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CRÍTICA

'Doctor Sueño': Se ve, se siente, 'El Resplandor' está presente

Mike Flanagan ('La maldición de Hill House') se pone tras las cámaras de la adaptación de la secuela de 'El resplandor', basada en la novela escrita también por Stephen King.

Por Luisa Nicolás 30 de Octubre 2019 | 18:00

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Con tres series en curso, tres películas estrenadas en lo que va de año y otras tantas producciones confirmadas, parece que escapar de las adaptaciones de Stephen King, el hombre de moda, es aún más difícil que salir con vida del Overlook. Con este panorama, 'Doctor Sueño' llega ahora a los cines con un doble reto: estar a la altura de la recaudación de 'It - Capítulo 2' y ser digna sucesora de 'El resplandor', uno de los grandes iconos del cine moderno. Y todo esto sin cabrear (otra vez) al maestro de la literatura de terror.

Después de escapar a su padre y los fantasmas que habitan en el Hotel Overlook, Danny "Doc" Torrance se ha convertido en Dan, un adulto alcohólico y sin propósito que utiliza la bebida para silenciar su resplandor. Tras recuperarse de su adicción, Dan establecerá una conexión mental con Abra Stone, una niña de 13 años con su misma habilidad psíquica a la que tendrá que salvar de el nudo verdadero, un grupo de nómadas casi inmortales que se alimenta de niños y niñas que poseen el don de resplandecer. De la simpleza de 'El Resplandor', con tan solo cuatro personajes (vivos), un escenario (el maldito hotel) y la progresión de la locura; 'Doctor sueño' es una amalgama de tramas hacinadas entre la lucha de Dan Torrance por no convertirse en su padre, los fantasmas del hotel que nunca descansan y una especie de comuna de vampiros que en lugar de beber, sangre absorben el vapor de aquellos con un don y a los que solo una preadolescente puede detener. En 'Doctor sueño' pasa de todo y no todo es interesante.

'Doctor sueño'

Detrás de las cámaras se encuentra Mike Flanagan, que se ha convertido en uno de los nombres más interesantes del género de terror con la maravillosa 'La maldición de Hill House', pero que ya había demostrado su buen hacer en 'Hush' y otra de King: 'El juego de Gerald'. El estilo en la dirección de Flanagan es especialmente pulcro, muy limpio. Utiliza la cámara con movimientos suaves y retorcidos, componiendo cada plano en busca muchas veces de una belleza casi onírica hasta en los momentos más aterradores o sangrientos y dejándola fija en las escenas de acción, para que sean los personajes y no le montaje los auténticos protagonistas. En este sentido hay poco o nada que reprocharle a 'Doctor sueño', que pese a sus 151 minutos consigue una atmósfera con un pulso literal y figurado del que es muy difícil liberarse, incluso cuando sabes que algunas de sus tramas son completamente irrelevante.

En los casi 40 años que han pasado entre 'El Resplandor' y 'Doctor sueño', el género, el lenguaje audiovisual y el público ha cambiado mucho, aunque bien es verdad que la cinta de Kubrick es una anomalía en cualquier contexto. Donde aquella jugaba con los silencios, la cara descompuesta del niño, el grito ahogado, los sonidos huecos y la tensión contenida; la banda sonora de esta es un recurso constante a la hora de crear el terror y, aunque en pocas escenas, la violencia es más explicita, la sangre más real y el dolor más punzante. Otra forma de dar miedo, otra forma de construir el terror, un nuevo tipo de pesadilla más basta, pero igual de eficiente y disfrutable cuando se hace con el gusto estético de Flanagan.

'Doctor sueño'

'Doctor Sueño' es el auténtico laberinto hasta llegar al Overlook

Probablemente el culpable de que la trama acabe ensuciada con demasiados personajes, localizaciones y fuerzas del mal sea el propio King, que nunca disimuló su odio a la versión cinematográfica de 'El Resplandor'. Que algo funcione muy bien sobre el papel no significa que pueda trasladarse al lenguaje audiovisual, Stanley Kubrick lo sabía, hizo lo que le dio la gana con la novela y acabó creando una obra maestra, le pese lo que le pese al autor. Es evidente que en ese sentido Flanagan ha intentado contentar a todo el mundo siendo fiel al texto, al legado cinematográfico y a su propia identidad. Y eso es demasiada carga para una sola película. Toda la promoción de 'Doctor sueño' se ha centrado en las conexiones entre ambas películas, porque no solo es lo que el público quiere ver, es que es lo más interesante que tiene que ofrecer.

El guion recupera a prácticamente todos los personajes originales: Wendy, Hallorann, la vieja de la bañera y al propio Jack Torrance de Jack Nicholson. Sin embargo, y con gran acierto, en lugar de manipular la cinta original o recurrir a los mismos efectos especiales que rejuvenecieron a la Princesa Leia en 'Rogue One: Una historia de Star Wars' o a Sean Young en 'Blade Runner 2049' para sus flashbacks; 'Doctor sueño' reutiliza su banda sonora y vuelve a grabar los mismos planos, las mismas escenas, con un nuevo reparto para los mismos personajes con, por ejemplo, Alex Essoe en el papel que ocupó Shelley Duvall y Carl Lumbly sustituyendo a Scatman Crothers. Las escenas dentro del hotel en los que Danny vuelve a recorrer sus pasillos vacíos con alfombras geométricas, siguiendo los pasos de su padre, son la auténtica recompensa a un juego de engaños y trampas con villanos completamente olvidables que bien podrían haber salido de la imaginación de Stephenie Meyer pero con menos sex appeal. Pasamos demasiado tiempo con el nudo verdadero retrasando el esperado climax, la parte de la película que realmente se divierte y se recrea, incluso más que recrear, en la nostalgia.

'Doctor sueño'

Además de a Ewan McGregor, que hace un trabajo conmovedor y vulnerable como Dan Torrance; hay dos nombres que destacar en la cinta: la joven Kyliegh Curran en su primer protagonista, casi su debut, que interpreta a una convincente, fuerte y heroica adolescente con poderes; y por supuesto a Rebecca Ferguson, la persona que mejor se lo ha pasado rodando esta película. Con su chistera, Ferguson construye a una villana por la que sentir poca empatía, toma el relevo en la locura de Jack Nicholson y lo hace sin caer en maniqueísmos, con humor, pero sin parodia, amenazante y seductora.

'Doctor sueño' tiene muy buenas ideas estéticas y es un entretenimiento de terror de gran calidad para este Halloween, pero también una película olvidable. Mucha forma y poco fondo al final no pueden perdurar.

Nota: 6

Lo mejor: La belleza de su dirección, el ritmo interno y el pulso de las escenas de terror.

Lo peor: Su duración por culpa de una trama innecesariamente complicada con demasiados personajes prescindibles.