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ENTREVISTA ECARTELERA

Alba Flores sobre su regreso a 'Vis a vis: El Oasis': "He visto la vida de 'Vis a vis' pasar delante de mis ojos"

Hablamos con la actriz sobre su aparición en el último episodio de la serie junto a Najwa Nimri.

Por Javier Pérez Martín 8 de Junio 2020 | 13:45

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Después de cinco años, 'Vis a vis' llega a su fin. Esta vez sí, de verdad. Fox emite este lunes 8 de junio el octavo y último episodio de 'El Oasis', el epílogo que nos ha mostrado qué fue de Macarena (Maggie Civantos) y Zulema (Najwa Nimri) en su vida más allá de la cárcel. Y el final llega con una aparición sorpresa de Saray, el personaje interpretado por Alba Flores que tuvo un cierre feliz y cerrado en la cuarta temporada de la serie (la vimos libre y emparejada con la Mala Rodríguez).

'Vis a vis: El oasis'

¿Por qué volver? "Hay muchas cosas que no hemos visto. La cuarta temporada acabó de una manera abrupta, Zulema y Saray se habían perdonado, pero Saray iba a emprender un camino de reinserción. Había decidido separar su camino vital de Zulema, aunque siguiera habiendo una amistad", nos cuenta Flores sobre el paradero de Saray durante esta última etapa de 'Vis a vis'. "Creo que es importante haber mantenido en esta temporada lo que estábamos contando con Saray, que no participe de la delincuencia". Por eso no se plantearon en ningún momento que la gitana estuviera en la banda que ha protagonizado 'El Oasis': "Sería que Saray diese pasos atrás en su arco, y creo que es más bonito y mejor que fuéramos fieles a que ese personaje cuente que las personas pueden cambiar", opina la actriz. "No, no pueden, es que cambian, vaya".

Sin embargo para Flores era muy importante que Saray se despidiera de Zulema, dos personajes que mantuvieron una de las relaciones de amistad más puras de la serie. De hecho fue ella misma quien propuso volver, al conocer el destino que tendrá el personaje de Nimri al final de la historia: "Entre nosotras hablamos y cuando me contaron el final, dije «Un momento, yo quiero que mi personaje se despida [del de Najwa Nimri], para mí es muy importante. Y todos vieron claro que encajaba mucho con lo que querían hacer con la serie, y que iba bien para el mensaje final".

Así es como el equipo de 'El Oasis' decidió cerrar con un flashback que devolviera a las dos mujeres a la cárcel y ofreciera una especie de conclusión emocional que provocará oleadas de lágrimas de la Marea Amarilla. "Me parece precioso ese final en el que se preguntan por qué ha merecido la pena la cárcel, o incluso la vida. Pues por conocernos, por haber compartido tiempo juntas. Es un mensaje profundo para una serie de entretenimiento. Y en cierto sentido no solo hablamos de la relación de Zulema y Saray, sino de toda la cárcel, de toda la serie, de las actrices y también de los fans".

Alba Flores

Flores volvió a meterse en la piel de Saray para grabar dos escenas muy distintas. En una de ellas, el flashback, fue como viajar al pasado. Tanto ella como Nimri han vuelto a coincidir en 'La casa de papel', donde interpretan a una ladrona y una policía respectivamente; pero no hubo ningún tipo de confusión en este regreso a la cárcel. "A mí me pones un pijama amarillo y otro a Najwa, y una reja en medio, y no hay que hacer nada más, yo ya estoy en 'Vis a vis'. Las dos sabemos perfectamente qué estamos haciendo, no se nos ha olvidado para nada. Lo hemos hecho tanto que está en nuestra memoria profunda, es un hábito". La otra secuencia, de la que no desvelaremos nada en este artículo, sí fue una experiencia algo distinta: "Pero aun así, mientras la hacía y mientras me la preparé, me venían muchos flashes de delante de las cámaras y de detrás. Vi la vida de 'Vis a vis' pasar delante de mis ojos".

Su cameo en 'El Oasis' le ha permitido por primera vez disfrutar de 'Vis a vis' como espectadora: "No leí nada de la trama, ni el resto del capítulo ni nada, solo leí lo que iba a hacer yo. Muchas veces los actores nos perdemos ser espectadores de nuestras propias ficciones porque ya sabemos lo que va a pasar y estamos condicionados por haberlo vivido. Yo quería ver cómo era 'Vis a vis'". Aunque admite que aún ha visto pocos episodios de los ocho emitidos por Fox. "Voy despacio. Pero sí creo que hay algo muy potente y muy rompedor [en 'El Oasis']".

Sobre todo, Flores está orgullosa del legado que deja una serie que ha ayudado a cambiar la ficción española en los últimos años. "Más allá de los aciertos o desaciertos que haya tenido en concreto, sí hay una cosa que le da identidad: haber puesto la diversidad encima de la mesa y alrededor de las mujeres. En ese sentido se puede poner un pin, porque es un hito en la televisión española".

Quizá por ello está contenta de que el viaje acabe aquí. "La razón por la que se decidió acabar con 'Vis a vis' en la cuarta temporada era no estirar demasiado el chicle para que no se deterioraran los personajes, porque eso pasa", asegura. "Esta píldora que es 'El Oasis' es para cerrar una trama que quedó abierta, lo que había entre Zulema y Macarena. Eso está bien, pero ya seguir estirando el chicle más allá... buf, no sé con qué se podría hacer. [Pausa] Con Saray. [Risas] No, es broma".

Alba Flores

El año del vórtice

Con este cierre a Saray es la segunda vez en pocos meses (de hecho, en la cuarentena del coronavirus) que vemos a Alba Flores despedirse de un personaje. La Parte 4 de 'La casa de papel', estrenada en Netflix a principios de abril, venía con la sorpresa, y el disgusto, de la muerte de Nairobi, su personaje. Parece que Flores es libre de las dos series que han catapultado su carrera: ¿siente que está viviendo un cambio de ciclo en su vida? "Totalmente, es el año del vórtice para mí. Por varias cosas, por esta pandemia que estamos viviendo, que hay un antes y después, pero también por todo esto. Estoy poniéndole punto y final a lo que han sido los últimos cinco años de mi vida. Es fuerte, muy fuerte".

Pero asegura que está contenta: "No soy yo muy nostálgica para esas cosas, quiero decir: lo he vivido y he llorado el final de cada cosa, pero soy muy vitalista y me gusta que la vida siga y que vengan otros proyectos muy diferentes, que vayamos cambiando. Yo me sentiría muy atrapada si me dices que tengo que estar en estas dos series cinco años más. Por cómo es mi personalidad me sentiría muy atrapada, prefiero correr el riesgo de hacer cosas peores, porque el listón está muy alto, que quedarme en el mismo lugar. A mí vitalmente me aporta más ir a cosas diferentes. Ha sido un buen año de cierre, pero por otro lado ha sido emocionalmente catártico".

Por el camino se ha convertido en un fenómeno de la cultura popular gracias al alcance internacional de estas dos series, y eso sin tener en cuenta que forma parte de un clan familiar que en España está casi al nivel de la realeza. Hace poco su cara apareció pintada en la fachada de un edificio de Berlín ("en la calle Karl Marx", puntualiza con orgullo), en homenaje a la muerte de Nairobi. ¿Cómo le hace sentir esa fama? "Por un lado me agrada y por otro me da miedo, porque no sé qué supone tanta popularidad", confiesa. "No me dedico a esta profesión por la popularidad, es algo que también me ha venido heredado, ¿no? Me dedico a ello porque me gusta contar historias. Estoy intentando aprender a manejarlo, y si eso viene con el puesto hay que ver cómo es la manera más sana de lidiar con ello. Realmente a mí me abruma, me siento muy halagada pero también me abruma".

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