De 'Primos' a 'La cara oculta': Los 10 mejores papeles de Quim Gutiérrez

'Litus', una de las películas españolas más interesantes e infravaloradas de este 2019 cinematográfico que se marcha, encuentra su mayor fortaleza en el estupendo reparto sobre el que deposita todo el peso de una emotiva historia de despedidas, rencores, reencuentros y equilibrios imposibles. En ese sentido, Quim Gutiérrez entrega la mejor interpretación del conjunto, otorgando una dignidad, emoción y humanidad muy especial a un personaje tan complejo como difícil, tan esquivo como hipnótico, tan misterioso como transparente. Su monólogo final, clímax de apabullante sensibilidad, termina de disolver las pocas duda: Quim Gutiérrez es el auténtico MVP de 'Litus'.

La historia de estos tres primos inmaduros que viajan al pueblo de veraneo de su infancia para olvidarse de sus problemas y conflictos supone, además de un entretenimiento puro y duro, una maravillosa reflexión sobre la necesidad del ser humano de escapar de sus dramas en el mundo adulto, de encontrar y agarrarse a la primera opción que se le aparezca para desaparecer del lugar del golpe como si esperara que se solucionara solo. Los protagonistas de 'Primos', una de las mejores comedias que nos ha ofrecido el cine español reciente, consiguen, sin apenas esfuerzo, calar entre un público al que no le cuesta nada de trabajo identificarse con cualquiera de los memorables personajes que se nos presentan a lo largo de esta maravillosa historia.

Ayuda, y de qué manera, un reparto en el que es completamente imposible destacar a un intérprete por encima de otro. Todos ellos, desde un Quim Gutiérrez pletórico hasta una Inma Cuesta de la que es imposible no enamorarse, pasando por el siempre genial Raúl Arévalo o la estupenda Clara Lago, están absolutamente magníficos. Pocas veces se ha visto a un grupo de intérpretes tan naturales, convincentes, reales y cercanos. Pocas veces nuestro cine ha recibido una ola de calidez e inspiración tan contundente como la firmada por Daniel Sánchez Arévalo en 'Primos'.

'Sexo fácil, películas tristes' es una comedia romántica que se revuelve sobre su propio género, que se pierde gustosa en un enjambre de lugares comunes y sorpresas inesperadas y que alcanza sus mejores momentos cuando cada una de las expectativas termina convertida en giro de guion. Nada es lo que parece en una de esas películas en las que todo apuntaba en la dirección de lo previsible y que consigue una ejemplar personalidad propia gracias a un estupendo guion y un tridente de interpretaciones situadas por encima del notable. Tanto Quim Gutiérrez, tan preciso como de costumbre, como Marta Etura, pasando por un brillante Ernesto Alterio, terminan de certificar el triunfo de una de esas propuestas que hubieran merecido mucha mejor suerte en su camino.

Liderado por un excelente Imanol Arias, puro carisma, presencia capaz de llenar la pantalla con un mínimo gesto, 'Anacleto: Agente secreto' suma virtudes en forma de reparto. Quim Gutiérrez ofrece una interpretación en permanente estado de gracia, explotando al máximo una vis cómica que se encontraba en su mejor momento; Berto Romero, estupendo una vez más, pide a gritos una película como protagonista absoluto; Carlos Areces perturba y divierte y Alexandra Jiménez hace fácil lo que no lo es. Ellos son el núcleo de una adaptación que, desde el respeto, decide ir más allá, actualizar el personaje y ofrecerle un emotivo homenaje, una carta de amor en toda regla a un icono que une a varias generaciones. El vehículo usado para ello es una película que combina el mundo del ayer con la comedia de hoy. No era la manera más sencilla de hacerlo pero, visto el resultado, era la más efectiva. Y la más valiente. Qué bueno es el humor cuando, al igual que Anacleto, nunca falla.

La última gran interpretación de Quim Gutiérrez hasta la fecha la encontramos en 'Ventajas de viajar en tren', sorprendente y estimulante debut cinematográfico de Aritz Moreno que adapta con dosis extra de acierto una novela que parecía imposible de trasladar a la gran pantalla. Sin embargo, todo en esta propuesta funciona muy por encima de lo esperado, resultando una experiencia tanto visual como narrativa realmente apasionante. Un auténtico viaje repleto de sorpresas en el que destaca también un reparto entregado por completo a la causa y en el que Gutiérrez brilla con una luz especial. Un personaje completamente distinto a todo lo que habíamos visto previamente en su carrera y que demuestra que, a la hora de enfrentarse a nuevos retos, el actor tiene talento de sobra para salir más que airoso. Un Quim Gutiérrez tan distinto como memorable.

Esta historia de perdedores, fugitivos de la realidad, enamorados por pura filosofía de vida, románticos empedernidos, amantes de la mentira y la realidad cotidiana/ficticia que se intenta instalar en las bases de toda familia declarada Estado Unido, marca los tiempos como si de un partido de fútbol se tratara pero, aclaración para los despistados, sin hablar de fútbol. La banda sonora, más allá de las canciones del gran Josh Rouse, son las voces de una retransmisión incapaz de silenciar la tormenta de confesiones, ironías, sarcasmos, declaraciones y reflexiones que emergen de unos personajes que, como es costumbre en el cine de Daniel Sánchez Arévalo, están perfectamente dibujados y respiran una naturalidad aplastante.

Te los crees. Te crees lo que cuentan, el modo en el que lo cuentan y las razones por las que lo cuentan. Es parte del secreto del triunfo de 'La gran familia española', una película en la que destacar a alguien del reparto sería caer en una pequeña injusticia. Comandados por un genial Quim Gutiérrez, suyo es el momento más intenso e inolvidable de la historia, nos encontramos con la frescura de Patrick Criado, la capacidad para enamorar de Verónica Echegui, la sensibilidad de Roberto Álamo, el (siempre) estupendo Antonio de la Torre, la contención de Héctor Colomé, etc. Todos funcionan a la perfección en unos papeles que parecen hechos a su medida. Un equipo titular sin capitanes, ni hegemonías, ni debates. Todos suman. Y todos ganamos.

'La cara oculta' funciona dentro de los terrenos esperados, es decir, el de la intriga más tradicional y representativa, con efectividad, disfrute y buenas formas. No hay nada especialmente memorable en ella, pero el entretenimiento es constante, las sorpresas están bien medidas, incluyendo un giro final tan inevitable como satisfactorio, y su reparto principal se muestra en un estupendo estado de forma. En este sentido, tanto Quim Guitérrez como Clara Lago son plenamente conscientes del tipo de tablero de juego en el que están participando, pasándoselo pipa en todo momento sin perder nunca el control. La tentación del exceso está siempre ahí, pero ambos intérpretes consiguen escapar con una inteligencia admirable. Un pasatiempo oscuro, perturbador e intenso en su aparente calma que se eleva entre la media gracias a Guitérrez y Lago.

Remake de la película mexicana 'Matando cabos', '¿Quién mató a Bambi?' es tanto una comedia negra llena de sobresaltos, excesos y fuegos artificiales como una ruleta rusa narrativa en constante movimiento, imparable, con los frenos rotos, la sexta marcha puesta al límite y una piedad nula con el respiro del espectador. Un auténtico terremoto cinematográfico que cuenta con la complicidad de un reparto situado a la misma (trepidante) altura y en el que sobresale un Quim Gutiérrez de disfrute contagioso. Su personaje, medido a la perfección para que encaje con el perfil más reconocible del actor, le obliga a pisar el acelerador de inicio a fin, pero eso termina resultando más un acierto que una cansina derrota. Gutiérrez está explosivo en una película que provoca tantas carcajadas como dolor de cabeza.

Hay películas que duelen y que, al mismo tiempo, consiguen reconciliarte con la vida. O al menos, reflexionar con más argumentos sobre algunas de sus principales virtudes y defectos. Y esta es una de ellas. Curtido en el mundo del cortometraje, género en el que podemos encontrar algunos de sus mejores trabajos, Daniel Sánchez Arévalo daba el salto al largometraje con 'AzulOscuroCasiNegro', crónica social y emocional de unos personajes que describían a la perfección el universo de su creador. Una película que encontraba un equilibrio perfecto entre la delicadeza y el grito.

Escrita con sabiduría y emoción, dirigida con pulso firme y contenido, el debut de Sánchez Arévalo sirvió, además, para descubrirnos a intérpretes como Quim Gutiérrez, realmente esplendido en uno de esos papeles que requerían de una entrega y compromiso totales. Su interpretación, maravillosa de inicio a fin, le sirvió para ganar un más que merecido Goya a Mejor actor revelación. Quim había llegado para quedarse.

No es que estemos ante una especialmente brillante adaptación, pero 'La niebla y la doncella', salto a la gran pantalla de la novela firmada por el gran Lorenzo Silva, sorprende por su sobriedad, clasicismo y atrevimientos dramáticos. Un thriller oscuro, de tonos y ritmos calmados, cocinado a fuego lento y comandado por un trío protagonista que va de menos a más hasta terminar convenciendo sin artificios. Quim Gutiérrez, Verónica Echegui y Aura Garrido sortean cada trampa de la historia con una profesionalidad ejemplar, mostrándose siempre comprometidos con sus personajes y encontrando una química inesperada entre ellos. Lo mejor de la película, sin lugar a dudas, sus interpretaciones. Y de lejos.