Hace solo seis meses os anunciábamos la llegada de Quibi, la plataforma de streaming para móviles, a España y hoy lo que tenemos que anunciar es su cierre. Este servicio que se lanzó con una inversión de 2 mil millones de dólares solo ha podido estar activo medio año y Jeffrey Katzenberg y Meg Whitman, sus responsables, han anunciado el cese definitivo de su actividad a todos sus inversores a través de una videollamada. Según informa Deadline, el equipo de gestión está explorando opciones, incluida la venta de contenido (tiene 100 programas) o el servicio completo en caso de que surja un comprador.
Entre los contenidos exclusivos que ofrecía Quibi encontramos series con Liam Hemsworth, Christoph Waltz o Sophie Turner, programas con Demi Lovato, Chrissy Teigen o Tituss Burgess, reality shows con Jennifer Lopez y una nueva versión de 'El Fugitivo' con Kiefer Sutherland, todo con una duración por episodio de no más de diez minutos. Tenía un precio es de 4,99 dólares al mes con publicidad, o 8,99 dólares al mes sin anuncios y su fin era entretener los ratos muertos con el móvil en el transporte público, esperando una cita, etc., proyecto que quedó frustrado con el confinamiento donde, pasando tantas horas en casa, se recurría más al ordenador y la televisión que la pequeña pantalla del móvil para disfrutar de los contenidos (aunque TikTok, Snapchat y YouTube se hayan mantenido con fuerza).
La plataforma se lanzó en abril, en plena pandemia, y en mayo su fundador ya culpaba al coronavirus de su fracaso: "Todo lo que fue mal se lo atribuyo al coronavirus. Todo. Pero nos hacemos responsables", decía entonces Katzenberg, que ahora añade en una carta abierta a empleados, inversores y socios que "Quibi fue un grana idea y no había nadie que que intentase hacer que fuese un éxito más de lo que hicimos nosotros. Nuestro fracaso no fue por falta de intentos; hemos considerado y agotado todas las opciones disponibles". Es uno de los fracasos más caros de cualquier startup relacionada con el mundo del entretenimiento que deja sin trabajo a unos 200 empleados y nadie sabe qué pasará con los proyectos que tenían firmados con Steven Spielberg, Guillermo del Toro y Antoine Fuqua. Restando lo que se debe a los acreedores, se estima que quedarán alrededor de 350 millones de dólares de los 1.8 mil millones que se recaudó a través de diferentes compañías de medios, empresas, bancos de inversión y patrocinadores individuales entre los que se encuentran Disney, eOne, Fox, ITV, Lionsgate, MGM, NBCUniversal, Sony Pictures, Viacom, la BBC y WarnerMedia. Se espera que el cierre lleve algunos meses y se vaya informando del proceso a los suscriptores de pago.
Pese a la enorme inversión que se hizo en promoción comprando anuncios en la Super Bowl y los Oscar el febrero pasado, sin duda Quibi se lanzó en un mal momento, y según dice Katzenberg en un comunicado de prensa, "se fundó para crear la próxima generación de narraciones", añadiendo que "El mundo ha cambiado drásticamente desde el lanzamiento de Quibi y nuestro modelo de negocio independiente ya no es viable [...] tomamos la difícil decisión de cerrar el negocio, devolver el efectivo a nuestros accionistas y despedirnos de nuestros talentosos compañeros". En sus primeros 90 días, durante un período de prueba gratuito, la aplicación se descargó tan solo 5,6 millones de veces y solo un pequeño porcentaje de esas descargas se convirtió en suscripciones de pago y uno de los ejecutivos de la empresa cree que se debe también a que "Nadie parecía encontrar un programa del que se enamorara. Necesitaban al menos dos grandes éxitos para generar suficiente audiencia. Desearía por su bien que los hubieran conseguido".
Katzenberg y Whitman y los detalles de su decisión
También Deadline se ha puesto en contacto con sus dos co-fundadores para preguntarles más sobre su decisión y sus intentos por mantenerla a flote: "Probamos muchas cosas diferentes durante el verano, ya sea una prueba gratuita sin pago, una prueba gratuita de 90 días o una prueba gratuita de 14 días. Cambiamos el marketing por completo para que fuera más promoción de títulos concretos que anuncios de plataforma, hicimos muchos cambios y también probamos un modelo de negocio completamente diferente en Australia. Y, en última instancia, nada de eso cambió realmente la realidad de que necesitábamos más capital y necesitábamos más capital relativamente pronto", apunta Whitman, "hace un par de semanas dijimos, ya sabes, lo correcto, lo realmente correcto, es devolver el efectivo a los accionistas".
Katzenberg, por su parte, sigue realmente convencido de que la COVID ha sido la causante principal de su fracaso: "dada la inversión que estábamos haciendo, la calidad y la cantidad del contenido que estábamos haciendo, tendríamos que haber entrado por la puerta grande para que esto funcionara. Nunca sabremos cuánto de esto fue afectado por el coronavirus. [...] Quibi fue diseñada para estar en movimiento, momentos intermedios en un momento en el que nadie estaba en movimiento y sus momentos intermedios estaban en su sofá, y de repente estábamos compitiendo por la atención de la gente de una manera que nunca concebimos o pensamos."
Entre otros problemas sin resolver, Quibi todavía está envuelta en una acción legal cruzada con Eko, la compañía de videos interactivos, por una posible infracción de patente sobre su interfaz.
