De 'Billy Elliot (Quiero bailar)' a 'Querida Wendy': Las 10 mejores películas de Jamie Bell

Desde su primera y fantástica primera escena, 'Billy Elliot (Quiero bailar)' desprende un encanto magnético que te atrapa y te mantiene enamorado de su historia y personajes a lo largo de 111 minutos que pasan como un auténtico suspiro. La mejor película de Stephen Daldry hasta la fecha, protagonizada por un impresionante Jamie Bell en la que sigue siendo, a día de hoy, la mejor interpretación de su carrera, y con una de esas interpretaciones secundarias que dejan huella, la ofrecida por Julie Walters, sigue siendo un valor excepcional a la hora de transmitir una vibrante felicidad al espectador.

Repleta de momentos brillantes, 'Billy Elliot (Quiero bailar)' conquistó a crítica y público desde su sencillez, arropada por una banda sonora estupenda que servía de perfecto acompañamiento a una trama que conseguía que el manido mensaje de cumplir un sueño superando las dificultades que te rodean, sonara con la misma fuerza e inspiración que el primer día.

La última gran interpretación de Jamie Bell que hemos tenido la suerte de disfrutar fue en la magnífica 'Rocketman', uno de los biopics musicales más interesantes, emocionantes y satisfactorios de los últimos años. Un logro que hubiera sido absolutamente imposible sin las excelentes canciones de ese genio llamado Elton John, la destreza del director Dexter Fletcher y la entrega total de un reparto comandado por un inolvidable Taron Egerton.

Y en este último terreno es el que conviene celebrar la espléndida interpretación de Jamie Bell en la piel de Bernie Taupin, el inseparable letrista que ha acompañado en la vida real a Elton a lo largo de toda su carrera, y al que el actor británico dota de una ternura y humanidad maravillosas, generando además una química explosiva con Egerton que termina de engrandecer una película repleta de buenas noticias.

El mayor mérito de Jamie Bell en la estupenda y reivindicable 'Las estrellas de cine no mueren en Liverpool' es alcanzar la altura interpretativa de una Annette Bening en plenitud de talento. Y hablamos de una de las grandes actrices de las últimas décadas de Hollywood, por lo que las dimensiones de la proeza no hacen más que aumentar. Y es que, desde su primer e inolvidable encuentro, Bell y Benning consiguen generar una química que traspasa la pantalla, ofreciendo dos auténtico recitales llenos de delicadeza, romanticismo, dolor, nostalgia y verdad. Mucha verdad. Una inolvidable pareja que es el alma, el corazón, la sonrisa y la lágrima de una película realmente admirable.

Después de volver a demostrar su tremendo talento para el thriller dramático con 'Mother', Bong Joon-ho cambió por completo de tercio dirigiendo 'Snowpiercer (Rompenieves)', brillante adaptación del cómic firmando por Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb. Una inmersión total en el blockbuster de fuerte aspiración comercial donde el cineasta se acompañó por un reparto cinco estrellas formado por Chris Evans, Tilda Swinton, Octavia Spencer, John Hurt, Ed Harris o un espléndido Jamie Bell, entre otros.

Un despliegue de talento interpretativo que se combinaba a la perfección con la elegancia en la puesta en escena y la inventiva visual de un cineasta en pleno estado de forma que, lejos de hacerse pequeño ante las dimensiones de semejante reto, se lanzó con todo, firmando así un trepidante espectáculo repleto de grandes momentos. Lástima que la taquilla no acompañara con el entusiasmo que se merecía la cinta.

'Quien quede en pie' confirmó la entrada a una etapa de madurez interpretativa de Jamie Bell que ya se podía intuir en su anterior trabajo, la fabulosa 'Las estrellas de cine no mueren en Liverpool'. Sin embargo, lo que era delicadeza, encanto y fiebre romántica en la película de Paul McGuigan se transformaba aquí en un auténtico tour de force marcado por el impulso, la rabia, el golpe, tanto externo como interno, el rugido, el dolor y el grito alzado a la nada más desoladora. Una historia de tremendo impacto emocional en la que Bell se entregaba al cien por cien, ofreciendo una interpretación situada más allá del elogio. En este sentido, merecen una mención especial los últimos minutos de la cinta, instantes de puro cine en los que el actor británico termina de confirmar su estado de plenitud total. Tremendo.

En 'Hallam Foe', notable adaptación de la novela homónima de Peter Jinks dirigida por David Mackenzie ('Comanchería', 'Convicto (Starred Up)'), encontramos la interpretación más inspirada de Jamie Bell desde 'Billy Elliot (Quiero bailar)', estrenada siete años antes. Y eso que, en esta ocasión, el joven actor se encontraba ante un personaje que suponía todo un reto desde el punto de vista dramático ya que, desde el mismo comienzo de la historia, se ve inmerso en un conjunto de situaciones que van de lo cómico a lo perturbador, pasando por la desolación, la frustración, la rabia y el encanto de los primeros amores. Una montaña rusa de sensaciones que Bell conquista desde el talento absoluto, construyendo un trabajo realmente impresionante.

En esta aventura de barcos piratas, tesoros escondidos y torpes carteristas, podemos encontrar algunas de las escenas más deslumbrantes de toda la carrera de Steven Spielberg, alcanzando su cima ese plano secuencia por las calles de Baggar que merece todos los aplausos y justifica, de largo, su visionado. El director, pese a no conseguir una respuesta de la taquilla tan entusiasta como se merecía, facturó un trabajo cuyo acabado visual alcanzaba sin problema alguno la excelencia, contando con la inestimable ayuda de un entregado reparto que empleó todo su carisma y energía en convertir a estos inolvidables personajes en maravillosos protagonistas cinematográficos. En este sentido, conviene resaltar el entusiasmo contagioso de Jamie Bell como Tintín, perfecto en los matices, el encanto y la frescura.

Pero, más allá de sus impecables aspectos técnicos e interpretativos, lo mejor de este Tintín cinematográfico es su sentido de la aventura, la búsqueda del entretenimiento masivo, del disfrute general, de contar una historia sin permitir un segundo de descanso a unos espectadores, pequeños y mayores, que no podemos hacer nada más que dejarnos llevar por una película repleta de gloriosos momentos y que supone, además, la comunión definitiva entre el lado más clásico del género y la tecnología más actual. No importa la edad. En 'Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio' hay disfrute para todos.

Eclipsada en su año de estreno por las otras tres (¡!) películas en las que participó Jambie Bell en 2011, es decir, las maravillosas 'Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio' y 'Jane Eyre' y la más que fallida 'La legión del águila', 'Retreat (Aislados)' merece con justicia aparecer en este especial. Principalmente porque, a pesar de no contar con los recursos del resto de cintas citadas, esta propuesta dirigida por Carl Tibbetts cumplía a la perfección con el objetivo de intrigar al espectador de inicio a fin, transmitiendo con los elementos mínimos una tensión tan asfixiante como efectiva que terminaba explotando en un memorable desenlace. Un conjunto de aciertos en los que destacaba la pericia interpretativa del tridente protagonista formado por Cillian Murphy, Thandie Newton y un Jamie Bell que sorprendía en una vertiente mucho más oscura y violenta. En definitiva, una pequeña gran película. Muy recomendable.

Dos años después de conquistar a crítica y público con 'Billy Elliot (Quiero bailar)', Jamie Bell regresó a las carteleras por partida doble con 'La leyenda de Nicholas Nickleby', una adaptación de la novela de Charles Dickens tan correcta como anodina, y 'Deathwatch', una sorprendente cinta bélica con tintes fantásticos y de terror que funcionaba de manera envidiable a varios niveles. Desde su prólogo, vibrante, sucio y asfixiante, hasta un tramo final de vértigo repleto de giros inesperados, la cinta escrita y dirigida por M.J. Bassett conseguía mantener al espectador en vilo gracias a una historia repleta de escenas impactantes y un reparto perfectamente equilibrado en presencia e intensidad. Un conjunto de actores en el que Bell aportaba su característico rostro angelical, el cual generaba un efecto todavía más poderoso al estar rodeado de barbarie, muerte y sangre. Una interpretación y película por descubrir.

El mismo año en el que pudimos verle en clave secundaria en la impresionante e infravalorada 'King Kong' de Peter Jackson, Jamie Bell estrenaba 'Kidnapped: Historia de un secuestro' y 'Querida Wendy', dos propuestas mucho más austeras y sencillas que servían para comprobar la versatilidad de un actor que parecía encontrarse en el mejor momento de su carrera.

En lo que respecta a la película de Thomas Vinterberg, cineasta responsable de obras tan magníficas como 'Celebración' y 'La caza', entre otras, Bell se sumergía en un territorio tan sorprendente como estimulante en el que la esencia del western con sello Peckinpah se combinaba a la perfección con un relato marcado por uno de los saltos a la madurez más extremos, violentos y desoladores jamás visto en una pantalla. Una propuesta que sobrepasaba un buen número de límites hasta alcanzar la grandeza del cine más arriesgado y valiente. Una película que no acepta medias tintas, justo lo mismo que ocurre con la magistral interpretación de Bell, una de las más completas de toda su trayectoria.