å

CUIDADO CON EL MARKETING

10 películas muy buenas pero muy mal vendidas

Advertencia: Publicidad Engañosa. Recordamos 10 películas muy buenas que fueron vendidas de la peor manera posible.

Alberto Frutos Díaz
Por Alberto Frutos Díaz Más 24 de Septiembre 2016 | 13:56
Redactor especializado en cine y música. Ver, leer, escuchar y escribir.

Comparte:

Ver comentarios (1)

Hablar de publicidad engañosa cuando, de lo que se trata, es de vender algo tan complejo como una obra audiovisual, es complicado. Si nos quedamos en la superficie más terrenal, cualquier táctica que no afecte directamente a la moral y la ética más básica, es válida para intentar conseguir algo tan esencial como vender el mayor número de entradas. Llevamos el suficiente tiempo conviviendo con las estrategias de marketing como para sorprendernos a estas alturas. El cine necesita a la publicidad, cada vez más, y los trailers son cada vez menos eficientes, más molestos, centrados en una estupidez tan grande como la de desvelar la mayoría de sorpresas que esconden las películas a las que están presentando. Qué recuerdos aquellos años en los que uno se sentaba en una butaca sin saber prácticamente nada del viaje que estaba a punto de realizar.

 'Funny Games'

Y si esta situación ayuda más bien poco al sector cinematográfico, menos lo hace una industria que se empeña en dinamitar las opciones comerciales de grandes películas vendiéndolas como un conjunto de estereotipos y lugares comunes. No es cuestión de que reinventen el cine tal y como lo conocemos, pero una de las muchas virtudes que rodean, por ejemplo, las diez propuestas que se van a analizar en este especial es precisamente esa, aportar algo diferente, arriesgarse y buscar la sorpresa del espectador ofreciéndole algo más de lo que se pueda intuir con un cartel promocional o un anuncio de televisión emitido de manera constante a cada hora.

Diez películas que sobrevivieron a una serie de estrategias de marketing que parecían jugar en su contra, más que ser una fuente de apoyo para la consecución de sus objetivos comerciales. Los artísticos estaban más que cumplidos. Diez ejemplos que demuestran que, una publicidad mal enfocada, puede lastrar el resultado en taquilla pero nunca ocultar el valor cinematográfico de una serie de obras que merecían mejor suerte y que, sin saberlo, dormían con el enemigo. Tan inevitable como triste.

Películas muy buenas que fueron muy mal vendidas

'Drive'

'Drive'

Si uno veía el trailer de 'Drive' por primera vez, y era un amante del cine de acción más trepidante, sabía que tenía una cita ineludible en el cine. Nada podía fallar, aquellas imágenes lo dejaban claro, un festival de persecuciones, explosiones y disparos con Ryan Gosling, 'aquel chaval de 'El diario de Noa', reconvertido en action man de primer nivel. Y así se gestó el primer impacto del director Nicolas Winding Refn. Porque, lo que más tarde terminó convertido en desagradable certeza con 'Sólo dios perdona', comenzó con 'Drive'.

Vender gato por liebre, adrenalina por poesía, golpes por caricias. La historia de este hombre solitario, conductor especialista de cine y trabajador de un sucio taller, bebía más de Akira Kurosawa y Park Chan-wook que de John McTiernan el primer James Cameron. Y todos salíamos ganando. Ni siquiera esa publicidad tan engañosa basada en recolectar todas las escenas de acción de la película pudo evitar que 'Drive' se convirtiera en una joya de culto que, aún hoy, mantiene intacto su poder hipnótico.

Pruebas del crimen:

Drive en eCartelera

'El árbol de la vida'

'El árbol de la vida'

Cuando alguien cuenta con la figura de una superestrella como Brad Pitt como protagonista, cualquier película es mucho, muchísimo, más fácil de vender. Y de que el público caiga rendido de antemano, apostando sobre seguro, teniendo la certeza de que lo que van a ver y escuchar merecerá la pena si un actor con su presencia y carisma está en pantalla. Otra cuestión son las expectativas. Y 'El árbol de la vida' es uno de esos trabajos con los que, a pesar de Pitt, es prácticamente imposible ejecutar una jugada de publicidad y marketing acertada, por la sencilla razón de que es una obra con naturaleza y vocación de inmensidad total. Por eso se vendió como un drama familiar en el que su protagonista volvería a reivindicarse como el gran actor que es, permitiendo que los espectadores se dieran de bruces con una poesía en movimiento implacable, que te arrolla sin opción a la piedad. Uno nunca está preparado para una película como 'El árbol de la vida'. Imposible estarlo.

Una obra que presentaba al ser humano como liturgia de las despedidas. Como inicio y fin de todo. Como constante río de encuentro, desencuentro y, finalmente, reencuentro. Como pozo de terror, incertidumbre, deseo. Como tormenta de fiereza y desesperación. Tan autoritario como un dinosaurio que impide a su cría levantarse. Como un microcosmos donde lo simple y complejo, lo minimalista y excesivo se abrazan hasta dar forma a una imagen tan conmovedora como extraña. Universal y, a la vez, personalísima. El ser humano como vehículo para crear y destruir desde las entrañas, para liberar a la bestia y, instantes después, encerrarla bajo la llave de lo autoritario. Tras una caricia, un golpe. Todo ello bajo la misma mirada que observa los diminutos pies de un recién nacido y, años después, encierra a esa misma criatura en un armario. El ser humano como espejo diminuto de toda la, inmensa, belleza que le rodea, como explicación final del inicio y final, sin epílogo, del universo, del estallido de lava y fuego, del desierto de cristal de una ciudad y de la arena ardiente que nos conduce a un paisaje marítimo. Una obra maestra de Terrence Malick que estaba MUY por encima de Brad Pitt. Incomprendida, adelantada a su tiempo. Y a cualquiera.

Pruebas del crimen:

El árbol de la vida en eCartelera

'Mátalos suavemente'

'Mátalos suavemente'

Brad, en serio, ¿otra vez tú? Bueno, seamos justos, no es culpa suya, todo lo contrario, como espectadores deberíamos estar agradecidos a su constante inquietud por liderar proyectos alejados de su zona de confort que, sin contar con su presencia, probablemente nunca saldrían a la luz. 'Mátalos suavemente' es uno de los ejemplos más claro. Encontrándose de nuevo con el director Andrew Dominik, con el que ya había formado dupla en la imprescindible 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford', otra película magistral que no contó con el apoyo ni la publicidad correcta tras su estreno, Pitt era uno de los personajes más destacados en una trama compleja y fracturada que se vendió como thriller de acción al uso, quedándose en la pura y dura superficie. Y merecía la pena mirar más allá.

Porque 'Mátalos suavemente' es otra cosa, es el relato frío y distante de la decadencia humana, cambiando masacres por diálogos, tensión por silencio, pesimismo por tragedia. Es la imagen de un llanero tan solitario como todos los que le rodean al que, lo único que le interesa tras el baño de sangre, es que le enseñen su jodido dinero. Menos milongas, que esto no es más que un negocio. Discursos de presidentes que sirven de perfecta banda sonora para la claustrofobia reinante. Billetes por balas. Fundido a negro. Y que cante Barrett Strong eso de 'Money (That's what i want)'. Es lo que hay.

Pruebas del crimen:

Mátalos suavemente en eCartelera

'La cabaña en el bosque'

'La cabaña en el bosque'

Antes de que 'Los Vengadores' le convirtiera en Protegido De La Legión Marvel, Joss Whedon demostró todo su inmenso talento, el mismo año 2012, escribiendo con Drew Goddard el guión de 'La cabaña en el bosque', una de las películas más sorprendentes de los últimos años. Y, ¿cómo se vende de manera correcta una propuesta en la que, aproximadamente, cada cinco minutos hay una sorpresa? Desde luego, no del modo en el que se hizo. Más allá de los mil y un problemas con los que se encontró para terminar contando con un estreno en las salas de cine de nuestro país, 'La cabaña en el bosque', gracias a su trailer, llegaba ante nosotros como otra variante del clásico punto de partida en el que un grupo de chicos y chicas de físico envidiable se dan cita en un lugar perdido en medio de la nada en donde comienzan a ocurrir sucesos extraños. ¿Otra vez? No. Para nada. Por eso enfada mucho más.

Whedon y, el también director de la cinta, Goddard se sacaron de la manga una obra absolutamente imprevisible, impecable en su gestión de golpes de efectos, divertida hasta la carcajada y perfecta como homenaje desenfadado y refrescante al género. Uno de esos trabajos en los que todo parece combinarse para dar forma a una auténtica fiesta cinematográfica en la que todo está permitido. Todo, menos engañar a los espectadores con una publicidad marcada por el tópico y la rutina, dos de los elementos que 'La cabaña en el bosque' esquiva con todo el talento del mundo. Hay que reivindicarla sin miedo.

Pruebas para el crimen:

La cabaña en el bosque en eCartelera

'¡Olvídate de mí!'

'¡Olvídate de mí!'

¿Jim Carrey? No importa que venga de ofrecer las mejores interpretaciones de su carrera a través del drama con 'El show de Truman' y 'Man on the moon', su nueva película tiene que ser una comedia. Y por si algún espectador se queda con alguna duda y no termina de verlo claro, vamos a subrayarlo con la peor traducción jamás realizada de un título. La poesía que desprende 'Eternal Sunshine of the Spotless Mind', es decir, algo así como 'El eterno resplandecer de las mentes inmaculadas', se transformó por obra y desgracia de algún iluminado en '¡Olvídate de mí!'. Claro, como la historia trataba de una pareja que decide borrar sus recuerdos compartidos tras una ruptura de consecuencias traumáticas, todo encaja. Pero no.

Por supuesto que aquel que se acercara al cine a ver una comedia con el sello Carrey, saldría profundamente decepcionado. Aunque debería haber sido todo lo contrario. Porque la mejor película en la que ha participado el protagonista de 'La máscara', acompañado en esta ocasión por una maravillosa Kate Winslet, es una obra maestra repleta de melancolía que cala hondo, que marcó a una pequeña generación de espectadores que conectaron (conectamos) con una historia repleta de belleza y delicadeza. No, no había carcajadas ni excesos pero, a cambio, ganamos un clásico contemporáneo.

Pruebas del crimen:

¡Olvídate de mí! en eCartelera

'Funny Games'

'Funny Games'

Vale, si ya habías visto en 1997 la película original de Michael Haneke que, diez años más tarde, 'remakeó' por cuestiones aún desconocidas, no te sentirías estafado. Pero, si te sentaste en tu butaca favorita dispuesto a disfrutar de la nueva película de terror y misterio protagonizada por Naomi Watts, podemos imaginarnos tu cara 111 minutos después de que comenzara el espectáculo. Describir 'Funny Games', en cualquiera de sus dos (idénticas) versiones, se antoja una tarea imposible. Esta obra profunda y descarnada, hipnótica y perfectamente calculada, sobre la maldad humana que no atiende a razones ni sentido común, está entre los trabajos más destacados de su director, es decir, palabras mayores.

El trailer y la publicidad que se movió alrededor de ella dejaba entrever algo de lo que se ocultaba detrás de su impoluta fachada visual, pero ningún espectador estaba preparado plenamente para enfrentarse a un reto absoluto que te mira directamente a los ojos y te clava las uñas en el cuello. No quieres mirar lo que está ocurriendo, algo que también le sucede a la cámara de Haneke en muchas ocasiones, pero nada puede evitar que sientas en tu interior el auténtico terror que recorre cada esquina de esa casa reconvertida en infierno terrenal. Una reflexión casi filosófica sobre el sadismo que no se ciñe al promocionado género de terror. Lo revienta desde dentro.

Pruebas del crimen:

Funny Games en eCartelera

'Lost in Translation'

'Lost in Translation'

La mejor película con diferencia de la, hasta ahora, irregular carrera de Sofia Coppola nunca fue una comedia romántico al uso, por más que TODA la promoción que la rodeaba se centrara en demostrar lo contrario. Canciones animadas, miradas furtivos, fugas sin mirar atrás y otro buen montón de visitas a lugares comunes del género que la película, excepcional, transformaba en un conmovedor análisis sobre la soledad y la incomunicación en un contexto, Tokio, totalmente hipnótico. Bill Murray y Scarlett Johansson, en dos de esas interpretaciones que dignifican toda una carrera, se apoyaban en la contención y los silencios para construir dos personajes a los que el espectador, sin necesidad de grandes monólogos ni confesiones sorprendentes, consigue entender a la perfección.

Un susurro final que aún brilla con especial intensidad entre los mejores desenlaces que ha entregado el cine en los últimos años, redondea una propuesta que deja (muy) atrás todos los tópicos que su trailer intenta vender a costa de la inocencia de los espectadores. Nada es rutinario en 'Lost in Translation'. Hay romanticismo, sí, pero teñido de tristeza y necesidad. Imprescindible.

Pruebas del crimen:

Lost in Translation en eCartelera

'Un puente hacia Terabithia'

'Un puente hacia Terabithia'

En el año 2007 se estrenaba 'Harry Potter y la Orden del Fénix', quinta entrega de una saga que se iba acercando a su final y que provocó que, cada mes, llegaran distintas propuestas deseosas de ocupar su apetitoso lugar en el trono de franquicias adolescentes. 'Un puente hacia Terabithia' se vendió tal cual, como una obra repleta de reinos mágicos, héroes con innata capacidad para empatizar de los espectadores y ansia de vivir aventuras inolvidables. En definitiva, pereza absoluta. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula, los prejuicios saltaron por los aires y un buen puñado de bocas quedaron silenciadas, porque la película dirigida por Gabor Csupo que adaptaba la novela de Katherine Paterson era mucho más que eso.

Había aventuras, claro, y por supuesto que era muy fácil caer rendido ante el encanto de sus protagonistas, estupendos Josh Hutcherson y AnnaSophia Robb, pero 'Un puente hacia Terabithia' era, por encima de todo, un drama con todas las letras. La pérdida de la inocencia en un mundo de ilusión y belleza rota por el destino capaz de mezclar efectos especiales y escenas de acción más bien rutinarias con un tramo final de rotunda emoción. Muchos mayores fueron acompañando a los pequeños de la casa para que pasaran un buen rato y terminaron escondiendo las lágrimas a la salida del cine. Una película estupenda que fue vendida con torpeza absoluta.

Pruebas del crimen:

Un puente hacia Terabithia en eCartelera

'El bosque'

'El bosque'

Si hay alguien que podría presidir sin discusión un Club de Directores Afectados por la Publicidad Engañosa, ese es M. Night Shyamalan. Si buscamos en el presente más reciente, tenemos 'La visita', su último y notable trabajo, pero es que si echamos la vista atrás, las estrategias de marketing, y posterior reacción del público, con obras de la talla de 'La joven del agua', 'Señales' y, especialmente, 'El bosque', el resultado es de traca. Una vez comprobado con 'El sexto sentido' que la fusión del terror y el giro final sorprendente era una fórmula perfecta para la taquilla, obviando el drama humano omnipresente, todas y cada una de las películas que iba estrenando el director se vendían, directamente, como cine de género repleto de sustos y sobresaltos. Grave error. Al final, claro, pasaba lo que pasaba, que la recepción de aquellos trabajos por parte del público se saldaba con un altísimo número de enfados y acusaciones de estafa.

Y es una pena, porque, centrándonos en el caso que nos ocupa, aunque insisto en que varias de sus películas podrían estar incluidas perfectamente en este especial, 'El bosque' era una joya en la que los silencios contaban mucho más que los golpes de efecto y la puesta en escena era una protagonista más dentro de una trama que analizaba el miedo de manera magistral. Una obra repleta de poesía visual, dirigida con una maestría única, interpretada con convicción y entrega por un reparto de cinco estrellas y con una resolución que, sí, mediante la sorpresa marca de la casa, aportaba una dosis extra de profundidad psicológica, otorgando un valor mucho mayor al conjunto, dotándolo de sentido y razón de ser. Una pequeña obra maestra que no convenció a todos aquellos que, por culpa de trailers como el que acompañan este texto, se sintieron engañados.

Pruebas del crimen:

El bosque en eCartelera

'La bruja'

'La bruja'

El ejemplo más reciente de grandes películas que han sido vendidas y promocionadas de la manera más errónea posible, lo tenemos en 'La bruja'. Una de las obras destacadas de lo que llevamos de cosecha cinematográfica en este 2016, una sensación entre los amantes del género de terror y una más que posible alternativa para estar dentro de un buen número de listas de lo mejor del año el próximo mes de diciembre. No es mal bagaje para la opera prima de Robert Eggers, que se ocupa también de escribir el guión de esta historia perturbadora y siempre inquietante de la que es mejor saber lo mínimo antes de meterse de lleno en ella.

Si comulgas con su propuesta, pausada y cocinada a fuego lento, te espera toda una experiencia repleta de sorpresas y riesgos asumidos con inesperado pulso firme viniendo de un recién llegado. Por el contrario, si te dejas llevar por la publicidad engañosa que la trata como la clásica película de terror centrada en conseguir alcanzar el grito del espectador, te advertimos que la decepción llegará con toda su fuerza. El tiempo pondrá a 'La bruja' en su lugar exacto dentro del género pero, hasta entonces, ya tiene un rincón ganado en la lista de películas vendidas con la ley del mínimo esfuerzo y el recurso fácil en busca de palomitas.

Pruebas del crimen:

La bruja en eCartelera