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Así se gestó la bomba de 'Merlí: Sapere Aude': "Hacía muchos años que quería hablar de esto"

La segunda temporada de la serie de Movistar+ parte con un giro histórico para la ficción española. Te contamos por qué es tan importante y cómo el equipo lo ha abordado "con elegancia".

Por Javier Pérez Martín 3 de Abril 2021 | 09:33

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Lo siguiente ocurrió hace más o menos dos años. Era la primavera de 2019 y Carlos Cuevas estaba leyendo los guiones de la primera temporada de 'Merlí: Sapere Aude', el spin-off del fenómeno internacional 'Merlí' surgido de la televisión catalana TV3. Una ficción producida por Movistar+ que él mismo iba a protagonizar retomando su papel como Pol Rubio (o, como se le conoce en el resto de España y parte de Latinoamérica, "el Pol Rubio", dicho con acento catalán). Cuevas estaba haciendo la primera lectura por su cuenta y se topó con un giro inesperado: "Era la primera versión del primer capítulo y vi algo raro. Y como conozco muy bien la manera de escribir de Héctor, le dije: «¿Esto qué es?»". Se refiere a Héctor Lozano, el creador y guionista de ambas series, que le respondió: "Nada". "¿Perdona? ¿Qué pasa con esto?", insistió Cuevas. "No pasa naaaaada", respondió Lozano. "¿Pol tiene el SIDA?", acabó preguntando el actor. "¿Por qué dices SIDA? No tiene el SIDA, no tienes ni puta idea", zanjó el guionista.

'Merlí: Sapere Aude'

Este viernes 2 de abril se estrenó la segunda temporada (y última) de 'Merlí: Sapere Aude', y por fin tanto Pol como los espectadores lo descubrimos: el joven estudiante de Filosofía tiene VIH. Se contagió, de hecho, hace bastante tiempo, cuando tuvo sexo con Efra (Nao Albet), su compañero del supermercado en el que trabajó en la última temporada de la serie original.

La reacción de Carlos Cuevas cuando se enteró leyendo el guion es muy representativa de gran parte de la sociedad: la mayoría no está informada sobre el estado del VIH en 2021. "Yo era un completo analfabeto", admite el actor en su visita a nuestro podcast Sesión golfa. "Y cuanto más sé, más me sorprende. A mí me gusta leer, me informo políticamente, estoy al día de la radio, la tele, he estudiado... y no tenía ni puta idea".

Una asignatura pendiente

Es por eso que Héctor Lozano llevaba años queriendo tratar este tema en la ficción. 'Merlí', como buena serie de instituto, se caracterizó por arrojar luz sobre temas complejos del mundo real como las diferencias de clases, la diversidad sexual o el feminismo. En la continuación más adulta el guionista ha seguido dando pinceladas sobre problemas tan propios de la Barcelona contemporánea como los pisos turísticos y el desorbitado precio del alquiler (extrapolables a otras grandes ciudades del país). Pero el VIH quiso enfocarlo en un primer plano.

'Merlí: Sapere Aude'

"Hacía muchos años que quería hablar de este tema", explica Lozano. "Lo tenía en mente con 'Merlí', pero siempre lo acababa descartando. Cuando surgió la idea del spin-off, les hice el «pitching» de la primera temporada a Movistar+ incluyendo este titular para la segunda. Pensé que era el momento perfecto porque yo siempre quise hacerlo con el protagonista de una serie, no con un personaje secundario y de refilón...".

"El Pol Rubio", uno de los personajes más queridos de la televisión española reciente, tiene VIH. Es una decisión valiente que el resto del equipo de 'Merlí: Sapere Aude' aplaude. "Me siento muy orgulloso de estar en esta temporada porque es muy necesaria", cuenta Pablo Capuz, que interpreta a Rai, compañero de carrera de Pol. "Que un personaje principal de una serie española de repente contraiga el VIH me parece historia de nuestra ficción. No solo eso, un personaje tan conocido mundialmente como Pol Rubio, y tan querido, al que sigue un montón de gente joven... Que lo vean y puedan relacionar VIH con Pol Rubio y normalizarlo, quitarle ese estigma... es muy necesario y ya toca".

Era una "asignatura pendiente en la ficción española", según Héctor Lozano. "Mi lucha personal es poner encima de la mesa estos temas para perderles el miedo. Además de entretener, que es el objetivo principal de la serie, contribuir un poquito a que este tema sea más visible. Porque en muchas películas y series extranjeras se ha tocado el VIH con protagonismo, pero no entiendo por qué en España no". Para el guionista era importante enfocar el virus desde la perspectiva contemporánea "y no desde los trágicos años 80", como ha hecho la reciente (y fantástica) 'It's a Sin'.

'Merlí: Sapere Aude'

Así que se puso manos a la obra: para documentarse se entrevistó con profesionales de la medicina y también con asociaciones como el CheckPoint de Barcelona, donde los hombres homosexuales pueden hacerse pruebas de enfermedades de transmisión sexual. "Vas, te haces la prueba en cinco minutos y la verdad es que no te sientes juzgado. Yo conozco a gente gay que se ha sentido mal en la Seguridad Social porque precisamente el médico les decía: «¿Y qué has hecho?». Qué incómodo".

El estigma que acompaña al virus hizo que el guionista tuviera problemas para encontrar testimonios de primera mano. "Conseguí hablar con dos chicos de 22 años con VIH. Ambos siguen un tratamiento, pero uno de ellos no quería ni que nos viéramos, que fuera todo por teléfono, muy discreto...". Precisamente de uno de esos testimonios salió la escena del final del primer episodio, cuando Pol recibe la noticia. Al igual que en la serie, a esta persona "se lo dijeron en un test rápido de farmacia y la farmacéutica se le echó a llorar".

Rodando el shock

Es un momento muy traumático, tanto para Pol como para el espectador, acompañado de un segundo episodio algo especial. "Cuando se lo comunican, los infectados piensan que se van a morir. Y sienten una enorme vergüenza, no pueden contarlo...", explica Lozano. Con esto en mente, el director Menna Fité apuntó en la primera página del guion una observación muy sencilla y clara: "Pol está en una burbuja". Y la subrayó. "Él tuvo esta idea de que el capítulo entero es una borrachera, una cosa muy claustrofóbica, angustiosa", recuerda Cuevas. No es para menos: el episodio sigue a Pol Rubio durante el día en el que ha recibido la noticia; le acompaña desde que se entera hasta la noche, cuando por fin se desahoga con un confesor inesperado.

'Merlí: Sapere Aude'

"Es un capítulo que merecía cargar las tintas", explica Fité. Un capítulo en el que se utiliza un lenguaje narrativo inédito tanto en la serie original como en el spin-off y que no volverá a utilizarse en el resto de la serie. "'Merlí' y 'Merlí: Sapere Aude' siempre se rodaron buscando la máxima elegancia y la identificación, poniendo la cámara donde el espectador se sintiera más cerca de la secuencia. Escorzos, ópticas no muy angulares, medias, entre 35 y 65 como mucho... ópticas que nos permiten tener la sensación de la visión humana y estar dentro de la escena sin ser invasivo". Para este episodio titulado 'O Fortuna, Velut Luna', el equipo decidió saltarse las pautas "para hacer algo más agresivo. Ópticas angulares, más cercanas, para que el espectador se sienta incómodo, porque está siendo invasivo".

El objetivo era "introducir al espectador en la cabeza de Pol", según el director. "Nos llegamos a plantear hacer el capítulo enteramente focalizado en él, que solo saliera él o que siempre estuviéramos con él. Pero tal y como está estructurada la serie era muy difícil. Entonces la apuesta fuerte fue que en sus secuencias hubiera una sensación de burbuja". Algo que se consiguió con la cámara, la iluminación, la puesta en escena y también el audio. "Incluso algo que nos hizo dudar mucho, pero que fuimos hacia adelante, fue utilizar desenfocados, acentuando la sensación que tiene él de estar dentro de sí mismo, sin saber qué hacer con su vida, que casi no presta atención a lo que está pasando a su alrededor". Esto lo vivió Carlos Cuevas, claro: "Había planos un poco incómodos porque yo tenía la cámara pegada a la cara, con objetivos muy angulares, y a veces no veía a los actores porque tenía la cámara delante, y me hacían mirar a marcas o directamente no mirar... y Menna me decía «Confía, confía»".

Normalizar y desestigmatizar

El shock de Pol, eso sí, no durará mucho. "Tocamos fondo muy pronto para empezar a salir hacia arriba", avisa Cuevas sobre esta tanda de episodios. "De hecho, la lectura de la temporada es una desestigmatización del VIH". El actor hizo su propia documentación para entender mejor el camino que recorrerá Pol a partir de ahora. "He hablado con chicos que son seropositivos, he estado en contacto con asociaciones que lo tratan y que hacen charlas, he leído, he hablado con médicos...". ¿El resultado? "Cuanto más sabes, más ganas tienes de hacer pedagogía y llevar a cabo una labor de difusión".

Lo que descubrió Carlos Cuevas es que contraer el VIH "ya no es una sentencia de muerte". "La medicación está tan avanzada que te conviertes en indetectable y puedes tener relaciones sin preservativo y no contagiar a nadie. Así está a día de hoy. Esto yo no lo sabía y creo que mucha gente no lo sabía".

'Merlí: Sapere Aude'

"Yo ahora estoy muy puesto en el tema porque Carlos, que es un actor muy estudioso y se lo preparó muy bien, me ha contado muchas cosas", admite Jordi Coll, que se incorpora en esta temporada como el nuevo interés romántico de Pol. "Cuando le comentaba el giro a gente de confianza como mi mujer, decían «uy». Todos los referentes cinematográficos que te vienen son en plan 'Dallas Buyers Club'... Y cuando les contaba cómo se desarrollaba decían «Ah, pues sí». Porque es otra cosa hablar del VIH y de cómo está ahora, en 2021, no hacerla en 2021 y fingir que estamos en los 80".

"Ahora estamos mucho mejor y espero que estemos a las puertas de alguna cura o vacuna definitiva, me gustaría pensar que antes de 10 años ya estará erradicada esta infección", añade Héctor Lozano mientras se lamenta de que las personas seropositivas no despierten la misma empatía que los enfermos de cáncer o los infectados de coronavirus. "Con el VIH nunca pasó esto, eran apestados. Hubo una despreocupación total de las administraciones en todo el mundo, los enfermos compraban medicinas ilegalmente. Si el VIH afectase a niños, ya estaría erradicada completamente".

Sin duda el retrato que hace 'Merlí: Sapere Aude' ayudará a educar al público. "Una persona con VIH puede hacer vida normal, en la serie se explica muy bien", opina Capuz. "Se ha querido tratar con mucho cariño, sé que Carlos ha hablado con muchísima gente, con clínicas, ha tomado muchos referentes para hacer algo con mucho cariño y muy verdadero. Y me parece que la temporada lo trata muy bien, y con mucha luz, que creo que es necesario". El director coincide: "Lo hemos abordado con mucha elegancia porque no lo hemos victimizado, no hemos sido morbosos. No hay escenas en las que se corta y los de alrededor se asustan con la sangre. Hemos ido por otro lado: mostrando una hostia que le da la vida y viendo cómo él se repone, cómo el anhelo de vivir, el deseo de seguir adelante y disfrutar de la vida a pesar de todo, todo ello es lo que le da la energía para sobrevivir".

De hecho, según el guionista, esta será "la temporada más optimista de las cinco de ambas series". Después del jarro de agua fría con el que parte Pol, tanto él como el público pasarán por un proceso de aprendizaje, normalización y aceptación. "Al final la gente ni siquiera recordará tanto que Pol tiene VIH. Ya es muchas más cosas, como antes de ser diagnosticado. La idea es acabar con una sonrisa, que ya no sea un tema de conversación ni tenga tanta importancia". Y ese optimismo, precisamente, es el que ha hecho a Héctor Lozano dar un cierre definitivo a la serie. "Me gusta acabar así". Pues bien está lo que bien acaba.

Movistar+ estrenará cada viernes un nuevo episodio de 'Merlí: Sapere Aude' y cerrará la serie con doble episodio el 7 de mayo.