones de vital importancia sin pensar en las consecuencias humanas de lo que hacen.

Al igual que 'Senderos de gloria', esta película también señala las barbaridades que las autoridades y los gobiernos militares pueden llegar a cometer saliendo impunes. 'Salvador (Puig Antich)' es la historia de "el Metge", un joven antifascista y anarquista catalán que fue la última persona del gobierno franquista en ser ejecutado mediante el garrote vil, una inhumana forma de tortura más sacada del medievo que apretaba la nuca del condenado hasta partirle el cuello.

La cinta recoge las últimas horas de vida de Puig Antich (que es interpretado por el actor germano-catalán Daniel Brühl) y refleja los horrores, injusticias y corrupción que tuvieron lugar durante la dictadura de Franco. Puede que esta película no sea la cinta más imparcial ni objetiva del mundo, pero si no eres capaz de verla sin sentir frustración hacia un gobierno brutal e injusto entonces tal vez el problema no sea el film.

El biopic de Truman Capote no podía faltar en esta lista de películas acerca de la pena de muerte. Capote (el autor de novelas como 'Desayuno en Tiffany's, libro llevado al cine con la inolvidable Audrey Hepburn como protagonista) se adentró en la "novela-documental" haciendo alarde de sus dotes periodísticas en 'A sangre fría', la novela que sirve de inspiración para este film, que recoge como el autor indagó en un caso de homicidio múltiple que llevó a los criminales convictos al corredor de la muerte, un viaje a lo largo de la vida y obra del autor que plasma las dos caras del crimen y la pena capital: aquellos que son sentenciados a muerte y los encargados de tomar dicha decisión, además de la verdad detrás de un atroz crimen que sacudió a la América profunda en los años 60.

Capote (de ascendencia cubano-española) es interpretado por Phillip Seymour Hoffman, que ofreció una interpretación digna de un Oscar. La cinta contó con Bennet Miller (el director de otros films basados en hechos reales como 'Foxcatcher') y al capote de Hoffman lo acompañó Catherine Keener como Harper Lee, amiga del autor y escritora de otra novela judicial absolutamente imprescindible: 'Matar a un ruiseñor', libro que fue adaptado a la gran pantalla con Gregory Peck como protagonista y Robert Mulligan delante de la cámara.