La historia detrás de una de las escenas más recordadas de 'Dirty Dancing' sigue fascinando a los fans, y ahora su coreógrafo, Kenny Ortega, ha aportado nuevos detalles sobre lo que ocurrió realmente en aquel momento espontáneo que terminó siendo parte fundamental de la película.
La famosa secuencia en la que Johnny (Patrick Swayze) y Baby (Jennifer Grey) ensayan una coreografía mientras ella no puede parar de reír no estaba planeada de esa manera. La risa descontrolada de Grey y el gesto serio de Swayze, que muchos interpretaron como parte de la dinámica de los personajes, surgieron en realidad de un momento de tensión auténtica durante el rodaje.
En una entrevista en retrospectiva de su carrera para Entertainment Tonight, Ortega ha explicado que la escena se grabó en condiciones durísimas, eran las cuatro de la madrugada, en un edificio metálico y helado, y el cansancio hacía mella en el equipo. Swayze, agotado y con ganas de terminar la jornada, intentaba concentrarse en la coreografía mientras Grey no lograba contener la risa cada vez que él le rozaba el brazo. La molestia de Swayze fue completamente real, pero precisamente esa reacción genuina dio lugar a uno de los momentos más entrañables y naturales de la película.
"En ese momento en que él le hace cosquillas, ella literalmente pierde el control. Estábamos en un edificio de metal. Hacía un frío glacial. Eran las cuatro de la mañana. Patrick estaba muy cansado y quería irse a casa. Y cada vez que lo hacía, ella se reía, y la expresión de su cara... Nadie dirigió eso."
Aunque no era parte del guion, el director y el equipo decidieron mantener esa toma, sabiendo que reflejaba de manera auténtica la química entre ambos actores, incluso si fuera fruto de la tensión detrás de las cámaras. Grey ha hablado en otras ocasiones de la relación complicada que mantenía con Swayze, admitiendo que no siempre fue fácil trabajar juntos, pero también reconociendo que esa fricción contribuyó a crear una dinámica especial en pantalla.

'Dirty Dancing 2'
'Dirty Dancing' cuenta la historia de Baby, una joven de familia acomodada que durante unas vacaciones conoce a Johnny Castle, un instructor de baile que la introduce en un mundo de pasión, rebeldía y coreografías inolvidables. Ambientada en los años 60, la película mezcla romance, clases de baile y la lucha de Baby por encontrar su propia voz.

Ahora, décadas después, Jennifer Grey protagonizará una secuela que seguirá a su personaje años más tarde, en una historia que rendirá homenaje a Patrick Swayze, que falleció en 2009, y al espíritu de la cinta original, respetando su legado.