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CRÍTICA

'American Horror Stories': El spin-off que nadie había pedido

Crítica de los tres primeros episodios de 'American Horror Stories'. Estreno en Disney+ el 8 de septiembre.

Por Javier Parra González 7 de Septiembre 2021 | 16:50

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[Esta crítica es en base a los tres primeros episodios de 'American Horror Stories']

Ha pasado una década desde que Ryan Murphy decidiera satisfacer al colectivo LGTBIQ+ y a los fans del terror con 'American Horror Story', la serie antológica con la ha explotado hasta la saciedad una serie de vicios y costumbres con los ha agotado una fórmula que ha traspasado ya lo de "sello personal", para convertirse en algo de carácter casi autoparódico. Hace diez años lo de la hipersexualización de los personajes podía resultar atractivo, y pasadas unas temporadas ya quedó clara que esa era parte de la esencia del formato, el cual fue abandonando el terror hasta convertirse en un pastiche de giros de guion sin sentido, cliffhangers cada vez menos interesantes, Evan Peters haciendo el único papel con el que Murphy le ha engañado una vez tras otra y, cómo no: Sarah Paulson histérica.

American Horror Stories

Pese a que la calidad haya ido cuesta abajo sin frenos desde 'Asylum' (la segunda temporada), y sin que podamos comprender el motivo por el que Lady Gaga consiguiera un Globo de Oro por el bochorno que supuso 'Hotel' (la quinta), en 2021 el showrunner no solo regresa con la décima temporada, 'Double Feature', sino que también lo hace con un spin-off que se ha sacado de la manga, llamado 'American Horror Stories'. Teniendo en cuenta que Murphy siempre peca de lo mismo: partir de un piloto con una idea original que tira por tierra en el segundo episodio (si hay suerte, a veces en el tercero), la premisa de esta hija bastarda de la franquicia 'AHS' tenía todas las de la ley para salir indemne ante la maquinaria sin filtro que son sus producciones, ya que se trata de capítulos autoconclusivos que podrían recordar a la esencia de 'La dimensión desconocida'.

Entonces, ¿qué podría salir mal? Tan solo hay que ver los dos primeros episodios 'Rubber (Wo)man: Part 1' y 'Rubber (Wo)man: Part 2', para darse cuenta de que ni siquiera ha hecho el esfuerzo de resolver bien una historia en un capitulo doble. Y eso acaba siendo desesperante. Dirigidos por Loni Penistere, cuya trayectoria en la televisión cuenta con tener el crédito como supervisor de efectos especiales en 'Buffy, cazavampiros' y 'Angel', nos encontramos ante un buen acierto para conectar con el público de las primeras 'AHS': la recuperación del ya icónico Rubber Man de 'Murder House', la primera temporada.

American Horror Stories

Aquí, la trama nos lleva de nuevo a la conocida casa de los asesinatos, aquella en la que Connie Britton, Dylan McDermott y Taissa Farmiga tuvieron como vecina a Jessica Lange, y en la que Chad Warwick (Zachary Quinto) había sido el primer Rubber Man, el hombre con traje de látex convertido en psychokiller con BDSM, y el cual tuvo diferentes encarnaciones ya en aquella temporada. Ahora, Matt Bomer y Gavin Creel son la pareja gay que se ha mudado a la casa junto a su hija, Scarlett (Sierra McCormick), la cual será la nueva portadora del traje y, evidentemente, sucumbirá a la locura que vive en la casa. Lo mejor de todo será el planteamiento, llegando este a su máximo apogeo al final de la primera parte. De la segunda es mejor no decir nada.

Sorprendentemente, el tercer episodio de 'American Horror Stories', llamado 'Drive In', nos trae de vuelta a dos leyendas del cine de terror. Estas no son otras que Adrienne Barbeau y Eduardo Sánchez. A ella, la conocemos por ser la protagonista de 'La niebla' de John Carpenter. A él, por ser uno de los directores de 'El proyecto de la bruja de Blair'. De espíritu mucho más clásico que la anterior, y desligándose de los espacios comunes de 'AHS', nos encontramos ante una pequeña explotación del concepto de 'Demons', en el que la proyección de una película maldita en un autocine, llamada 'Rabbit Rabbit', convertirá a quienes la vean en criaturas rabiosas y máquinas de matar imparables.

American Horror Stories

También vienen a la mente títulos como la magistral 'El fin del mundo en 35 mm', el episodio de Masters Of Horror con el que Carpenter divagaba acerca de una película maldita proyectada en el Festival de Sitges del año 1971; o incluso la más reciente 'Antrum', también en torno a la idea de un film que provoca el caos y la destrucción al ser proyectado. Aquí, un grupo de adolescentes que bien podrían ser parte de un 'Stranger Things' apócrifo, serán quienes vivan en sus propias carnes el horror desatado ante la proyección. Aunque solo sea por el aire a metacine que presenta, sus cuarenta minutos cumplen las expectativas que se presentan en su prólogo, pese a una resolución un tanto precipitada (y que vuelve a constatar que parece ser que a Murphy le importa lo más mínimo cómo acabar sus historias).

Tras haberse estrenado este verano en Hulu, ahora 'American Horror Stories' llega a Disney+ dispuesta a satisfacer a los fans más fieles a la franquicia, cuyos primeros tres episodios dejan clara que la tendencia a seguir por Murphy y Brad Falchuk, continúa siendo la de traernos un cóctel de ideas que empieza a dejar un regusto a rancio, algo que irónicamente se ha convertido en el principal valor de una línea de producción que se ha quedado anclada en lo que hace diez años era estéticamente rompedor.

'American Horror Stories' se estrena el 8 de septiembre en Disney+ dentro de su marca Star.

Nota (tres primeros capítulos): 4

Lo mejor: Que apueste por ser algo diferente.

Lo peor: Que acabe siendo lo mismo de siempre.