Una ejecutiva de Marvel cree que el mundo está preparado para un superhéroe gay

La película 'Rebelde sin causa' tiene una carga emocional apabullante, en el sentido de que nos muestra a un grupo de adolescentes aprendiendo a aceptarse a sí mismos, con unos conflictos interiores que les llevan a su rebeldía. Diríamos que esta rebeldía sí tiene causa, pero la película no la muestra explícitamente, y está muy ligada a los sentimientos homosexuales del protagonista, Jim (James Dean) y su amigo Platón (Sal Mineo).

Esta homosexualidad se ve reflejada en la admiración de Platón por su amigo, o en la alteración de los roles normales en algunos de los comportamientos de los personajes. También la podemos entrever de la ira y confusión que Jim expulsa en sus conflictos familiares, pero, sin embargo, es una homosexualidad que en 1955 no podía ser representada de manera más clara de la que hoy, con el paso del tiempo, deducimos de 'Rebelde sin causa'.

La ingenuidad del espectador que no se espera un papel gay en Paul Newman podría hacernos creer que su personaje, Brick, es un hombre atormentado por no saber salir de su propio agujero en medio de malas relaciones en su familia, una mujer a la que no ama, una carrera deportiva truncada y la trágica muerte de su mejor amigo. Pero cuando estás viendo cómo toda su desdicha le hace volver una y otra vez a ese fallecimiento, sólo te haces una pregunta: ¿Este hombre estaba enamorado de él, ¿no? La obra de teatro original en la que se basó 'La gata sobre el tejado de zinc', escrita por Tennessee Williams, sí dejaba clara la homosexualidad de Brick.

Lo de 'Frozen: el reino de hielo' no está claro, pero hay quien opina que la historia de Elsa, teniendo que esconderse de los demás para que no sepan lo que en realidad es, hace referencia a la homosexualidad. Además, Elsa no muestra ni un mínimo de interés por buscar a su príncipe azul, cuestión que se ha tomado como un nuevo modelo para las niñas más igualitario y menos basado en el amor romántico. Incluso, muchas personas homosexuales han declarado sentirse identificadas con la canción 'Let it go': Causalidad o intención, ¿quién sabe?

Parece paradójico que una de las películas que siempre vemos en época de Semana Santa esconda una subtrama homosexual. Lo que en principio se presenta como la historia de dos viejos amigos enfrentados, se esconde el despecho de dos ex-amantes. Parece que Charlton Heston (Ben-Hur) desconocía este "pequeño apunte" del guion, pero su compañero Stehpen Boyd (Messala) sí que era consciente. El director de la cinta, William Wyler, volvería a tocar el tema de la homosexualidad en 'La calumnia', aunque de manera más explícita y por eso no incluimos ese filme en esta lista.

Todos sabemos que a Alfred Hitchcock le gustaba jugar con el espectador y la insinuación más que lo literal. Así ocurre con los dos protagonistas de 'La soga', Brandom y Phillip. Aunque a simple vista son dos asesinos que actúan en conjunto, su relación es de auténtica dependencia, y su confianza va más allá de la esperada de dos hombres que viven juntos como amigos.

Una vez más Alfred Hitchcock nos presenta a un personaje homosexual sin decirlo, y no es de extrañar en los años cuarenta. La homosexualidad en 'Rebeca' se presenta en el personaje de la señora Danvers, que tiene unos sentimientos por el personaje de Rebeca que todo espectador puede entender como fuera de lo común. Este sentimiento es un elemento clave en esta trama, y la película se llevó en su día el Oscar a Mejor Película.

¿Vampiros homosexuales? Por supuesto, hay una extensa tradición literaria que juega con ambos conceptos, y la novela 'Entrevista con el vampiro', de Anne Rice, es un ejemplo de ello. En el libro se muestra a los vampiros como seres ambiguos, con deseos carnales sin importar el sexo del otro, cuestión que se ve reflejada en la película. Si bien no hay una homosexualidad explicita, ¿quién no ve claramente la profunda atracción del personaje de Tom Cruise por el de Brad Pitt?

Por primera vez tenemos que hablar de esta película sin aludir al poder que transmitía a través de la pantalla Rita Hayworth, para centrarnos en otros aspectos del filme. Y es que en 'Gilda' hay un claro triángulo amoroso o pasional, o por lo menos en él las emociones fluyen de una manera muy fuerte, pero ¿cómo interpretarlo? ¿Es la relación destructiva entre Gilda y Johnny fruto de odios pasados o luchan ambos por el amor de Mundson? Para ser 1946, muchos críticos ven bastante explícito el interés mutuo entre los protagonistas masculinos, ¿opináis igual?

'Tomates verdes fritos' es otro ejemplo de adaptación de una historia homosexual pero que en el cine era inadmisible, y hablamos ya de 1991. La historia de las protagonistas vuelve, en este caso, a ser disfrazada de una fuerte amistad. Pero, ¿dónde están los límites de la amistad? No siempre se puede "engañar" con esta excusa al espectador.