Ser un superhéroe en la gran pantalla tiene muchas ventajas: gran exposición mediática y muchos ingresos, aunque también supone grandes sacrificios para los actores y actrices, especialmente en lo que se refiere a su alimentación y su rutina de ejercicio, incluso para los que parecen menos "petados" en pantalla.
En el caso de Benedict Cumberbatch, que en el Universo Cinematográfico Marvel interpreta al Hechicero Supremo Doctor Strange, los huevos cocidos y las galletas acabaron siendo fuente de pesadillas, aunque reconoce que físicamente acabas teniendo la energía y la fuerza necesarias para enfrentar los arduos rodajes de los blockbusters de acción.
Así describió la mezcla de sentimientos encontrados que le produce «la dieta Marvel» en el podcast Ruthie's Table.
"Para mí, el ejercicio es genial. Y el resultado final es que te sientes fuerte y seguro, aguantas mejor. Consigues resistencia gracias al ejercicio y a la comida, lo que te ayuda a aguantar todo el trabajo.Pero es horrible. Personalmente, no me gusta. Creo que es horrible comer más de lo que se puede. Volviendo a la responsabilidad, el ingenio y la sostenibilidad, es como: «¿qué estoy haciendo? Podría alimentar a una familia entera con lo que como»".

Cumberbatch recuerda que mientras se preparaba para aparecer en 'Doctor Strange', 'Thor: Ragnarok', 'Vengadores: Infinity War', 'Vengadores: Endgame', 'Spider-Man: No Way Home o 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', tenía que hacer cinco comidas al día además de "un par de huevos cocidos entre esas cinco comidas o algún tipo de refrigerio alto en proteínas, queso y galletas o mantequilla de almendras y galletas, galletas, muchas galletas".
Aunque sí está a favor del resultado físico que trae consigo y de la oportunidad que supone unirse al UCM: "Me encanta la transformación corporal de mi trabajo. En Marvel es un verdadero caos, así que tienen recursos. Tienes a alguien que te receta lo que comes y que cocina para ti. Tuvimos un chef fantástico en la última película de Doctor Strange".

Por supuesto no es el primero que habla de estas dietas de choque y programas de entrenamiento extremos. Hugh Jackman consumió más de 8.000 calorías diarias para prepararse para volver a ser Lobezno en 'Deadpool y Lobezno'; Kumail Nanjiani tuvo que eliminar el azúcar refinada y lo de Chris Hemsworth es salvaje, aunque al menos Jason Momoa para 'Aquaman' podía beber cerveza.
Conciencia con el medio ambiente
Curiosamente, los actores y actrices no son los únicos que pagan el precio de la dieta Marvel, también la sufre el planeta. Cumberbatch explicó cómo esta alimentación no es más que otra muestra de un problema estructural en Hollywood: la falta de conciencia con el medio ambiente:
"Es una industria que genera un enorme desperdicio", dice el actor, "Piensa en los sets que no se reciclan, en el transporte, la comida y la vivienda, pero también en la luz y la energía: la cantidad de vatios que se necesita para crear luz natural y uniforme en un estudio es mucha energía.Es algo sistémico, pero como productor, me apasiona. Intento impulsar la iniciativa verde, el apretón de manos verde, en todos los acuerdos que puedo, ya sea una simple conversación caballerosa sobre: «¿Podemos dejar de usar plástico de un solo uso? De verdad, creo que ya hemos superado eso». O si la gente tiene botellas de agua ahora, pueden traerlas... No es necesario darle botellas de plástico al equipo".
A Cumberbatch acabamos de verle en 'La trama fenicia', lo último de Wes Anderson hasta la fecha, y pronto lo haremos en 'Los Rose', reinterpretación del clásico de 1989 'La guerra de los Rose' que protagoniza junto a Olivia Colman y que se estrena el 29 de agosto en cines.