Granujas a todo ritmo

Después de que Jake Blues sea liberado de prisión, él y su hermano Elwood van de visita al internado donde se criaron, donde sólo queda una monja, al que ellos apodan "El pingüino". La monja les cuenta que la Arquidiócesis ha decidido dejar de apoyar económicamente a la institución, para poder venderla al Ministerio de Educación. La única manera de salvarla y mantenerla abierta es pagando una multa de 5.000 dólares en un plazo de 11 días. Los hermanos Blues quieren ayudar, y deciden volver a montar su banda de blues y ganar el dinero con un gran concierto. A medida que su misión divina va avanzando, empiezan a crecer sus enemigos. ¿Conseguirán reunir todo el dinero a tiempo?