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CRÍTICA

'Las chicas del cable', temporada 3: Melodrama para todos

La nueva entrega hace muchos cambios pero no pierde la faceta telenovelesca que tanto engancha de la serie.

Por Joaquín Sanz Fernandez 4 de Septiembre 2018 | 10:29

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Netflix nos trae este 7 de septiembre la tercera entrega de 'Las chicas del cable', buque insignia del servicio de streaming en nuestro país que, sin mejorar lo anterior, sigue ofreciendo exactamente lo que cabe esperar después de las dos primeras temporadas: drama hasta el hartazgo.

Es una pena que tanto drama se consiga a costa de sacrificar la coherencia de la serie y de diluir la personalidad de muchos de los personajes. Particularmente de los secundarios, convertidos en títeres que están ahí solo para darle sentido a un punto narrativo o para impulsar hacia delante, de prisa y corriendo, la trama de otro personaje principal.

'Las chicas del cable'

Pero vayamos por partes. La segunda temporada terminó con un cliffhanger bastante emocionante. Lidia, interpretada por Blanca Suárez, huía desesperada para evitar un aborto forzado impuesto por Doña Carmen, la mala malísima a quien pone rostro Concha Velasco. Al final, tanto la vida de la heroína de la serie como la de su bebé parecían pender de un hilo. Un argumento elaborado claramente para dejar a los seguidores con ganas de una tercera temporada que ya había recibido luz verde, pues todos se preguntarían cómo seguiría la historia.

Sin embargo, la nueva tanda de capítulos da un salto en el tiempo de en torno un año y, por el camino, borra todas las consecuencias que podrían derivarse del explosivo final de temporada. Dicho salto temporal es la excusa perfecta de los guionistas para evitar tener que lidiar con los resultados de una historia que, a su modo de ver, ya no daba más de sí. Resulta fácil comprender que, habiendo pasado por un hecho tan traumático, habría multitud de secuelas físicas y emocionales. Tanto para la protagonista como para otros personajes.

'Las chicas del cable'

Pero la historia decide hacer borrón y cuenta nueva, situando a los personajes en puntos inesperados de sus vidas para, en menos de veinte minutos, volverlos a colocar en medio de una situación casi imposible y repleta de melodrama. Como resultado, los nuevos giros argumentales y las sorpresas diseñadas para dejar sin aliento al espectador se sienten en cierta medida vacuas, carentes de emoción e imaginación. No parece que la serie siga un camino concreto hacia un desenlace satisfactorio. Más bien, va dando bandazos, preguntándose a cada momento qué nuevo acontecimiento resultaría más chocante, sin importar si dicho evento tiene sentido o si continúa con aquello que ya conocemos de los personajes y sus vidas.

Esta forma de hacer entretenimiento tenía algo de sentido durante la primera temporada, cuando los personajes eran todavía hojas en blanco y había más libertad para decidir qué camino elegirían y cómo se forjaría su carácter. Ahora, ya metidos en la tercera temporada, resulta frustrante ver cómo la personalidad de uno u otro cambia repentinamente para servir a la nueva trama, cuando debería ser al contrario.

Inconsistente, pero entretenida

Con respecto a las historias secundarias, ocurre lo mismo que con la nueva desventura de Lidia: cambios erráticos que pueden diluirse en cualquier momento. Ángeles (Maggie Civantos) se ve obligada a involucrarse en una investigación policial, demostrando que, pese a librarse de su marido maltratador, sigue siendo un personaje muy pasivo. Carlota (Ana Fernández García) recibe una enorme suma de dinero, y Marga (Nadia de Santiago) sigue liderando el lado cómico, aunque con pocas risas, con la introducción de un nuevo personaje con el que interactúa. Por su parte, la historia de liberación del personaje de Ana Polvorosa queda de momento aparcada, sustituida por otra relacionada con el machismo que no parece que vaya a cautivar tanto.

'Las chicas del cable'

El guion es el gran problema de la tercera temporada de 'Las chicas del cable', y el que impide tomarse en serio una serie que es más telenovela que drama o serie de época. No obstante, la ficción sigue siendo una opción de entretenimiento, con unos sets de rodaje y un vestuario notable que, junto a la amistad que sigue uniendo a los cuatro personajes principales (único elemento que se mantiene en la historia y le otorga algo de cohesión), conforma un pasatiempo en forma de guilty pleasure que no viene mal para el que no le llaman otras opciones.

En última instancia, no obstante, resulta un poco triste que Netflix, que ha revolucionado el modo en el que el mundo entero consume entretenimiento, haya optado por esta tendencia para su primera serie original en España. Cabe preguntarse si el servicio de streaming, en lugar de conformarse con apenas mantener nuestra atención, no tendría que aspirar un poco más alto.

Nota (de los dos primeros capítulos de la temporada 3): 5

Lo mejor: El entretenimiento a corto plazo que genera este guilty pleasure, junto con la estética de serie de época, que tan bien manejan en Bambú Producciones.

Lo peor: El guion, falto de constancia, abandona una historia por otra una vez más, arruinando por el camino la coherencia de la serie y desperdiciando muchas oportunidades.

Series de Netflix con malas críticas y éxito de público

'Madres forzosas'

'Madres forzosas'

Es el mejor ejemplo de que a la hora de disfrutar una serie la calidad no lo es todo. La nostalgia juega un papel importante en lo que gusta y no a la audiencia. Cuando se estrenó 'Madres forzosas' lo hizo con críticas que tiraban por tierra todo el trabajo hecho. En parte porque no tenía gracia, porque las bromas eran más propias de los 80 que de ahora y porque ciertas actuaciones (con Candace Cameron a la cabeza) dejaban mucho que desear. La vuelta de las chicas Tanner tres décadas después no convenció a la crítica, pero el público quedó prendado ante las nuevas historias de la familia de San Francisco. Y así sigue.

Madres forzosas en eCartelera

'Gypsy'

'Gypsy'

Una psicóloga que se ve inmersa en la vida de sus pacientes de forma un tanto peligrosa, rayando comportamientos peligros. La terapeuta, además, es Naomi Watts. Con esa premisa eran muchos los que esperaban con ganas 'Gypsy', y quizás por eso el descontento fue aún más grande. Los críticos le achacan que para ser un thriller le falta ritmo, que no crea tensión y que, en definitiva, todo parece un capricho de una niña aburrida. La historia se estira según avanzan los capítulos sin que se vea un final posible. Y así fue, que muchos llegaron hasta el final de la primera temporada que acabó sin ningún tipo de cierre. Y así se va a quedar, porque Netflix ha dicho que no la renovará.

Gypsy en eCartelera

'Girlboss'

'Girlboss'

Otro de los grandes ejemplos en que crítica y público difieren. Tener una protagonista que resulta odiosa en el 90% de las ocasiones no es una fórmula de éxito. No lo fue entre los críticos, que lamentaron la superficialidad de la serie, pasa por encima de cómo llegó a desarrollar su proyecto. Sin embargo Sophia gustó a la audiencia, que se quedará también con las ganas de saber qué pasó con ella -la serie está basada en una historia real, así que no es difícil descubrirlo, porque Netflix no la ha renovado. A la crítica no le quedaron ganas de saber más de una producción que vieron cargada de clichés y con una forma de contar una historia que no convenció.

Girlboss en eCartelera

'Marco Polo'

'Marco Polo'

Tiene el dudoso honor de ser la primera serie de Netflix que, pensada para varias temporadas, no pasó de la segunda. A la crítica nunca le gustó y al público mayoritario tampoco, pero sí que tenía éxito en Europa y Asia y la plataforma estaba contenta porque cumplía los objetivos que se había marcado. De paso mostraba que en esto de gustos no hay nada escrito y que lo que en un país funciona en otro puede aburrir al personal. Las artes marciales eran su punto fuerte, pero no se puede decir lo mismo de la historia que no iba a ninguna parte. Y, además, era una producción muy cara para un resultado tan pobre. La crítica le achacaba una narrativa lenta y unos diálogos insoportables.

Marco Polo en eCartelera

'The Defenders'

'The Defenders'

Netflix hizo una apuesta clara por las historias de superhéroes en los últimos años, pero no es algo que haya convencido a los críticos, aunque sí a la audiencia. 'The Defenders' era la culminación de este proyecto, una serie en que coinciden Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage e Iron Fist. Para la crítica la idea no cuajó del todo. Si de manera individual estos superhéroes no les convencían como protagonistas, su unión tenía el mismo resultado. A ellos les falta carisma y al guión ritmo, según los expertos. Además, se quedaron con la sensación de que Sigourney Weaver está infrautilizada.

The Defenders en eCartelera

'Iron Fist'

'Iron Fist'

A Netflix no se le dan demasiado bien los superhéroes y para muestra el hecho de que 'Iron Fist' ha sido calificada por muchos expertos como la peor serie que ha producido la plataforma. La respuesta del público, después de eso, fue convertirla en una de las producciones más vistas de la plataforma. Y eso que las críticas tiraron por tierra el proyecto. Danny no convence como protagonista, le falta encanto, han dicho los expertos, y él se llevó buena parte de las culpas del resultado final (otro niño rico que se mete a superhéroe). Pero la crítica también tachó de lenta la serie, le echaron en falta un arco argumentativo y hay quien consideró que un toque de humor le hubiera venido bien para quitarse un poco de seriedad. La serie sí tuvo el respaldo de la audiencia y de la plataforma, que la ha renovado por una segunda temporada.

Iron Fist en eCartelera

'Hemlock Grove'

'Hemlock Grove'

Una serie con elementos paranormales para conquistar al público joven. Ese fue el punto de partida de 'Hemlock Grove' y hay que reconocer que durante tres temporadas lo consiguió, pero quizás porque los críticos no son tan jóvenes no vieron con buenos ojos la serie desde el principio. La culpaban de no tener claro hacia dónde iba, de no saber qué quería contar y de tener a actores con cierto encanto (entre ellos el ahora archifamoso Bill Skarsgard) como principal reclamo. La crítica cargó contra el guión, por ser una mezcla de varias temáticas que habían funcionado con anterioridad (hombres lobo, vampiros, monstruos difíciles de definir...) y contra el trabajo de los actores.

Hemlock Grove en eCartelera

'Amigos de la universidad'

'Amigos de la universidad'

No cuenta nada nuevo, ninguno de sus protagonistas convence, las historias no parecen poder extrapolarse al común de los mortales, el humor es propio de adolescentes y no adultos, un elenco desaprovechado... Son algunas de las opiniones de la crítica, que no le dio casi oportunidad a una comedia de verano que, sin embargo, sí fue seguida por el público. El hecho de contar con sólo ocho capítulos y de corta duración ha hecho de ella la serie perfecta para consumir en la temporada estival. Quizás por eso el público sí ha respondido. Y podrá volver a hacerlo en la segunda temporada.

Amigos de la universidad en eCartelera

'Las chicas del cable'

'Las chicas del cable'

Era la primera serie que Netflix producía en España y las expectativas estaban altas no, altísimas. De ahí que el golpe que se dio la crítica cuando pudo ver los primeros capítulos de 'Las chicas del cable' fue tan grande. Esperaba una serie de Netflix cuando, en realidad, se encontró con una serie de Antena 3. Esa es su mayor falta: no ofrecer nada diferente a lo que se venía haciendo en nuestro país en los últimos años. La música actual que chocaba con la época en que transcurría de la serie fue de lo más criticado, como también el recurrir a tríos amorosos, que los personajes fueran tan planos o que la historia fuera tan lenta.

Las chicas del cable en eCartelera