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CRÍTICA

'Rocketman' es todo lo que tenía que ser un biopic de Elton John

Dexter Fletcher dirige un biopic que no escatima en drama ni en pluma, con un Taron Egerton soberbio. Una celebración de una carrera y unas canciones que deberían tener más reconocimiento.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 27 de Mayo 2019 | 15:30
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Pocas cosas hay mejores que una película musical que, nunca mejor dicho, consiga dar todas las teclas. Y 'Rocketman', como el artista en la que se centra, es un prodigio con las teclas. Es todo lo que se podía pedir de una película musical, de un biopic de Elton John y de una experiencia cinematográfica. Poneos vuestro tocado más extravagante, vuestras gafas más llamativas y preparaos, porque esta fantasía no os la vais a querer perder.

Rocketman

Dexter Fletcher es el encargado de trasladar la vida del artista británico a la gran pantalla, después de haber sido quien llevara a buen puerto 'Bohemian Rhapsody' tras el despido de Bryan Singer. Antes de entrar en las (lógicas) comparaciones, lo primero que hay que decir de 'Rocketman' es que se nota que este es un producto completo de principio a fin, una película consistente con un objetivo: mostrar al artista, a la persona detrás del artista, y ensalzar su música. Y los tres objetivos han sido cumplidos con creces en las dos horas que dura. La clave está en haber apostado por la "fantasía real" como vehículo para alcanzar la meta.

Ese tagline que acompaña los pósters de la película es realmente la mejor manera de describir esta película. Ya desde la primera escena, en la que Elton entra en el centro de rehabilitación y empieza a recordar su infancia en uno de los primeros grandes números musicales, la cinta deja muy claro lo que hemos venido a ver: es una biografía, es un musical y es una fantasía, todo a la vez. Esta mezcla de realismo y de situaciones oníricas o éxtasis musicales es la manera más sincera de contar la vida de Elton John. Y si entramos desde ese momento, no podremos salir.

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La película se centra en el momento en el que John ha tocado fondo y decide ingresar en un centro para curar sus múltiples adicciones. Desde ahí echa la vista atrás para relatarnos su infancia, cómo le llegó el éxito, cómo se volvió uno de los artistas más grandes del siglo XX, y cómo todo lo que sube tiene que bajar. La cinta se detiene en ese momento de redención y no llega a la actualidad. No es un repaso exacto a su vida y toda su carrera, sino un repaso a sus demonios y cómo luchó contra ellos. Que Elton John esté vivo y sea uno de los principales artífices de este proyecto le da un valor añadido, porque casi parece que él mismo hubiera escrito la película para poner en su sitio a su desestructurada familia, a su primer amor (y manager) y demás personas a las que culpa de su espiral de autodestrucción. Quizás muy parcial, pero como toda la película está contada desde el punto de vista de John, es lógico que él salga "ganando" de alguna manera, y no le resta su parte de autocrítica, de mostrarse como la diva que es, de dejar claro que su vida está llena de errores y que mucha parte de sus desgracias las creó él mismo. Lo que consigue la película es mostrarnos claramente la personalidad que hay detrás del artista, es un análisis muy profundo del Reggie que hay detrás de Elton.

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Es muy curioso cómo 'Rocketman' llega a tales niveles de profundidad, de empaparse de la melancolía de los peores momentos de la vida de Elton John, y aun así no dejar de ser en todo momento una explosión vibrante y enérgica, un viaje rítmico plagado de lentejuelas y plumas. Pero contar su historia de una manera más sobria habría sido traicionar al propio Elton John. 'Rocketman' es una película petarda, gay y con momentos de absoluto delirio, como es él. Y aunque se nos esté contando un dramón, no dejaremos de mover el pie al ritmo de la música. Es curioso como parece que Elton John no tiene ese estatus de leyenda que sí tienen David Bowie o Queen, a pesar de contar con temazos de sobra en su dilatada carrera. Quizás porque está vivo, quizás porque ese punto queer descarado casi desde el principio. Es quizás el mayor escollo al que se enfrenta la película, que el público no controle tanto su discografía como la de otros coetáneos. Pero a la vez es un efecto sorpresa: muchos espectadores se sorprenderán al descubrir que conocían más canciones de Elton John de las que parecía. La banda sonora de 'Rocketman' ha sabido escoger sus grandes temas y utilizarlos para contar la vida de su cantante integrados en el guion. No es una simple jukebox, están utilizadas en el momento oportuno para que la narrativa no se pare para escuchar la canción. Y están colocadas y presentadas para que sean tan protagonistas como los actores. Los números musicales son maravillosos, fantásticamente coreografiados para jugar con el musical clásico (y rendirle homenaje) y con un delirio más moderno, aunque ninguno llegue a inventar la rueda. 'Rocketman' pide a gritos ser llevada al teatro. Y para los fans del británico, será un repaso fantástico a todos esos grandes éxitos que necesitaban ser reivindicados con una película como esta. De 'Saturday Night's Alright' a 'Sorry Seems To Be The Hardest Word', pasando por 'Goodbye Yellow Brick Road', 'Tiny Dancer' (usada de una manera sorprendente y preciosa), 'Your Song' o 'Crocodile Rock', están las canciones que tienen que estar. Y con las plumas, plataformas y looks sobrecargados que merecen. El trabajo de diseño de producción y de vestuario son de primer nivel, todo al servicio de hacer más grandes canciones que ya lo eran.

Cómo aprovechar la oportunidad de tu vida

Pero el verdadero corazón de 'Rocketman' es su protagonista. Taron Egerton ha demostrado en su por ahora corta carrera que tiene carisma ('Kingsman'), que sabe actuar (la infravalorada 'Eddie el Águila'), y en la animada '¡Canta!' se ganó el papel de Elton John con una increíble versión de 'I'm Still Standing'. Normal que después de eso le llamaran para encarnar al artista. Y durante toda la película se nota que es consciente de que le ha tocado una lotería muy grande con este proyecto, y la ha aprovechado en todas y cada una de las escenas. Egerton está al 200% en cada toma, ha estudiado de sobra a Elton John para llegar a la transformación, e igualmente es capaz de darle su propia esencia y hacer una interpretación totalmente sincera, que transmite en los momentos altos y destroza en los bajos. Y lo hace dejando todo el rato claro que él es el primero que ha disfrutado cada paso de este camino. Es una de esas oportunidades que solo pasan una vez en la vida, y la ha exprimido como tal. Elton John puede estar muy orgulloso con el resultado (y ser consciente también de que nunca ha lucido tan bien como Egerton toda esta película, pero ventajas de hacer tu propio biopic), y nada me haría más feliz que verle el año que viene subir a recoger su Oscar, a pesar de que el de Rami Malek se lo haya puesto realmente difícil. Pero su trabajo de interpretación y lo bien que ha defendido cada canción de la película (porque él sí que ha cantado cada uno de los temas de la banda sonora), le hacen como mínimo merecedor de la nominación.

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Egerton, además, ha conectado estupendamente con el resto de actores del reparto, derrochando mucha química con cada uno de ellos. Sobre todo con Bernie Taupin, el personaje de Jamie Bell, letrista habitual de Elton John y mejor amigo desde el principio de su carrera. Su amistad es lo más especial de la película, realmente conmovedora y maravillosamente retratada por los dos actores. También conecta con una siempre estupenda Bryce Dallas Howard como su terrible madre, y con John Reid, su primer amor y su representante, encarnado por Richard Madden, quizás el más sobreactuado del reparto. La película consigue mostrarnos a todos esos secundarios de manera bastante completa (siempre desde el punto de vista de Elton John, eso sí), a pesar de que, como todo biopic, hay capítulos de su historia que no estén retratados todo lo bien que tendrían que estar o estén metidos con calzador y resulten un poco confusos (como su primer matrimonio). Sin embargo, es uno de los pocos puntos negativos que se le puede poner a un viaje maravilloso al lado más oscuro de la fama. En ese sentido, 'Rocketman' no esconde nada de esa vida de excesos, aunque se siga quedando en los límites de los grandes estudios de Hollywood. Pero aquí vuelan el alcohol y la cocaína, se deja clara la identidad sexual de su protagonista en sus primeros minutos y sí, hay sexo, y sexo gay. Las tan cacareadas escenas están ahí, pero siempre, de nuevo, desde el filtro de Hollywood. Pero ese momento en el que Richard Madden y Taron Egerton están en la cama desnudos, uno entre las piernas del otro, es sin duda lo más lejos que ha llegado un estudio. Y no se esconde detrás de insinuaciones. 'Rocketman' será una película firmada por una major, pero es una de las películas de majors más sinceras y excesivas.

En ese sentido, 'Rocketman' es todo lo que debería haber sido 'Bohemian Rhapsody'. Aunque siempre conviene recordar que aquella nunca quiso ser un biopic de Freddie Mercury y más bien una celebración de la carrera y canciones de Queen, visto lo que ha hecho Dexter Fletcher con Elton John, es una pena que no fuera él el elegido para llevar 'Bohemian' a la gran pantalla desde el principio (y si Brian May y compañía le hubieran dejado ser tan honesto como le ha dejado Elton). 'Rocketman' es todo lo compleja, cruda y enérgica que tiene que ser, centrándose en quien se centra, y solo deja más patentes los tropiezos de 'Bohemian'. Pero lo tiene difícil para alcanzar el nivel de taquilla de la de Queen, no solo porque hay espectadores que no son capaces de aguantar un musical, sino porque la gente saldría vibrando de una sala con la pantalla apagada en la que no dejaran de sonar las canciones de Queen. Contra eso 'Rocketman' no puede competir, porque 'The Bitch Is Back' no está tan metida en la cultura global como 'I Want To Break Free'. Pero, como película, 'Rocketman' es todo lo que le habría gustado ser a 'Bohemian Rhapsody'. Y es una celebración de unas canciones que deberían estar mucho más metidas en el imaginario colectivo de lo que están.

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En definitiva, 'Rocketman' es todo lo que un fan de Elton John le podría pedir a su biopic: una celebración del artista que a la vez nos muestra de la manera más clara y sincera a la persona detrás del piano, un musical tan sobrecargado y petardo como cualquiera de sus actuaciones, y un homenaje a una carrera llena de éxitos en los que cada canción es un momento cinematográfico increíble. Todo defendido por un actor que ha puesto toda la carne en el asador para hacer justicia a un artista de su talla, y un director que ha sabido encontrar el equilibrio entre el drama y el brilli-brilli. Ojalá las reproducciones de las canciones de John en Spotify se tripliquen después de su estreno, y la banda sonora sea el éxito de ventas que merece ser. Y que Elton John alcance por fin el estatus de leyenda que lleva décadas mereciendo, también entre el público general. Sin duda no ha podido pedir una carta de amor mejor que esta.

'Rocketman' se estrena el 31 de mayo.

Nota: 8

Lo mejor: Taron Egerton ha exprimido cada escena. Cada tema musical brilla. Lo sincera con la persona y el personaje que es.

Lo peor: Richard Madden no está a la altura de los demás. Hay capítulos de la historia demasiado desdibujados o forzados.