En pleno ecuador de Sitges 2018, las jornadas sexta y séptima han sido dos de las que mayores sorpresas nos han dado, encontrando en ellas algunas de las pequeñas joyas de la Sección Oficial de esta 51ª edición.
Continuamos inmersos en la Sección Oficial del certamen con cuatro títulos que, de una forma u otra, tienen el ADN propio de Sitges. Desde Brasil nos llega una de las propuestas de terror más destacadas del año. Desde Argentina, horror y tentáculos con sello de autor. De Polonia, un sórdido drama sobre la pérdida de identidad. Y desde Estados Unidos, una de las gamberradas de esta edición.
A pocos días de que Sitges llegue a su fin, iniciamos la recta final del mejor festival de cine fantástico del mundo recordando cuáles han sido los títulos que hemos podido disfrutar y de los que debéis ir tomando nota:
'Morto não fala'
Desde Brasil nos llega el debut en el largometraje de Dennison Ramalho, cineasta que habiendo iniciado su carrera como cortometrajista, en 2008 trabajó como guionista junto a José Mojica Marins, la figura más importante del fantástico brasileño (y de legado internacional incuestionable), en 'Encarnação do Demônio'. Después de haber estado presente en la secuela de 'The ABCs of Death' con 'J is for Jesus', han hecho falta cuatro años para que Ramalho presente al mundo su ópera prima, 'Morto não fala'.
Con un estreno mundial que tuvo lugar en el Fantasia de Montreal, el film ha pasado por certámenes de renombre como el MOTELX de Lisboa o el Fantastic Fest de Austin, llegando ahora a Sitges como parte de su Sección Oficial a Competición y postulante al premio Blood Window, que como cada año premia la mejor producción latinoamericana.
Daniel de Oliveira se convierte en Stênio, el protagonista principal de una historia marcada por su profesión y el don que tiene desde hace tiempo: es el forense de una morgue y puede hablar con los muertos que, a lo largo de sus turnos de noche, llegan a su mesa para que les realice la autopsia. Viviendo una vida anodina junto a una mujer que le odia, Stênio utilizará su poder en beneficio propio. Como si de una especie de castigo de leyenda popular se tratase, ese provecho acabará volviéndose en su contra. Será entonces cuando el film indague a través de los elementos típicos del actual terror sobrenatural, con toda una serie de efectivos jumpscares que lo convierten en todo un divertimento y en el que acabará trayendo a la memoria el popular cuento judío-ruso en el que se inspiró 'La novia cadáver'.
Lo mejor: Pasa a ser un ejemplo clave para que el género brasileño acabe de resucitar del todo.
Lo peor: Quiere parecerse demasiado al terror convencional, cuando lo bueno que tiene es partir de una premisa original.
Nota: 6
'Muere, monstruo, muere'
Con 'Los salvajes', en 2012 Alejandro Fadel pasaba de ser un desconocido a un nombre que posiblemente iba a dar de qué hablar en el panorama del cine argentino. Han tenido que pasar seis años para que nos llegue su nuevo largometraje en solitario, 'Muere, monstruo, muere', el cual estuvo presente en la pasada edición de Cannes como parte de Un Certain Regard.
Caminando entre el drama y el terror, el director nos lleva hasta una zona inhóspita de la cordillera de los Andes, lugar donde una serie de brutales crímenes empiezan a poner a la policía en vilo. Estos tienen en común el hecho de que todas las víctimas, mujeres, aparecen decapitadas. El principal sospechoso, David, le echará la culpa a un monstruo que dice que le viene a visitar. Mientras, el agente Cruz, quien a su vez era amante de la mujer de David, quien acaba de aparecer muerta, será uno de los encargados de la investigación. Por boca del propio Fadel, es un placer que 'Muere, monstruo, muere' forme parte de la Sección Oficial de Sitges, pues el realizador creció entre películas de videoclubs de terror y siempre había sentido fascinación por el certamen catalán, al que llevaba años queriendo poder venir en persona.
El film acabará teniendo varios elementos que lo convierten en interesante, ya sea por el hecho de tratarse de una especie de híbrido entre 'La cosa' y 'La posesión' (en esta edición, ya son tres las películas que de alguna forma u otra le rinden tributo a la obra de Zulawski, donde el horror lovecraftiano se hará presente.
Lo mejor: Cuando realmente el horror toma las riendas de la historia.
Lo peor: Por momentos, el guion parece ir dando tumbos hacia un lugar desconocido.
Nota: 8
'Fuga'
Dos años después de debutar con 'The Lure', la polaca Agnieszka Smoczynska vuelve a la Sección Oficial de Sitges con su segundo largometraje, 'Fuga', para el que deja a un lado el fantástico para optar por un sórdido drama sobre la amnesia, cuyo portento narrativo recae sobre Gabriela Muskala y su papel de Alicja/Kinga.
Todo comienza con una mujer deambulando por las vías de metro. Desorientada y con aspecto desaliñado, al subir al andén se pondrá a orinar ante todos los allí presentes. Dicha secuencia de inicio no es otra cosa que una declaración de intenciones de la propia realizadora, quien podemos decir que tanto de forma literal como metafórica, se mea sobre las películas que vienen a tratar con personajes amnésicos.
Dos años después, sin haber recuperado aún la memoria, Alicja aparecerá en un programa de televisión, el motivo que llevará a que su familia logre dar con su paradero. A partir de entonces, será cuando el personaje deba lidiar con el hecho de tener que encajar dentro de una familia, la suya, en la que no encuentra su lugar ni como esposa, ni como madre, ni como hija. La búsqueda de la identidad y la necesidad de sentirse un ente libre dentro de la institución familiar, todo ello aderezado con una sobriedad de la que se aleja del tono de comedia surrealista con la que se dio a conocer, dejando claro que el de Smoczynska es uno de los nombres a tener en cuenta para el presente y futuro del género europeo.
Lo mejor: La sensación de desasosiego que trasmite Muskala en todas y cada de sus escenas.
Lo peor: Se echa en falta que la directora no haya apostado por un tono más oscuro.
Nota: 7
'Assassination Nation'
Salem, segunda mitad del siglo XVII. Por culpa de la Caza de Brujas, más de un centenar de personas fueron acusadas de brujería. Ahora, en pleno siglo XXI, el puritanismo y la América de la doble moral se hacen más fuertes que nunca para convertir a cuatro jóvenes en el principal objeto de mira de la ciudad, después de que un hacker haya puesto en dominio público los secretos de gran parte de la población.
Sam Levinson es el encargado de escribir y dirigir 'Assassination Nation', el título que viene a definir a la perfección a una generación en la que la exposición a través de las redes sociales y la total pérdida de la intimidad juegan en la misma liga en la que lo hace una falta de valores absoluta. Como si de una cruzada contra el heteropatriarcado se tratase, Odessa Young, Suki Waterhouse, Hari Nef y Abra encarnarán a las cuatro adolescentes plenamente conscientes de su rol como mujeres en una sociedad harto machista, en un título no exento de mala baba y al que le gusta demasiado gustarse.
Como si metiéramos en un mismo cóctel 'Chicas malas' y 'The Purge', la película de Levinson ya realiza toda una declaración de intenciones en el momento de presentarse, lo cual podría haberle jugado en su contra por culpa de las expectativas, sin embargo, acabará convertida en el título festivalero que cada año causa furor en Sitges.
Lo mejor: El discurso final de Lily.
Lo peor: Pese a que se ponga violenta, sigue siendo víctima de la hipocresía de los grandes estudios que se cortan a la hora de mostrar contenido sexual, algo que no desentonaría si en su presentación no nos hubieran dicho que el film no se iba a cortar en nada.
Nota: 7
