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CRÍTICA

'Outlander' regresa más emotiva que nunca y no pierde el tiempo con tonterías

'Outlander' vuelve a nuestras pantallas con pequeños homenajes a su historia e introduciéndonos en la gran trama de esta quinta temporada.

Por Irene Galindo Vilchez 15 de Febrero 2020 | 12:03

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¡Terminó el droughtlander! Después del punto en el que quedó la anterior temporada, la llegada de esta quinta supone todo un alivio para los que nos quedamos con el corazón encogido al conocer la situación tan difícil en la que se quedaba nuestro Jamie: ¿Qué hará, traicionará al gobernador, lo que supondría perder todo lo que ha construido en Carolina del Norte, o será a Murtagh, su padrino y compañero de batallas? Estos nuevos doce episodios se proponen que a los fans de 'Outlander' nos dé un infarto cada semana.

Outlander

Para mí la cuarta temporada fue una mera introducción para esta que acaba de aterrizar. Trece episodios que sirvieron para ir moviendo a los jugadores hacia sus puestos de salida y así arrojarlos a una situación comprometida. Este movimiento hizo que fuese muy irregular, con capítulos en los que casi no pasaba nada y que luego dejaban la trama en un punto muy interesante de cara al último. Por otro lado, aquí surgió la comparación odiosa (e inevitable) entre las dos parejas protagonistas, en la que la clara ganadora sigue siendo la formada por Claire y Jamie.

Esta quinta temporada comienza con un gran paso para Brianna y Roger: su boda. Después de los estúpidos (y machistas) reproches de él hacia ella por no querer casarse, pero sí acostarse, con él en un primer momento, la violación de Bree por parte de Stephen Bonnet, el nuevo gran villano del que hemos visto bastante poco (larga es la sombra de Black Jack Randall), y el niño que trae al mundo, parece que hay un instante de paz y felicidad plena para la pareja tras reencontrarse al final de la cuarta temporada. Aunque los protagonistas sean ellos, esta celebración es la excusa perfecta para ver a Jamie ser más padre de Brianna que nunca, un papel que el tiempo le privó y que le pesa en lo más hondo. Un lado de Fraser totalmente adorable y que nos hace enamorarnos más todavía de él (por si lo estábamos poco). Por otra parte, la velada nos permite reencontrarnos con viejos amigos y nuevas presencias que nos alertan del peligro inminente.

Pero si nos enfocamos en los dos tortolitos ya somos testigos de un detalle que se vislumbraba en el tráiler: Roger se quiere ir. MacKenzie es el jugador más débil de todos al no encajar en absoluto en esta época. Aunque este no pierde la esperanza en encontrar un trabajo con el que mantener a su familia, sabe que su sitio no se encuentra ahí y lo demuestra de manera temprana con algún comentario "inocente". Brianna no es tonta y se da cuenta, aunque prefiere omitirlo por el momento y disfrutar de su gran día. Esto podría ser el germen de una futura discusión que tiene pinta de alargarse durante los próximos once episodios. Como se veía en el tráiler, Bree no está por la labor de volver al s. XX: sus padres están allí, su hijo ha nacido en ese tiempo y el coste para volver es demasiado alto. Sin embargo, este sí que podría ser un buen, aunque manido, recurso para cuando la situación se vuelva muy tensa debido a la guerra de independencia que está por llegar.

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Se podría decir que la Guerra de Independencia americana se va a convertir en un Culloden 2.0, un evento de gran envergadura que pone a los protagonistas en un serio aprieto y que, ahora más que nunca, las consecuencias serían desastrosas. No solo hablamos de la muerte de algún ser querido, también de perderlo absolutamente todo y no saber ni siquiera a dónde ir. Jamie es quien peor lo está pasando por la tesitura tan grave en la que se encuentra. En la pasada temporada hizo un juramento que le está pesando como una losa sobre la espalda al comprometerse con la Corona británica a ayudar en su lucha contra los Reguladores. Lo que no se esperaba es que uno de ellos fuese su padrino Murtagh. Este primer episodio hace hincapié en la relación entre estos dos hombres, una patada directa al corazón que hará que no sueltes la caja de kleenex durante la hora que dura el episodio. La manera en la que se cuenta pone de manifiesto el dolor tan profundo que siente Jamie, uno que compartimos con él al ser testigos de esa unión. Por otro lado, Fraser no solo tiene que cumplir con lo prometido, también necesita hombres que le sean fieles en esta lucha que nunca compartió. En este episodio se produce una de esas escenas que te deja con una gran sensación de nerviosismo por lo que está por ocurrir en las próximas semanas. El título del capítulo, 'La cruz ardiente', hace una referencia directa a dicho momento y al quinto libro, el cual es la base para escribir la temporada.

Otro de los grandes protagonistas va a ser Murtagh debido al precio que el gobernador Tryon le ha puesto a su cabeza. Él es plenamente consciente de que es muy posible que su muerte esté más cerca que nunca, por lo que no quiere encontrarse cerca de sus seres queridos. Esto va influir muchísimo en una relación que comenzó a finales de la anterior temporada, la que tiene con Jocasta. Estos dos forman una pareja muy interesante que saca el lado más tierno de ambos personajes. Sería una gran pérdida que nos privasen de su relación amorosa, una de las más impactantes que se han dado en toda la serie.

Mucho amor y emoción

Si algo caracteriza este arranque de temporada es el amor que flota en el aire. Si alguien echaba de menos alguna escena calenturienta en 'Outlander', aquí ya va a encontrar su dosis. Brianna y Roger tienen una particular noche de bodas en la que se palpa en el ambiente que algo se encuentra un poco apagado. Esto concuerda con lo que nos había adelantado Sophie Skelton: "Quería asegurarme que su síndrome de estrés postraumático fuese un impedimento para ella, por lo que el intimar con Roger va a ser más difícil de lo que era antes". En cierta forma sí que se nota cómo la sombra de Bonnet la acecha. Su síndrome de estrés postraumático va a ser una de las bazas con las que van a jugar esta temporada, un aspecto muy interesante porque permite ver las consecuencias que tienen ciertas experiencias que viven los personajes, como ya pasó con su madre y la Segunda Guerra Mundial. En la pasada temporada hubo algunos retazos de ello en la trama de Brianna, pero que los superaba por el buen término del embarazo. Ahora, con el niño entre sus brazos y una alianza en el dedo, tener que lidiar con los ecos del pasado puede llevar al personaje a sufrir una más que necesaria evolución si quiere salir de la sombra que sus progenitores.

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Pero no de solo del amor vive el hombre, también de la emoción. Si tuviera que describir este episodio, escrito por Matthew B. Roberts, con una sola palabra sería "emotivo". Lo especial del capítulo reside en esos pequeños detalles y homenajes a la propia historia. Estas pinceladas sutiles cobran una mayor importancia cuando hablamos de una serie que al estar en su quinta temporada y acordarse de grandes momentos de la primera lo hace con una delicadeza y un cariño embriagadores. Hay un flashback que os hará sentir mariposas en el estómago, una frase que os erizará la piel y un collar de perlas con el que se os escaparán algunas lagrimillas. 'Outlander' sigue jugando espectacularmente bien con la historia que ha ido tejiendo a lo largo de los años y con nuestros sentimientos, que se los ponemos en bandeja sin pudor año tras año.

El primer episodio de la quinta temporada de 'Outlander' ya se encuentra bajo demanda en Movistar+. Si no siempre puedes verlo a partir del lunes 17 de febrero tanto en castellano como en inglés.

Nota del capítulo 5x01: 8

Lo mejor: Las referencias a toda la historia y un Jamie que ya muestra que este es el peor conflicto de su vida.

Lo peor: La poca relevancia de Claire hace que su presencia queda muy coja en comparación con el resto.

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