Aunque la conversación alrededor de la premiere de 'No te preocupes querida' haya estado centrada en un supuesto escupitajo, en un beso furtivo durante la ovación y en unas críticas menos entusiastas de lo esperado, el Festival de Venecia también fue testigo de un momento precioso, protagonizado, cómo no, por Florence Pugh.

La protagonista de la nueva película de Olivia Wilde deslumbró a todos con un vestido negro con transparencias y pedrería de Valentino que la hizo brillar, literalmente, en la alfombra roja de la Biennale. Pugh no cruzó el photocall sola, sino que estuvo acompañada por su abuela Pat. "Granzo Pat", como la llama cariñosamente Florence Pugh, optó por un pantalón, blusa y americana blancos, coronados por un pañuelo con detalles florales. Ambas posaron sonrientes para las cámaras, que seguro que algún "aaaah" de amor soltaron sin querer.