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INFRAVALORADA

Oda a 'Jennifer's Body', el exploitation de Diablo Cody con Megan Fox

Recordamos, y reivindicamos, 'Jennifer's Body', con Megan Fox y Amanda Seyfried en una cinta con subtexto sexual, satanismo y comedia negra.

Por Héctor Martín Navarro 25 de Septiembre 2019 | 09:37

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El género exploitation hace referencia al cine que habita en los subgéneros de nicho que apelan a temas como la sensualidad, el gore, o el terror, además de otras muchas características y diferentes categorías "exploit", entre las que destacan las cintas de venganza femenina como 'La última casa a la izquierda' o 'El manantial de la doncella' de Ingmar Bergman. Y si bien es cierto que esta clase de películas vivieron su época dorada en un tiempo pasado (a pesar de su resurgir gracias al grindhouse de cineastas como Robert Rodriguez o Quentin Tarantino) el exploitation volvió en 2009 con 'Jennifer's body', un fracaso de taquilla y crítica olvidado por muchos que se ha convertido en una película de culto por derecho propio que tiene mucho que ofrecer más allá de lo que el marketing quiso hacernos pensar en su día: "¿Habéis visto 'Transformers'? ¡Eh mirad, Megan Fox semidesnuda!".

Si hay algo que se le pueda echar en cara a la película es como se presentó en su estreno. Pero no todo iba a ser bueno, es cierto que, en ocasiones, la cinta muestra la falta de experiencia de la dirección de Karyn Kusama, que acababa de rodar 'Aeon Flux', lo que no animó demasiado a la audiencia ni la crítica. Con esto no queremos decir que Kusama no sea una buena directora, porque con los años se ha convertido en una magnífica cineasta, prueba de ello son auténticas maravillas como 'La invitación' o 'Destroyer: Una mujer herida', títulos impresdincibles, por diversas razones, que nunca habrían llegado a la pantalla de no ser por 'Jennifer's Body'.

Jennifers Body

Escrita por la guionista Diablo Cody, que venía de firmar el oscarizado libreto de 'Juno', la película fue recibida de manera mediocre por la crítica, lo que se tradujo en un resultado de taquilla decepcionante para Fox, el estudio detrás de la producción y distribución del proyecto.

Pero lo cierto es que el guion es uno de sus puntos fuertes. El texto de Cody está lleno de comedia negra que deja entrever un subtexto feminista sin miedo a ser soez o desagradable. Las protagonistas, al estilo de la guionista, son malhabladas, no paran de hacer referencias a la cultura pop de la época y no tienen miedo de discutir su sexualidad con "chistes guarros" más propios de una comedia adolescente "para tíos" como 'American Pie', ver al personaje de Fox y el de Amanda Seyfried llamarse la una a la otra "fungicida" o "Vagisil" en los primeros minutos de metraje es gracioso a su peculiar manera, aunque solo sea por el shock inicial de escucharlas hablar de manera tan bruta.

Las interpretaciones del reparto, en especial la pareja protagonista, son más que sólidas. Jennifer es sarcástica, malota y terrorífica, lo que debería haber reivindicado a Megan Fox como algo más que la "damisela en apuros" de 'Transformers'. Seyfried, por su parte, sorprende con una transformación que va de mosquita muerta a tía cañera mata demonios, un giro en su carrera que sorprendió a las fans de 'Mamma Mia!', que la conocían por cantar de la mano de Meryl Streep. La cinta también incluye pequeños papeles que sorprenderán a aquellos que la revisionen cuando se encuentren con un desconocido Chris Pratt o el siempre infravalorado J.K. Simmons, que se lleva dos de las escenas más incómodas y graciosas de la película.

Seyfried y Fox

Se merece otra oportunidad

'Jennifer's Body' no solo se merece un buen revisionado, probablemente se merece alguna disculpa. Porque si esta película se estrenara en 2019 sería un éxito, al menos en comparación a su resultado una década atrás. En cierta manera, Diablo Cody y Kusama se adelantaron a su tiempo con un slasher con punta de vista femenino que le da un giro sobrenatural a títulos exploitation clásicos como 'Escupiré en tu tumba', cinta de 1978 que tendría un remake propio un año después del estreno de 'Jennifer's Body', ¿casualidad? No lo creemos.

El guion y la película en su conjunto relata una historia que es más relevante ahora que en su estreno. Pero, ¿por qué es más importante ahora que nunca? Muy sencillo, el movimiento #MeToo. La película no es otra cosa que la venganza de una mujer destruida que ha sido utilizada, literalmente, por un grupo de hombres poderosos que buscaban satisfacer su necesidad y sacrificarla, también de manera literal, en pos de un "bien común" que tan solo les beneficia a ellos. Jennifer tiene poder, y ahora le toca vengarse de todo el género masculino de la forma más cruel posible, utilizando una poderosa herramienta a la que ningún hombre podrá hacer frente: el sexo. Y que esta historia esté protagonizada por Megan Fox es la guinda del pastel. A pesar de que la actriz ha evitado hablar o denunciar casos específicos de manera pública, es bien sabido que Fox fue una de las muchas víctimas de la maquinaria de Hollywood, que la engullió completamente. Fox, sin embargo, decidió ignorar cualquier subtexto en la película de Kusama y Cody, y optó por rebajar el marketing al mínimo común denominador, apelando a todo aquello que la película trataba de parodiar y criticar.

Jennifer poseída

Pero sus puntos fuertes no terminan ahí, el nivel de gore de la película es aceptable para una cinta calificada como para mayores de 13 años. Y aquellos que le achaquen que no lo suficientemente terrorífica no recuerdan bien escenas como el incendio en el bar, la primera aparición de Jennifer poseída o el flashback del rito satánico. Además de su subtexto sobre el despertar sexual de la adolescencia, la exploración de la sexualidad (con insinuación lésbica incluida) o sus inspiraciones y homenajes cinéfilos: 'Chicas malas', 'Carrie', 'Posesión infernal' o el ya mencionado exploitation.

En resumen, 'Jennifer's Body' es mucho mejor de lo que recordamos y se merece el respeto de ser vista con otra perspectiva más de una década después. Si todas estas razones no te han convencido déjanos decirte que merece la pena aunque solo sea porque es un slasher femenino lleno de comedia negra adolescente que, aunque está muy anclado a su tiempo, puede regalarte algo menos de un par de horas de entretenimiento. No es ninguna joya fílmica, ni tampoco pasará a la historia, pero es interesante ver como nuestra opinión puede cambiar con los años.