å

CRÍTICA

'La espía roja': Espionaje entre lo personal y lo racional

'La espía roja' es un filme plano y convencional que no aprovecha los profundos dilemas morales y mirada histórica de su relato.

Por José Asensio Vizcaíno 18 de Abril 2019 | 11:43

Comparte:

Ver comentarios (1)

'La espía roja (Red Joan)' toma la historia real de Melita Norwood, convertida aquí en el nombre de Joan Stanley, una anciana bibliotecaria que sin aparentarlo esconde un pasado como espía del MI5 en plena Segunda Guerra Mundial y la batalla por inventar primeros la bomba nuclear; mientras de paso buscaba apostar por el diálogo y el compartir información con los "aliados" soviéticos, lo cual la entrometió en una compleja trama de espionaje en el que jugaba a dos bandas.

La espía roja Judi Dench

El filme recorre, desde el presente de una anciana Joan (con el rostro de Judi Dench) interrogada y llevada a juicio al destaparse su colaboración con el KGB soviético, toda la trama en forma de continuos flashbacks siguiendo su trayectoria como espía desde su estancia como estudiante en Cambridge en 1938 y después formando parte del equipo de científicos y espías que investigaban la construcción de una bomba nuclear para la nación británica durante la Segunda Guerra Mundial; interpretada en ese tiempo por la joven actriz Sophie Cookson.

En esos recuerdos, Joan recuerda a sus compañeros, a los amigos y romances que encontró durante esa época y su fuerte determinación por defender la colaboración entre las naciones aliadas, enfrentándose si es necesario a los intereses patriotas de ambas partes.

Entre lo sentimentaloide y los dilemas morales

En su narración a dos tiempos, el británico Trevor Nunn teje un relato demasiado convencional en el que las relaciones sentimentales e implicaciones familiares que vive Joan en su época de espía diluyen su interesante mirada histórica y toda su parte de espionaje y tramas a dos bandas al más puro estilo John Le Carré sobre la carrera por inventar la bomba atómica y la poca colaboración entre las naciones aliadas a causa del miedo comunista.

La espía roja Trevor Nunn

Nunn termina acomodándose en una dirección académica y en el melodrama más clásico al centrar su trama en los conflictos y pasiones románticas de la joven Joan, entre su colega ingeniero del MI5 y un idealista joven afín a los soviéticos que ya conoció en Cambridge y su grupo de amigos. Esto sirve para crear el dilema y sustenta la convicción de su protagonista de que todas las naciones progresan al mismo tiempo en las investigaciones para crear un mundo mejor pero diluye sus dilemas éticos y retrato histórico.

Una propuesta fuera del glamour de sagas como '007: James Bond' y otras propuestas similares que narra una mirada histórica y realista del espionaje en pleno conflicto bélico, pero lo hace con tan poca pasión y cayendo en el melodrama y los conflictos románticos que diluyen los profundos e irresolubles conflictos morales y políticos del periodo histórico que ambienta.

Las actrices, lo mejor de la función

La espía roja Sophie Cookson

Ante una propuesta que resulta demasiado convencional y poco memorable a las horas de salir de la sala de cine, 'La espía roja (Red Joan)' sabe mantener nuestra pantalla por la convicción y el irrefutable buen hacer de la veterana Judi Dench y de la joven Sophie Cookson en la piel de la espía Joan Stanley. Destacándose ambas en una propuesta excesivamente correcta a todos los niveles y que desaprovecha un interesante retrato histórico desde la perspectiva de su determinada espía protagonista.

Nota: 5

Lo mejor: La convicción de sus dos protagonistas; tanto la veteranía de Judi Dench como la revelación de Sophie Cookson.

Lo peor: Demasiado convencional, desaprovecha su interesante mirada histórica y los dilemas morales.

Rostros