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CRÍTICA

'La furia de la montaña': Terremoto en el pueblo

Crítica de 'La furia de la montaña', dirigida por Jun Lee, quien firma el guion con Sha Song. Protagonizada por Zhu Yi-long, Huang Zhizhong, Chen Shu y Jiao Junyan.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 29 de Julio 2022 | 08:05
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'La furia de la montaña': Terremoto en el pueblo

Tras convertirse en la principal industria cinematográfica de 2020 y continuarlo en 2021 (a pesar del reinado de 'Spider-Man: No Way Home' y el retorno de las grandes producciones de Hollywood), China busca ampliar horizontes, distribuyendo sus éxitos en taquilla en el mercado internacional. Aunque hubo intentos anteriormente, estos quedaron reducidos a las plataformas, con los lanzamientos de títulos como 'Wolf Warrior' o 'La Tierra errante' en Netflix o en fallidas coproducciones, como el caso de 'La gran muralla'. Pero ahora el gigante asiático quiere consolidar su posición. Tras el estreno de la propagandística 'La batalla del lago Changjin', llega ahora 'La furia de la montaña'.

La furia de la montaña

A diferencia de 'La batalla del lago Changjin', 'La furia de la montaña' opta por traer los arquetipos propios del cine de catástrofes. Tras un maremoto en el Océano Índico, las réplicas llegan a un pueblo chino en medio de las montañas. El filme muestra cómo el terremoto provoca no solo que todo un pueblo corra peligro, sino que el túnel que unirá la región con la metrópolis corra peligro de derrumbe y echar por tierra un proyecto de diez años que está a punto de completarse. Varias situaciones que saben poner en situación al público rápidamente.

Esa es una de las virtudes de una cinta que sabe crear la atmósfera de peligro desde el inicio, gracias también a una trama coral en la que divide a sus protagonistas, que permiten ver la magnitud de la catástrofe. Recupera parte de la esencia del cine de este subgénero de los años 70, especialmente de 'Terremoto', la cinta de culto de Mark Robson, con el espíritu de las películas palomiteras de los 90, como 'Volcano' o 'Un pueblo llamado Dante's Peak'. Gracias al carisma de sus actores, de los que destacan especialmente Huang Zhi Zhong y Zhu Yi-long, que interpretan a un padre y a un hijo cuyo reencuentro viene con un trasfondo que le dota al filme de una profundidad inesperada en este tipo de largometrajes.

La furia de la montaña

Una película que se salva de la catástrofe por sus actores protagonistas

Aunque 'La furia de la montaña' sabe mantener en alerta al público hasta casi su resolución final, tiene varios defectos propios de los blockbusters chinos. El primero es que tiene unos efectos visuales que no están a la altura para una producción de 2021. Como sucedió con la mentada 'La batalla del lago Changjin', se notan demasiado, algo que sorprende, dado que la manufactura china ya demostró poder crear títulos a la altura del nivel técnico de Hollywood con la también mencionada 'La Tierra errante'. Después, por supuesto, no hay que olvidar que la cinta que dirige Li Jun, quien firma el guion junto con Zhang Ji, tiene un tono propagandístico muy similar al del filme bélico que estuvo a punto de erigirse como la película más taquillera del año pasado.

La furia de la montaña

Pues, a pesar de contar con protagonistas heroicos al más puro estilo Bruce Willis, Tom Cruise o Dwayne Johnson, no puede faltar el momento en el que se recuerda que cada acción tiene que ser aprobada por el gobierno comunista de Xi Jinping y que este es el único salvaguarda de la protección del pueblo. Mensajes que se meten de lleno y sin sutilezas en su segunda parte, con cánticos patrióticos de niños incluidos. Por supuesto, esto permite ver hasta qué punto la maquinaria de propaganda de la industria cinematográfica del gigante asiático es capaz de llegar.

De forma similar a lo que sucede con el fenómeno de las telenovelas turcas, 'La furia de la montaña' es un ejercicio de blanqueamiento de un gobierno autoritario, aunque al menos tiene el mérito de narrar una historia de catástrofes que cumplen con los mínimos para poder vista en salas comerciales. Gracias especialmente a una primera parte que mantiene en vilo al público y a unos actores entregados a sus papeles.

Nota: 6

Lo mejor: Su primera parte y la trama de los personajes de Huang Zhi Zhong y Zhu Yi-long.

Lo peor: Sus efectos especiales son más propios de los 2000 y el peligroso mensaje propagandístico que deja al final.

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