'Joker' triunfó en su segundo fin de semana sin caerse de la taquilla. Su fenómeno ha generado oleadas de alabanzas y fans que especulan una y mil veces sobre la película. Su narrativa psicológica ha llevado a múltiples interpretaciones sobre el personaje, su historia y porvenir. Algunas de lo más extravagantes.
Entre las teorías más exageradas destaca la de los relojes. Una explica que varios momentos de la vida de Arthur vienen marcados por la hora de su reloj y su repetición en la película. "Es una coincidencia", asegura Todd Phillips en una entrevista a CinemaBlend al tratar la teoría del reloj. "No. Quiero decir que no lo sé. Creo que es una coincidencia. Ocurre dos veces. ¿Pasa alguna otra vez? No, no. Eso es interesante".
El número 11:11
Incluso Todd Phillips admite interés en esta teoría dada las coincidencias a su alrededor. A lo largo de la película existen tres momentos en los que los relojes marcan una hora en particular: 11:11. Parece una coincidencia sin importancia, pero muchos encuentran un profunda simbología. Para ellos el número representa el despertar del alma, sobre todo cuando el reloj de Arthur se rompe y se queda atascado en esa hora en particular. A partir de ese momento muchos consideran que las manillas marcan el nacimiento del Joker y su dominación sobre la psique del personaje.
"Paul está muerto. Paul está muerto. Los Beatles", bromeó Joaquin Phoenix al hablar sobre esta hora maldita y haciendo referencia a la teoría que afirma que Paul McCartney murió en 1966. "Lo que digo es que sé que hay algunas cosas que ponemos, da igual como coño las llames. Quiero decir que creo que podrías analizar algunas de ellas. Eso es la broma de «Paul está muerto» que estoy haciendo. Pero no. 11:11 no significa nada para mí personalmente".
Parece que se confirma que el 11:11 no tiene ningún significado profundo más allá de lo coincidente. No obstante son muchas las interpretaciones de 'Joker', tal y como reconoce el mismísimo Phillips al hablar de las diferente perspectivas sobre el final de su película.
